CAPÍTULO 12

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 Al día siguiente me levanté muy temprano, me di cuenta de eso porque no estaba el desayuno en la mesita de centro de la sala de mi habitación, los rayos del sol reflejaban poco a poco en las cortinas semitransparentes de las ventanas y la casa por fuera estaba muy silenciosa, yo ya no tenía sueño y no tenía muchas ganas de leer, no me sentía con los ánimos necesarios, así que me levanté tranquilamente, vacilé en mi habitación y miré mis regalos de cumpleaños, eran como unas 10 cajas de diferentes tamaños, con moños de colores, tomé una caja mediana con un papel azul claro y un moño amarillo, leí la tarjeta y era de la familia de mi amiga Aydee, abrí la caja y dentro había un suéter rojo de cuadros, una película infantil y un videojuego, seguí con las demás cajas y recibí muchas cosas entre perfumes, playeras, más videojuegos, muñecas, objetos de Disney y 3 libros muy lindos, me sentía bien de abrir los regalos y muy agradecida con los papás de mis amigos por molestarse en comprarlos para mí. Alicia llegó un momento más tarde con el desayuno.

—Buenos días, mi niña, me alegra que ya estés despierta, te traje el desayuno —dejó la bandeja en la mesita central de la sala y miró todo el desastre que había hecho de cajas y papeles.

—Buenos días, Alicia ¿y mi tía?

—Fue a trabajar, ¿quieres que te ayude a vestirte? —sonrió.

—No gracias, está bien lo haré yo —sonreí—. Ali —dije entre dientes.

—Dime, mi niña ¿necesitas algo? —se colocó a mi lado en el sillón para dos personas.

—Emm...¿podrías decirme qué le pasó a mi papá? —la miré, su expresión cambió completamente a una muy seria, colocó su mano en mi mejilla.

—No mi niña, la señora nos prohibió tocar ese tema contigo, por favor termínate el desayuno, vendré por la charola en unos 45 minutos ¿de acuerdo? —sin oportunidad de preguntarle nada más, ni agradecerle por los alimentos, salió rápidamente del cuarto y cerró la puerta, ante su respuesta mi miedo creció.

«¿Qué era tan grave como para que no me lo pudieran decir?», pensé para mí, mi tía había estado ocupada últimamente, me había comprado muchas cosas y me permitía aún más cosas, pero ¿por qué no me decía lo que le había pasado a mi papá?, ¿Será que no soportaría la noticia?, mi mente daba mil vueltas, yo quería saber que pasaba y quería ver a mi papá, tenía y quería averiguarlo de alguna forma, me comí el desayuno y me puse un pantalón negro con una sudadera gris y unos tenis, me senté en la cama, leí unas páginas de mi libro y minutos después, Alicia entró por la charola, agradecí la comida y alegre asintió, sonrió y se fue. Cuando salió, cerré de inmediato mi libro, me baje de la cama, tomé una mochila negra que tenía de un campamento al que había ido, metí mi libro, una libreta y una pluma, metí unos cuantos dólares del regalo de Santa Claus y me puse el dije que Marco me había dado, salí del cuarto, bajé las escaleras y coloqué la mochila bajo la mesita que estaba a un lado de la puerta de la cocina, entré y Alicia estaba preparando algo junto con Nora, al verme, Nora me saludo alegremente y Alicia se dio cuenta de mi presencia.

—Mi niña ¿necesitas algo?

—No, estoy bien Ali, gracias, solo vine por esto —saqué una botella de agua del refrigerador y una natilla de chocolate.

—Su, si querías agua y una natilla me la hubieras pedido, para eso estoy mi niña —sonrió.

—Gracias Ali, no me cuesta nada —me miró y sonrió—. Oye Ali, ¿puedo ir al parque?, estoy un poco aburrida —el parque no quedaba lejos de la casa e iba muy seguido con Marco, sin embargo la expresión de Alicia cambio a una serie de pensamientos.

—Ay Su, no que vayas tú solita, ni Patrick, ni John están y yo no puedo acompañarte, aún tengo que preparar algunas cosas antes de que tu tía vuelva.

¿Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora