¿Destino?

CAPÍTULO 46

            

–¡NO,NO,NO!¡POR FAVOR! –grita  con el control en las manos rogando que el personaje que eligió no se caiga de una plataforma–. Hart, este nivel es muy difícil, no creí que fuera un juego tan difícil –se mueve de lado a lado con el control cuando su personaje toma un auto.

–De verdad que estás exagerando, esto es tan divertido, la caja dice que es un juego para adolescentes entre 12 a 18 años, ¿cómo se te va a hacer difícil?

–Bueno, pero esos niños de 12 a 18...¡Ay, espera!¡Ya choque!, tomaré otro auto más nuevo...¡ah! te decía que esos adolescentes de esas edades están más conectados con esta tecnología que yo, así que eso no cuenta.

–¿Hace cuánto que no juegas algo así? –mi personaje es una chica de cabello corto y un excelente estilo, va en una camioneta sobre un puente.

–Pues...de hecho...hace algunos años me regalaron una consola, pero mis abuelos no me dejaban jugar por todas las cosas que tenía que hacer y creo que los recuerdos más lejanos es cuando jugábamos de pequeños ¿lo recuerdas?...¡Ay, no! otra vez la policía, es hora de una persecución al estilo Coleman...

–Sí, lo recuerdo, éramos tan pequeños –sonrío y mi mente empieza a volar al pasado, cuando teníamos las tardes libres para nosotros.

–Pero sigue siendo divertido, eso es lo que no cambia...¡ay!, ya me encerraron, ¡NO!, soy muy joven para ir a la cárcel... –en su pedazo de pantalla aparece un "game over", suelta el control y se estira haciendo que unos cuantos huesos le truenen.

–¿Esa fue tu persecución al estilo Coleman?¿Hacer que te encerraran? –empiezo a reírme a carcajadas haciendo que el auto de mi personaje caiga por el borde del puente y en mi pedazo de pantalla igualmente aparece un "game over", inmediatamente detengo mi carcajada y lo miro, está al borde de la gran risa, tomo un cojín y se lo arrojo–. Ves lo que me haces hacer, hiciste que perdiera.

–¿Yo? –dice fingiendo sorpresa–. Yo no hice nada, pero eso fue un excelente karma –empieza riéndose y de repente le entra un ataque de risa total, debo decir que es muy contagiosa porque empiezo a reírme con él.

            Después de unos 2 minutos de risa, nos miramos y decidimos poner otro juego un poco "más fácil", ya que a Marco le cuesta trabajo jugar en un nivel fácil.

–Pediré una pizza ¿te apetece? –me mira en lo que carga el juego.

–Sí, pero que no tenga chile, no me encanta el chile.

–¿Te parece una de carnes?

–Sí, está bien.

–De acuerdo, enseguida vuelvo.

            Se levanta por su celular, el cual lo dejó en su habitación, tarda un par de minutos en pedirla y regresa más que contento.

–También pedí dos malteadas, me tomé el atrevimiento de pedirte una de vainilla, espero te guste.

Lo miro y sonrío.

–Sí, la malteada de vainilla es mi favorita –levanto la barbilla un poco más de lo normal y lo miro con los ojos entrecerrados– ¿Lo hiciste a propósito?

–No, de verdad que no, supuse que te gustaba la de vainilla y por eso me tomé el atrevimiento.

–En ese caso, le atinaste, muchas gracias –tomo el control negro y se lo entrego.

–Gracias –mira el control y la tele–. ¿Cuál pusiste?

–Uno de disparos –contesto mirando la tele.