CAPÍTULO 48

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Hemos llegado y no quiero bajar del auto, estoy demasiado nerviosa, miro el jardín y me sorprendo porque está increíble, las decoraciones, los detalles, las letras gigantes de las iniciales de Clau y Eric, globos flotando por todo el jardín, listones colgando de los árboles, colocaron una carpa y de ahí cuelga un elegante candelabro, me doy cuenta de que el jardín es únicamente para la boda pero no hay mesas para la recepción o tal vez no están en mi campo de visión, los invitados están recién acomodándose frente al pequeño altar, hay muchísimas sillas, en el suelo hay muchas flores blancas decorando el césped con pequeñas lámparas, se ve muy encantador.

Las chicas se acercan a mi encuentro, aunque se detienen al tocar el cristal por qué quizá piensan que estoy discutiendo con Sebas, aunque no es del todo equivocado, ya me ha pedido unas 10 veces disculpas y he aceptado 5, me toma la mano, le da un beso y diciéndome que todo va a estar bien, sale del auto e inmediatamente las chicas abren mi puerta.

–¿Todo bien? –me dice Dani–. Parecía que discutían.

–No, estamos bien –le sonrío amigable–, es solo que me dijo que conoceré a sus papás hoy y me puse de nervios.

–¿No te lo dijo antes? –Shanon me mira.

–No –digo al mismo tiempo que niego con la cabeza, no quiero seguir hablando de esto así que trataré de tomar el mando de la situación–. Muy bien, esto no es momento para hablar de mi, estamos en la boda de Clau, ¿Cuáles son los pasos a seguir?

–Bueno, primero hay que esperar que todos los invitados se acomoden y después llevamos a la novia al altar –dice Mey–. ¿Dónde están tus padres, Clau? 

–De seguro deben de estar por llegar, les llamaré –pide la bolsa que tiene Mey y busca su celular, al encontrarlo, teclea el número y se aleja caminando, mientras vemos como se aleja nos damos cuenta de que un chico de traje se está acercando, su cabello es café, tiene un copete y por los laterales de la cabeza está un poco más corto, sus ojos son cafés intenso, es joven y no debe pasar de los 25, al llegar sonríe.

–¡Hola!, ¿Qué tal? Mi nombre es Dale y seré su mayordomo esta noche, estaré trabajando para ustedes y la novia en lo que reste de la noche, pueden pedirme cualquier cosa que necesiten, ¿alguna duda? 

En lo personal me quedo muy sorprendida y un tanto atónita, digo, ¿un mayordomo para una boda?, eso es de mucho lujo, miro a las demás y le están sonriendo, es atractivo y tan joven.

–¿Un mayordomo? –suelta Mey–. ¿Qué clase de cosas podemos pedirte? 

–Lo que necesiten mientras tengan su estancia en la residencia Brooks –encoge los hombros–. Desde un simple vaso de agua hasta una cobija para su finca.

–¿Finca? –reacciono y Dale me mira.

–Así es, señorita, el señor y la señora Brooks mandaron a decorar la finca de los Brooks para la novia y las amigas, de hecho ésa es mi primer orden, mostrarles donde pasarán la noche.

Nos quedamos viendo sorprendidas.

–¿Pasar la noche? ¿Aquí? –Mey toma el mando–. Jamás nos dijeron que nos quedaríamos a dormir, no trajimos nada para dormir.

–Bueno, es ahí donde entra mi trabajo, yo les proporcionaré pijamas y artículos para dormir que necesiten, solo pidanlo ¿de acuerdo? –nos sonríe–. Ahora, si me pudieran acompañar, tengo órdenes específicas de que las lleve a ver la finca antes de la ceremonia, ya que se supone que los invitados todavía no deben ver a la novia, por aquí, por favor –con la mano nos señala del lado derecho un camino de piedras bajo un gran árbol, lo seguimos y llegamos a una preciosa casita de un piso, muy rústica y amplia, Clau sigue hablando por teléfono, así que las demás la jalan para que nos siga, Dale nos abre la puerta y nos anuncia que nos pongamos cómodas en lo que inicia la ceremonia, en breve él nos avisará cuando sea la hora, nosotras agradecemos y nos deja ver el espacio, debo decir que es precioso, los Brooks tienen muy buen gusto, la puerta está a desnivel, para avanzar a la sala se deben subir 2 escalones, la mayoría está alfombrado, hay chimenea, la cual está prendida y se siente muy cálido, es agradable, el lugar es pequeño a comparación de la residencia de los Brooks, pero suficientemente amplio para 7 chicas, las niñas han ido a ver las habitaciones y la cocina.

¿Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora