–Te dije que tenían que llegar temprano –mi padre está como nuevo en la puerta principal con un traje gris, una camisa azul haciendo juego con una corbata negra.–Lo siento, nos distrajimos con unas cosas y fuimos al cine –entramos a la casa y nos disponemos a subir.
–Ay Suzanne... –niega con la cabeza como forma de desaprobación – suban a cambiarse que ya es muy tarde, al menos...¿compraron algo?
–Sí, señor –Sebastián aún es un poco tímido con papá.
–Sí, Sebastián compró un traje negro y una camisa, yo por mi parte no compré nada –encojo los hombros.
–¿Por qué? Ya hablamos de eso y vas a ir.
–Ya sé que iré, pero usaré el vestido verde de mamá.
–¿De qué vestido verde me estás hablando?
–Ya lo veras papito, ya lo veras.
–Está bien.
Subimos corriendo de la mano, al llegar al último escalón papá nos grita.
–Y Suzanne, cámbiense en diferentes habitaciones, me resulta un poco inquietante que se vistan en la misma habitación.
–No se preocupe, señor –le responde Sebas y me mira–. Ya oíste a tu padre, dame una habitación donde pueda cambiarme.
–La siguiente puerta –le señalo la tercera puerta del pasillo–, es mi biblioteca, tiene un baño y espejos por si quieres.
–Espera, espera, espera...¿Tienes biblioteca? –me mira sorprendido–. ¿Hay más?
–Tengo mi cuarto de juegos, igual –sonrío apenada.
–Increíble –mira el pasillo asombrado–. Bueno me iré a cambiar a tu biblioteca.
–Y ¿sabes qué otra cosa tiene mi biblioteca?
–¿Qué?
–Una puerta a mi habitación –le susurro en voz baja.
–Muy graciosa –dice de una manera coqueta–. No caeré en la tentación –se acerca y me da un lindo beso.
–Tranquilo señor Brooks, ni siquiera lo iba a dejar pasar –sonrío y él ríe–. Tengo que irme, lo veo en media hora –me doy la vuelta, entro a mi habitación y espero hasta escuchar la puerta cerrarse de la habitación contigua a la mía.
Busco en mi armario y encuentro el famoso vestido verde de mi madre, no se ve antiguo y es muy bonito, no tiene mangas y tiene un poco de vuelo de la cintura para abajo, me queda por arriba de la rodilla decido ponérmelo al igual que unas medias negras y zapatillas igual negras, me pongo rímel y una línea de delineador en el párpado superior, cepillo mi cabello y me pongo unos aretes pequeños plateados.
Busco entre mis cosas y no encuentro ninguna bolsa que haga juego y no creo que sea buena idea llevarme mi bolsa negra, la cual es muy informal...pero bueno soy Suzanne Hart la persona más desastrosa en el mundo y me la llevaré, de todas formas no nos quedaremos tanto tiempo, no estoy dispuesta a hablar mucho con mi tía, después de la cena iré a caminar con Sebas en lo que mi padre y ella arreglan sus asuntos o al menos eso es lo que planeo.
Reviso que todo en la bolsa esté en su lugar, mi celular, mi cartera, las llaves de mi nuevo auto y de la casa por si acaso, un cepillo para el cabello y mi pequeña bolsa de maquillaje, la cual contiene mi rímel, una cuchara para rizar las pestañas y mi delineador, me miro en el espejo por última vez y siento que estoy presentable, no hermosa, no fea, solo presentable, abro la puerta de mi habitación y al salir, recargado en la pared del lado derecho está mi galán con su traje negro, su camisa blanca y su corbata azul fuerte, se ve elegante, sexy y coqueto.
ESTÁS LEYENDO
¿Destino?
Romance"Todos nacemos con un lazo rojo, pero únicamente tenemos un extremo, el otro extremo lo tiene la persona a la que estamos destinados y por más lejos o tenso que esté, ese lazo jamás se romperá"...pero, ¿qué pasa cuando llega a ser alterado? ¿Cuá...