CAPÍTULO 44

1.2K 132 18
                                    

Hace 2 días que desperté de un largo sueño, de un muy largo sueño me gustaría recalcar, últimamente he pensando mucho en mamá, pero ya no duele como antes, es como si me sintiera tranquila de que esté en otro mundo, aunque no tengo idea si se encuentra bien, solo me siento tranquila, cuando me llega esa sensación, evito contárselo a papá, quiero conservar ese sentimiento para mi.


Mis amigas han venido cada día, la mayoría de las cosas han sido muy alegres, digo la mayoría, porque Marco no ha venido a verme, quizá esté ocupado haciendo uno de sus negocios o quizá tuvo que volar a Los Ángeles o quizá no venga más, no le he preguntado nada a Sebastián o a las chicas, quiero fingir que por ahora no me importa mucho, aunque gran parte del día desee verlo.

En lo que respecta a mi cuerpo, ya puedo sentarme un poco más, me han retirado el inmovilizador del brazo, los doctores dicen que se encuentra sano, solo le falta movimiento, mi torso igual está recuperado, aunque aún conservo los vendajes, hasta que empiece a caminar, aún no me dan las razones a detalle por las cuales caí en coma, pero espero pronto me digan.

Son 3:45 de la tarde, Shanon, Lu, Clau y Sebastián se encargaron de decorar mi habitación con muchos ramos de flores de todos los colores, los médicos dicen que me puede ayudar a alegrarme y motivarme más para mi recuperación, por ahora estamos hojeando revistas de boda, ya que dentro de exactamente un mes es el gran día de Clau y Eric, aún hay tantas cosas que preparar ya que dicen que cuando estaba en coma, nadie tenía ánimos de hacer nada, prepararon lo mínimo, pero ahora que estoy despierta, tenemos exactamente 1 mes para organizar toda una boda, Sebastián y mi papá fueron a comprar comida y por cosas pendientes que tenían.

–Este me gusta –señala un vestido de novia, consta de un corsé demasiado sencillo pero elegante con una gran falda estilo imperial, es precioso.

–Sí, es precioso –señala Dani–. Busca algun número o algo para que podamos dar con ese vestido.

–Lo dejaré como una opción –señala Clau–. Es precioso, pero aún tenemos que ver como 40 revistas más y ¿qué tal si me gusta otro?, cuando les dije que si podían conseguir unas cuantas revistas, no me refería a que asaltaran el puesto de revistas.

Todas reímos, aunque a mí me duele el torso y me sale una mueca, Mey se da cuenta.

–¡No hagan reír a Su!, aún está convaleciente.

–Lo sentimos, Su –dice Clau–. Oigan, ¿qué tal si hacemos una boda sencilla? –

Todas detienen el ritmo de la lectura y la miramos atentas.

–¿Estás segura de lo que estás diciendo? –la reprende Shanon–, digo, tú que siempre has deseado casarte a lo grande con Eric, ir a muchos lugares y disfrutar, ¿ya no es eso lo quieres?

–Es que hay muchas cosas que preparar, falta ver lo de los boletos de avión, la recepción, la decoración, mi vestido, sus vestidos, el banquete...¿sigo? –cierra la revista y se levanta–. Él siempre me dice que no importa donde y como sea la boda, si es conmigo hasta en un restaurante sería muy feliz, ¿por qué yo no pienso igual?, digo, lo amo mucho y eso es lo único que importa ¿no?

–Es como tú desees, Clau, sabemos que Eric te quiere mucho y si tú quieres una boda inmensa o muy pequeña, nosotras te ayudaremos en la que quieras, en ambas sabemos que estarás muy feliz –toma la palabra Lu.

–Siempre he soñado con casarme en grande, ustedes lo saben, pero ahora que lo estoy haciendo, me pregunto ¿por qué gastar tanto dinero en una boda inmensa?, el hombre que amo estará a mi lado –encoge los hombros–. Tengo una idea –chasquea los dedos, saca su teléfono y le marca a alguien, pone en altavoz para que todas escuchemos, un tono...otro tono...

¿Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora