CAPÍTULO 21 PARTE 2

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Al día siguiente como siempre nos levantamos en caravana a correr, a las 9:30 Ingrid prepara el desayuno y a las 10:30 a.m. ya está Sebas en la puerta esperándome, me lleva al trabajo y a las 6:00p.m, está nuevamente en la puerta de la cafetería para llevarme a casa, lo hace todos los días sin falta y puntual.


            Ha llegado el 30 de octubre y yo tengo que ir a ver los resultados de mi audición, como es jueves pedí permiso en el trabajo,  me siento emocionada y le platico a Sebastián mis planes, él cordial acepta acompañarme a ver los resultados y me lleva a la academia.

–¿Quieres venir o me esperas? –digo cuando veo que estaciona el coche.

–Te acompaño, quiero ser testigo de tu éxito.

            Entramos a las instalaciones de la academia y frente a nosotros hay un pequeño pasillo, llegamos a una puerta y a un lado de ésta, hay un pizarrón de corcho con las listas de los seleccionados, son 2 hojas rosa pastel con 15 personas cada una.

–Oye –me toma la mano–, estés o no estés en esas listas, quiero que sigas intentando ¿de acuerdo? –me da un lindo beso en la frente–. No te soltaré –me advierte.

–De acuerdo y gracias por acompañarme –sigo los números de los seleccionados con el  dedo de la mano izquierda temblorosa, en la primera hoja no estoy, siento de repente algo dentro de mí que huele a decepción,  reviso la segunda hoja y mi dedo se detiene en la persona número 15,  mi mano cae inerte, coloco mi cabeza sobre el pecho de Sebastián y él me abraza de manera dulce.

–Cariño... –me abraza susurrando en mi pelo.

–Lo hice...pude entrar –mi voz es apenas un murmullo.

–¿Qué dijiste? –se separa apenas centímetros de mí y me toma del mentón obligándome a mirarlo.

–Estoy dentro –susurro y mis lágrimas empiezan a caer de felicidad.

–Sabía que podías hacerlo –me abraza con más fuerza y lanza un grito al aire–. Eres una artista –susurra contra mi pelo.

            Yo tiemblo, todo mi cuerpo tiembla de felicidad y de que no puedo creerlo, ¡estoy dentro!,  mis lágrimas caen y el pecho de Sebastián es mi pañuelo, sus fuertes brazos rodean mi cuerpo de manera dulce y protectora, quiero a este chico y quiero gritarle al mundo lo feliz que me siento en este momento.

–Cariño, tenemos que pasar a la sala de información, si es que fuiste seleccionada –me dice señalando la nota que está debajo de las hojas rosas.

–Sí –logro articular.

–Ven –toma mi mano y entramos a la puerta que está a un lado del pizarrón de corcho, ahí hay 2 escritorios, un librero con muchas carpetas verdes y una señorita joven de pelo negro, ojos oscuros y perfectamente bien vestida, levanta la mirada y nos sonríe.

–Hola, soy Megan, ¿puedo ayudarlos en algo?

–Aparezco en las listas –digo con los ojos lagrimeando.

–¡Oh, felicidades! ¿Cuál es tu nombre?

–Suzanne Hart

Vuelve la vista a la computadora y teclea algo.

–En efecto señorita Hart, usted pasó la audición para cine y teatro musical, ¿puede llenar esta hoja? –me entrega una hoja y una pluma.

–Sí, claro –articulo y noto que Sebas está viendo las paredes que contienen frases inspiradoras–. Sebas –

–Dime, cariño –me mira.

–Necesito mi mano –sonrío.

–¡Oh!, lo siento –me suelta mi mano izquierda y empiezo a escribir–. ¿Eres zurda? –me mira interesado.

¿Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora