CAPÍTULO 29

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Piii...piii...piii... –Sebastián no contesta su teléfono, estoy en la recepción intentando pedir informes del paradero de estos dos hombres pero delante de mí en la fila hay una pareja mayor llenando un formulario con la única enfermera que hay en recepción.

Mi teléfono tiene 22% de batería, solo pido que me dure hasta encontrar a Sebas, intento volver a marcar y espero.

–¡Amor! ¿Dónde estás? ¿Estás bien? –su voz suena algo nerviosa.

–Sebas tranquilo, estoy bien ¿dónde están? Llegué a la habitación de papá y no estaban.

–Tu chofer fue por nosotros, te hablé y envié mensajes pero nunca me contestaste, a tu papá lo dieron de alta a las 8 a.m. ¿Sigues en el hospital?, fuimos a la casa de tu tía y nos dijo que habías estado ahí, estamos en tu casa.

–Sí Sebas, estoy aquí en el hospital... –salgo de la fila y camino al estacionamiento–... ¿Cómo está papá? 

–Aparte de preocupado, muy bien, fue una buena y pronta recuperación... –hace una pequeña pausa–...princesa ¿quieres que vaya por ti? más bien espérame ahí, en un rato estaré ahí.

–No Sebas, no te preocupes traigo un auto, en un rato estaré en la casa, cuida a papá por mi, por favor ¿sí? 

–Sí amor, aquí estaremos esperándote, por favor ven con cuidado.

–Seré cuidadosa, nos vemos en un rato.

–De acuerdo, mi amor.

–¿Sebas? 

–¿Sí, corazón?

–Te quiero –logro articular y siento que sonríe.

–Te quiero más, preciosa.

Presiono el botón "finalizar llamada" y guardo el teléfono, hay tantas cosas que tengo que pensar y tan poco tiempo para resolverlo. Suspiro tranquilamente para liberarme un poco de la tensión, camino hacia el mini y me percato que al hablar con Sebas mi mente se ha tranquilizado, él es como una pastilla efervescente para mis pensamientos, los tranquiliza mientras estoy o hablo con él y cuando no está a mi lado siento que al mundo le falta algo y ese algo es él, me he acostumbrado a su presencia en tan poco tiempo y cuando no la tengo, puedo estar normal, puedo hacer mi vida normal pero lo extraño, es una extraña y loca sensación, ¿será eso el amor?, digo no hay una guía o una definición exacta para saber que es el amor, pero existe el significante de cada quien y para mi ese significado no tiene límites, el amor no es una palabra, es una sensación y esa sensación puede ser pasajera o infinita, por ahora esa sensación con respecto a Sebas, es algo incierta para mi, lo único de lo que puedo estar segura es que quiero que Sebas sea parte de mi vida para siempre.

Estoy tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que me metí en una calle que no era, entro en un par de calles más para encontrar el camino correcto y efectivamente en unos 15 minutos después estoy entrando en la cochera de mi casa, Orson me recibe con ladridos y Sebastián al escuchar, sale por la puerta principal y camina a mi encuentro, apago el motor, me desabrocho el cinturón de seguridad y salgo del coche, Sebas viene caminando hacia a mi y yo camino hacia él.

– Hola am... –antes de que termine la oración, me toma por las mejillas y me planta un beso.

Este beso es el calmante perfecto para todo el cuerpo, deberían empezar a fabricar medicinas hechas de besos, rodeo su cintura con mis brazos, él me suelta las mejillas sin despegar sus labios de los míos y me rodea, abrazándome de manera dulce, mis pensamientos se van haciendo cada vez más pequeños al igual que el aire en mis pulmones, separo los labios de él y hundo mi cabeza en su pecho, nos quedamos en medio del jardín por unos cuantos segundos, disfrutándonos el uno del otro.

¿Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora