Un crujido, escucho un crujido y abro los ojos de golpe, mi cabeza está sobre el escritorio, la luz del día entra por la ventana demasiado intensa, ¡ya es de día!, levanto la cabeza y me incorporo, tengo una manta en la espalda, de seguro John estuvo aquí, ¡ay, cielos! ¿Qué hora es?, busco mi celular y me quedo estupefacta, tengo 24 llamadas de distintas personas, 19 mensajes y 3 mensajes de voz, checo las llamadas y 5 son de el teléfono de papá, 9 de Sebas, 6 de las chicas y 4 de mis tíos, ¡Ay, cielos! el reloj marca las 8:10 a.m., reviso los mensajes y la mayoría son de mis amigas, algunos son de mi familia y otros de Sebas, por ahora le contesto a Mey para que no se preocupen las demás, el resto de los mensajes los dejaré en visto hasta que los vea a la cara, tengo que bañarme e irme a ver a mi padre y a Sebas, ambos deben estar preocupados, me levanto y guardo las cartas en sus respectivos sobres, las meto en la caja en la que estaban y la cierro con llave, la llevo a la puerta principal y la dejo sobre el suelo para que en cuanto salga no me olvide de eso.
Me dirijo al cuarto de mi padre en busca de ropa, él aún conserva ropa de mamá en su armario y yo no tengo ropa de mi talla en mi habitación, así que busco en los cajones de mamá y veo unos jeans y una playera roja con flores, me gusta un vestido corto negro, pero hace frío como para ponerme un vestido, tomo una toalla y entro al baño de la que era mi habitación, tomo una ducha, al salir recuerdo que la última vez que estuve aquí deje 2 paquetes de ropa interior nuevos en mis cajones solo por si algún día los llegara a necesitar, me visto y bajo a la cocina a preparar algo para comer, preparo unos sándwiches para mi y para Sebastián, decido preparar uno extra para mi papá aunque no creo que tenga permitido comer sándwiches en su estado, los envuelvo bien, miro a la ventana en busca de John, en su lugar, al fondo del jardín, debajo del árbol hay una casa de perro, ¿una casa de perro? ¿Papá tiene perros?, guardo bien los sándwiches y me dispongo a salir, llamo a la puerta de John que está en la habitación debajo de las escaleras.
–¿John? –golpeo 2 veces moderadamente.
Silencio
–John –vuelvo a golpear pero esta vez un poco más fuerte.
Nada nuevamente, salgo al jardín por la puerta de la cocina y me alegra ver que todo está como yo lo recuerdo, miro a la piscina y detrás de ésta, hay un Golden retriever observándome, me quedo inmóvil y el perro al notar mi presencia comienza a ladrar, está amarrado.
–Tranquilo, Orson –le dice una voz, esa voz proviene del rosal detrás del árbol, el chico de la voz no lo conozco, quien al verme se sorprende–. Buen día señorita, usted debe ser Suzanne –se quita el guante de jardinería y me estira la mano.
–Hola, si efectivamente soy yo –le tomo la mano–. ¿Y tú eres?
–Derek, mi nombre es Derek –sus ojos cafés me miran directamente a los ojos, tiene un overol de mezclilla y una playera verde sencilla–. Encantado de conocerla, me han contado muchas cosas de usted.
–El gusto es mío y lamento que de mi parte yo no sepa nada de ti, realmente lo siento.
–No se preocupe, nadie hablaría de un jardinero –encoge los hombros y se coloca nuevamente el guante.
–¿Por qué no?
Esa pregunta lo toma por sorpresa.
–No lo sé, me imagino porque soy el que arregla el jardín y nada más, en cambio usted es hija del dueño de todo lo que yo cuido, no soy tan importante como usted.
–De acuerdo, número uno, dime Suzanne, no creo que nos llevemos mucho de edad como para que me llames por usted y número 2, eres igual de importante que yo en esta casa y en todo el mundo, así que no te menosprecies, ninguna persona es especial por el dinero, ni por su clase social, religión y esas cosas, el mundo te necesita ¿no es así?
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¿Destino?
Romansa"Todos nacemos con un lazo rojo, pero únicamente tenemos un extremo, el otro extremo lo tiene la persona a la que estamos destinados y por más lejos o tenso que esté, ese lazo jamás se romperá"...pero, ¿qué pasa cuando llega a ser alterado? ¿Cuá...