La maquina que vivió

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Un chico se enamora de lo que no puede obtener, quiere el corazón de una máquina que sonríe con dolor, pero no puede amar. Tan trágica historia de amor que se ha creado, uno espera sentir amor y nunca lo recibirá porque un corazón que late no es lo mismo que uno que solo se mueve por un cableado. Una historia imposible para ambos donde el calor de tocar sus manos no podrá sentirse de la forma que el desearía, ella sonreirá con la mirada sin vida y los momentos serán recuerdos que causaran dolor. Un deseo se hará de escuchar por un cielo estrellado de una noche misteriosa donde las gotas de la lluvia harán un ruido mágico, las estrellas danzan sobre la joven maquina haciendo de brillar los ojos y recobran vida con la voz dulce ella se despide de quienes le dieron la vida. El camino renace con el amor que es correspondido, sentimientos hermosos se vuelven fundamentales para ambos. El tiempo no es desperdiciado y de él nace otra vida que llega al mundo con más amor de lo que esperaba recibir, un cambio especial se hace notar antes los ojos de los de los maquinistas, pero la avaricia no queda atrás y el ataque no es de esperar, las manos de los destructores asechan a quienes se aman con devoción, la amenaza ya no es un mito si no un hecho que los persigue sin parar. La máquina sin nombre corre en busca de proteger a su amado junto a la criatura creada tras ese amor, huyendo por un bosque solitario se pierde entre las tinieblas que abundan por los rincones sin poder visualizar ningún camino corre por territorios de extremo peligro y sin darse cuenta cae por el acantilado de almas perdida. El amanecer siente melancolía por tan trágica escena que debió contemplar y en un acto de bondad crea un jardín naciente que cubren el cuerpo de la chica máquina que una vez vivió.

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