El joven de mirada triste

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Fue justo en ése momento en qué desperté y volví a la realidad, todo aquél inútil recuerdo vuelve en mí mente justo cuándo creía poder estar en paz por unos segundos todo regresa. Recuerdo á aquél joven de ojos grises qué no tenía nada de brillo ni una sola llama de fuego podría iluminar estos grises ojos, siempre con esa mirada triste era inútil de verlo, pero nadie mas podría hacerlo, solo se encontraba viendo hacia un horizonte solitariamente viendo un oscuro paisaje mientras que aquel joven desperdicia su vida, aquella mirada triste sin duda alguna es lamentable de ver, no se si podría lograr que ese joven se levantará de aquel lugar en el cual se encuentra sentado perdiendo el tiempo, pero extrañamente un milagro llega, una pequeña niña se le acerca con una sonrisa iluminadora pero aun así el joven no reacciona sigue inmune viendo el horizonte, la niña le habla calidamente pero el joven sigue igual, se diría que es algo inútil de seguir tratando pero la niña no se rinde, se pone al medio del horizonte logrando así que el joven se disponga a verla por un segundo, la niña le sonríe y le comienza a hablar y así fue como comenzó todo, cada día la niña iba al lugar donde estaba el joven, le hablaba y le sonreía aunque el joven jamás la mirará ni mucho menos le mostrará un sonrisa ella igual le acompañaba, los años pasaron y la pequeña niña fue creciendo rápidamente hasta ser una jovencita aún siendo fiel a ir a acompañar a aquel de mirada triste, para el joven los años seguían igual que siempre, la joven siempre lo visitaba pero aún así el joven nunca quito su mirada del horizonte, pero a ella no le importaba con tenerlo cerca bastaba. Los años siguieron pasando y él joven ya se había acostumbrado a tener la presencia de alguien a su lado, pero como nunca apartó la mirada del horizonte jamás apreció los cambios qué la joven experimentaba ni él pasar de los años, hasta que un día dejo de ver el horizonte, la voz que siempre escucho ya no estaba aquella voz tan cálida no estaba a su lado, el joven se levantó y fue a buscar a la persona de esa voz cálida lo que vio lo hizo reaccionar...la joven ya anciana se encontraba rendida cerca de un árbol era evidente estaba muerta, el joven se acercó y la vio de cerca en aquél rostro de ella permanecía esa sonrisa iluminadora, el solo la miro pero en aquellas manos arrugadas había algo, el se acercó y liberó el objeto para darse cuenta que era una carta, la miro por un momento y abrió la carta, la leyó lentamente para así comenzar a derramar lágrimas en esa carta escrito estaba

"Aunque nunca me notaste ni me hablaste tú compañía fue lo mejor qué pude tener en esta vida, gracias por nunca alejarte de mí"

Una carta qué relata lo contrario, ella era al qué él debía agradecer, pero era tarde el tiempo lo desperdicio viendo un horizonte de oscuridad, lo inútil de ver un horizonte sin vida esta en que nunca te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, es lo que causa un lamento eterno imposible de calmar, llorando entre un cuerpo sin vida sé encuentra éste joven de mirada triste.

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