El chico detrás de la puerta

83 20 2
                                    

Podía ver siempre esa puerta fría y sin color desde afuera, no se escuchaba ningún ruido tampoco un signo de que algo con vida hubiese detrás de ella pero lo cierto es que nada es lo que parece en esa distante y lejana perilla uno podía ver que alguien estaba oculto detrás de la puerta, solo era un chico cualquiera que se ocultaba dentro, no había mucho por decir de lo que hacía a simple vista notábamos como permanecía sentado por horas mirando tras de una ventana la caída de las hojas de aquel árbol de otoño, entre su silencio el miedo se apoderaba de si mismo hasta volverlo gritos ahogados que nadie llego a escuchar, solo era un muchacho joven que se ocultaba entre las paredes de una habitación fría permaneciendo en una soledad tan triste que daban ganas de llorar. El lugar era tan callado que ni la respiraciones de el podía ser escuchadas era como el susurro del una ventisca que solo pasaba en un segundo pero no volvía a llegar así era su silencio, por mas que tocara esa puerta nadie se atrevía a mover la perilla para saber si en realidad era su encierro hacia la melancolía o solo esperaba su salvación del dolor, muchos miraban pero nadie tenia aquel valor de poder saber la verdad de aquel que solo miraba eternamente una ventana, así la primavera nunca se apareció aquel joven tampoco en el verano ni el invierno parecía que se dejaba atrapar entre una manta oscura donde la luz del sol nunca llegaría a su ser, entre el temor y la curiosidad alguien tomo la perilla y abrió esa puerta para descubrir que entre la oscuridad de ese territorio deprimente se encontraba un cuerpo sin vida de lo que fue aquel joven, entre su mirada solo había una profunda melancolía que parecía haberlo ahogado hasta la muerte, sus manos estaban tan frías mucho mas que el hielo mismo, tampoco había color en su mejillas estaba tan pálido que parecía haber muerto al nacer, muchos se cuestionaron tanto con tantas preguntas y dudas que no llevaban a nada, ese chico esperaba que uno de nosotros fuera a salvarlo antes de que fuera tarde ese era su único deseo, esa puerta siempre estuvo abierta para cualquiera pero nadie se atrevió a abrirla, el espero pacientemente mirando con algo de esperanza a través del cristal de la ventana pero nadie llego a tiempo, su cuerpo se fue consumiendo hasta no quedar ni un rastro de vida.

Cuentos de personasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora