Cuentos de personas

Historia no olvidada

He escrito miles de canciones, busqué por lugares que desconocía por completó pude encontrarte danzando a la oscura noche qué reina entré él cielo estrellado. Una historia nació entre nosotros parecía ser un sueño tan encantador que dolía el despertar, cuándo la vida nos juntó cada paso que daba era un segundo de eternidad que quería recordar en mis memorias era tan hermoso el sonido que entregaba las notas musicales que vivimos cuando recorríamos senderos de lugares misteriosos para ambos, tan maravillado estaba que alejaba la realidad de mis pensamientos todo era un paraíso. Nuestras manos entrelazadas guardaban una historia que deseaba ser contada, bailamos en una lluvia larga que con cada salpicar de esas gotas de agua nacían nuestros besos, un futuro muy bello era lo que deseaba con la alegría de estar a tu lado, nos casaríamos en el mismo día de primavera de habernos conocidos, compraríamos una casa a lo lejos de la ciudad de los sueños para vivir en armonía y de ese amor nacería un bebe que amaríamos con todo el corazón, lo veríamos crecer lleno de amor para ser nuestro orgullo que cantaba cada canción que nosotros recitáramos a la hora de enseñarle el mundo maravilloso que él iba a conocer, pero la música del piano acaba con su sonido vuelve a regresar el silencio doloroso que siento cuando miro a ese lugar donde siempre me observabas tocar y ahora aquel lugar esta vació dejando solo el recuerdo de algo que ya no será posible debido a nuestras peleas infantiles donde tuvimos que separarnos para ir a cumplir cada anhelo que deseábamos realizar, los años pasaron entonces tú ya no regresaste y me quede atrapado en la ilusión de volverte a ver cegado por imágenes de un futuro que nunca estaría a mi disposición. Un día volvimos a encontrarnos en aquel lugar donde nos vimos por primera vez solo que ahora ya no estabas sola esta vez eras acompañadas por la persona que estaba prevista en tu destino, una dolorosa sonrisa pude dar a la hora de decir un adiós que sería el último que nos daríamos y ahora solo quede con el sonido de las teclas sonar relatando una vez más misma historia que nunca podré sacar de mi mente.