Un demonio se enamora de un ángel del cielo, siendo pecador por querer lo que no se puede obtener arde en la agonía de las llamas del amor que es imposible, un sentimiento crea un sufrimiento que nunca creyó sentir con tanto dolor. El ángel reacciona a la tentación de dejar ir sus emociones, experimentar lo que es arriesgarse a ser un pecador por primera vez con su deseo de probar una experiencia de otro mundo comienza a bajar de manera lenta hacia el territorio de la perdición. El demonio camina con seguridad sobre las escaleras para llegar donde el ser amado, recorre los caminos más peligrosos solo pensando en cómo podría ser besar a uno de los hijos de dios ¿aquello podría llevarte al paraíso? ¿Podría darte esa calidez? Mientras caminaba se formulaba varias preguntas, por otro lado, un ángel caminaba por los demás caminos que golpeaban con fuerzas sus alas y sin poder volar debía caminar sobre las espinas de las rosas marchitas ante la caída de varios hermanos suyos tras de una batalla, sin embargo, aún si el dolor era demasiado para su cuerpo frágil seguía pensando que pasaría si los dos se encontrarán en cómo sería besar a unos hijos de un desterrado ángel ¿aquello podría llevarte a caer en la tentación? ¿Podría transmitir ese deseo de pecar sin arrepentimientos? Para ambos todo era un misterio, pero no les importaba era más fuerte la necesidad de tener ese contacto con el otro que ya nada importaba. El cielo en llamas comenzó a arder antes la desobediencia de uno de los suyos, mientras el infierno se ahogaba en las súplicas de las almas agonizando por el caos que se estaba por iniciar, ambos reinos no podrían detener a los amantes perdidos tras la flecha del amor creada por alguien caprichoso y nadie puede interferir contra los caprichos que crea el destino. En la torre del infierno celestial los ojos azules llenos de purezas se encuentran con los ojos amarillos llenos de pecados inimaginables y sin pensarlos ambas figuras se acercan perdiéndose en la mirada del otro, en ese momento no importa a que bando pertenece cada uno no existe ni un bien ni un mal, solo ellos condenados a quererse por una eternidad que no tendría fin, las últimas plumas caen de las alas de un ángel caído mientras los colmillos de un demonio terminan en los labios de un pecador celestial dando así inicio a la creación del ser humano.
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Cuentos de personas
Short StoryHistorias cortas que relatan emociones de personas de distintas maneras. Puede que algunas vayan sobre la visión del mundo que tengo, otras irán sobre ciertas emociones que solemos sentir a veces en la vida, algunos de mis personajes pueden ser repr...