Después de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro.
Sin embargo, esto...
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Entramos al privado de Edén y sonreí al ver a Jack dentro, saludé a Edén.
- Hola, amigo ¿listo?
- Ni lo menciones. - apenas había dicho unas palabras cuando apareció María.
- Hola Gib - se acercó a mi y me besó con la misma ternura de siempre, rió nerviosa cerca de mi mejilla y sonrió - me da mucho gusto.
- A mi también me da gusto. - mira te presento a mi novia Samantha.
- Hola, María José Hassán. - hace un ademán con la mano, a lo que frunzo el ceño esperando que Sam responda.
- Ay perdona, ando demasiado distraída - sonrió a modo de disculpa - gusto en conocerte, soy Samantha Anderson.
La mira de pies a cabeza y me mira a mi - Espero que tengas mucho éxito en tu carrera de hoy Gibby, es costumbre verte ganando siempre, dudo que sea la excepción, ese Furst es una papa - me guiñó sonriendo y yo sonreí nervioso.
- ¿Gibby? - entonces se tornó seria.
- Ahora no, Sam, ésta es mi noche - dije emocionado mirando el aeródromo, suspiré con las manos en los bolsillos cuando vi que estaban acomodando mi coche en la salida
- ¿Nervioso el rey de las 6 cuerdas? - me dijo en tono burlón - Un hombre sabio me dijo que si esto es lo que te gusta ya lo tienes, así que toca divertirte.
- No estoy nervioso, me emocionan éstas cosas, solo estudio la pista, no había corrido acá, la última vez que corrí fue en Madrid hace 8 meses.
- Y no me invitaste - dice con fingida indignación.
- Si te hubiera conocido - dije ladeando la cabeza, miro mi reloj - bueno, vamos con los chicos que tengo que saludar y Edy tiene mis guantes. - la tomé de la mano y fuimos al palco principal del aeródromo - saludos, el campeón va a bajar para ganar ésta noche y pasar la final - dije gustoso, mis amigos me aplauden.
- Muy bien amigo, dales con todo - Edy me lanza los guantes, estrecho manos con mis banda, con las chicas, Barbara me miró sonriente.
- Te desearía suerte pero no la necesitas. Aún así ten cuidado, nunca hace falta el que quiera jugar sucio.
- Muchas gracias, prima, quiero escuchar tus gritos ¿de acuerdo? - y finalmente, me acerqué a ella - ¿algo más qué decir antes de que baje?
- Te quiero puntual en mi boda - me besó la mejilla - dicho eso, hazlos pedazos, Gib.
- Bien - miré a Sam y sonreí, me acerqué con mi pose de macho alfa - ¿y tú? ¿qué me vas a decir? - le dije sonriendo.
- Cuando ganes la carrera, ve directo conmigo ¿si? No mires a nadie más, solo búscame y por lo que más quieras, no dejes que te golpeen ni nada ¿me oyes? Te quiero sin un rasguño.
