Después de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro.
Sin embargo, esto...
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- Tu cooperatividad no te está dando demasiados puntos, muchacho - volvió a sentarse - Diles que vengan lo más pronto que les sea posible para que hablemos, a solas, sin los apresurados críos.
- Papá está aquí, mamá llegará en unas horas, tendrá que encargar la seguridad nacional por el momento, por cierto, no se preocupe por la boda - aunque él tiene cara de estar consciente de que no lo está - todo está listo, todo corre por cuenta del novio, señora Raymond, tiene que ver el vestido de Baby Ray, mi hermana ha dicho que lucirá como lo que es, una princesa - me guiña el ojo mientras toma el móvil para hablar con mi mami suegra.
Gracias al cielo esto salió mejor de lo que esperaba, aunque muero por rascarme el brazo y no puedo.- Por cierto, papá me gustaría que antes hables con el tío Dennis, lo menos que quiero para mi boda es un problema.
- Yo me haré cargo, no te preocupes. - se adelantó mamá a responder.
- Graciaas, mami.
- Listo, mamá viene para acá, papá llegara en 15 minutos, supongo que bastará primero hablar con él. Señor Raymond.
- Insisto, demasiada cooperación la tuya. Bájale a tu ritmo.
- ¿Quiere las cosas difíciles? Puedo optar por eso
- Ejem - dijo mamá - Será mejor que no tientes a tu suerte, Renan. Por ahora vayan a la sala en lo que mi esposo y yo nos hacemos cargo de lo demás - lo miró - ¿cierto, cariño?
- Oui - respondió tajante, fue el primero en retirarse.
suspiró - Te lo advetí.
- Bien, mi papá se deshará de unos paparazzis y vendrá, salio mejor de lo que creí.
- Ahm... yo todavía no cantaría victoria - aconsejó siguiendo a papá.
- Por lo menos no sacó el arma - murmuré.
- No tengo miedo, es real.
- Eso es bueno pero mi mamá tiene razón, no tientes a la suerte ¿si? Vamos bien.
- Me gusta ser claro, si eso no te gusta puedes declinar, no voy a cambiar para agradarle a tu papi.
- Oye, tampoco dije eso
- ¿Ves? Así soy, no lo puedo evitar - se asomó por la ventana - mi jefe está aquí.
tragué saliva e inevitablemente me rasqué el brazo - Esperaba que se tardara un poquito más.
- Deja de rascarte Barbara, apuesto a que será interesante la charla - ambos nos acercamos a la puerta, abrí para mi papá suegro y este miró a Renn.
- ¿Está todo bien, campeón?
- Si pá, entra. - estaba a la defensiva, lo vi en su porte, mas rudo del que por si proyecta, el ceño fruncido y con el puño listo por si acaso, Renn es una copia suya en joven, sin duda.
