Después de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro.
Sin embargo, esto...
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Me alegró mucho que Edén usara la cabeza para lo que se debe y me hubiera traído a un hospital diferente al de la tía de la chivata traidora, así voy a llamarla cuando sea necesario hablar de ella, me vendaron las costillas y me dejaron salir del hospital. Al despertar me encontré con la mirada penetrante de Danthe, entrecierro los ojos un poco tratando de descifrar sus próximas palabras.
- ¿Ronqué? - niega.
- No, dormiste bien, aunque creo que estabas teniendo pesadillas.
- Normal - asiente levemente con los ojos cerrados.
- Creo que si.
- ¿Estuviste despierto toda la noche mirándome?
- No te hagas el guapo, Fer, estaba pensando.
- Creo que eso se te da fácil. ¿cómo estás?
- Esa pregunta quiero que me respondas.
- Ahora no.
- Ahora si - me señala - me vas a hablar sobre lo que sientes, sabes que ahí dentro te vuelve loco, sé que tuviste una noche difícil...
- De las más difíciles que he vivido para ser exacto - y como es listo, ya le estoy contando mis pensamientos.
- ¿Estás enojado porque se trata de Ryan Furst o porque realmente amas a Samantha?
- Ni siquiera me la menciones, siento que me aprieto una bola con el zipper cada que la mencionas.
- Bien - encoje los hombros - la llamaremos ojiazul.
- Traidora le queda mejor.
- Deja los calificativos, Fer.
- ¿Acaso ojiazul no es un calificativo? - elevo las cejas, se queda callado - traidora.
- Bueno, cuál es tu molestia en sí.
- No lo sé, supongo que es porque es Furst.
- Gustas de engañarte ¿verdad?
- Deja de comportarte conmigo como si fueras un maldito psicólogo.
- Es que la respuesta real es "es por ambos, porque él es hijo del maldito que me jodió la vida y aparte porque amo a la traidora"
- Bueno, pareces saber más de mi mismo que yo.
- La realidad es que si, porque lo veo desde un punto objetivo ¿no la vas a perdonar?
- No. - le digo negando rotundamente.
- Fer, ella no sabe que puedes protegerte, Daniel está del otro lado del pasillo con una costilla rota y el cuello lastimado porque te pusiste muy idiota anoche, creí que ya te controlabas.
- No puedo.
- ¿Qué fue lo que hiciste los dos años que te fuiste?
