El golpeteo de mi cara sobre el lomo del caballo fue lo que me hizo reaccionar, apenas y abrí los ojos y me encontré con mis enanos amigos tirando de las riendas del comandante.
- ¿A dónde vamos? - apenas y pude decir.
- Pues a tu casa, ni modo que a dónde, otro poco y te caes del caballo, estás bien alcoholizado.
- Dime algo que no sepa.
- Bueno, lo siguiente era decirte que se te cayó tu cartera y se abrió y apareció la cara de una chica blanca de ojos azules ¿es por ella por quién lloras?
- No lloro.
- Estabas llorando, no tienes que sentirte avergonzado, dice mi papá que eso pasa cuando uno siente amor y la otra persona no tanto.
- Lo malo es que ella nunca sintió nada - suspiré - quedé como un vil idiota.
- ¿Estás seguro de que no te ama?
- Seguro - asentí sobre el lomo del caballo, no me quiero ni mover.
- Podrías estar equivocado, las muchachas del mercado dicen que usted y su hermano son como las joyas de éste pueblo, cualquier mujer daría lo que fuera por ser correspondida con cariño por parte de un Palacios, eso incluye a sus primos, por cierto.
- ¿Las mujeres de aquí hablan de mi y de mi hermano?
- De a montones patrón, todas quieren trabajar en la hacienda para ver si en una de esas, con mucha suerte, dicen ellas, tal vez y solo tal vez, lo vean bajar a desayunar en calzones como acostumbra. - fruncí el ceño.
- Achis, no estaba consciente de que tenía esa maña.
- Pero ellas si.
- Bueno, al final no importa, yo solo quiero a una, y a esa una le importa una mierda que yo la ame.
- Pero no por eso se va a dejar a la perdición patrón.
- Qué importa, en una de esas me rompo bien el hocico, se me quita lo borracho y de paso lo tarugo... ¿ustedes dónde viven?
- En la hacienda, vivimos cerca de los agaves.
- Me gusta ese lugar, me gustaba ir ahí cuando era niño.
- Podría seguir siendo su lugar favorito, cuando se le baje la borrachera mañana, vamos ahí, está rete bonito. - me dijo el niño más pequeño muy sonriente.
- De acuerdo. - dije sin muchas ganas. El camino a casa no sé si fue corto o largo, el punto es que cuando volví a abrir los ojos, Salvador y mi papá me estaban bajando del caballo, me entró la nostalgia, soy un mal hijo y un pésimo hermano. Al momento de bajarme. no sé si mi papá o Salva me apretaron las costillas, me quejé al grado casi de chillar.
- ¡Gib? - mi papá me miró con el ceño fruncido, después levantó mi playera y me vio el vendaje, me miró enojado, tragué saliva. - ¿quién te hizo ésto?
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▬SHOOT ME DOWN: OR RUN AWAY WITH ME ▬PARTE 1.
Novela JuvenilDespués de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro. Sin embargo, esto...