Después de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro.
Sin embargo, esto...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Gracias - dije queriendo fingir alegría.
Me conoce, eso pasa cuando dejas que alguien atraviese la muralla de tu alma, me miró extrañado - ¿Estas muy cansada? Si es así, te llevo a casa, no es obligatorio que vengas conmigo. - ¿Por qué mejor no me dice que se viene a casa conmigo y me abrazará hasta que amanezca mientras pienso como mandar a Ryan a la mierda sin que salga herido?
Piensa en algo Samantha. Tic toc tic toc - Ehh -genial, quédate medio muda - ¿Y si primero vamos por algo de comida? - que tonta excusa.
- De hecho quiero llevarte a un lugar, mi carrera es a la media noche ¿vamos? - dice mientras abre la puerta, miro a Jack.
- Yo iré al aeródromo a buscar un milagro, que diga, un beso entre velocidad. - y se fugó con Jessica ya arriba del coche.
Claro, déjenme a mi suerte. Si Texas tuviera vida propia se sentiría muy decepcionado de mí, puedo asegurarlo. Acepté la oferta de Gib y subimos al auto, todas las ideas que se me atravesaban por la mente durante el recorrido obtenían una X enorme en rojo. ¿Por qué tengo que ser tan cobarde?, ¿por qué Dios mío?
Condujo veloz probando el carácter del coche que se nota que conoce, amos veníamos en nuestro rollo hasta que él rompió el silencio - Nunca había subido a una mujer a éste coche. - me dice en forma seria.
- ¿Ah no? ¿Por qué?
- No lo había ameritado, eres la primera, ni siquiera Aihnoa se ha subido.
Ya por favor no me torturen - Entonces lo consideraré como un honor - que no debería tener.
Suspiró y asintió, se detuvo y me di cuenta que estábamos en la playa - Mi papá dice que los recuerdos malos se cubren con recuerdos buenos, y que los lugares que un día significaron dolor para nosotros, podrían subsanarse por momentos de paz y tranquilidad, después de que Sandy se fue no volví al mar hasta ese día que vine aquí contigo, la ultima vez que regalé un stich fue a Sandy, no pretendo llenar ese vacío contigo, solo crear recuerdos mejores y tener los buenos de mi hermana solamente, y tú me has ayudado mucho con eso, y agradezco el hecho de que la vida no me haya dejado elegirte, y me haya traído acá para conocerte.
- Qué lindo - dije viendo hacia la ventana. Estoy a nada de romper en llanto, juro que sí.
- La vida no me dejó elegir, solo te puso y ya, nada llega por casualidad, Sam, solo son personas que nos dan alegrías y dolor, ambas o solo alguna, y... Después de tanto tiempo, me siento bien. - se bajó del coche y me abrió la puerta, no me quiero bajar, solo quiero decirle la verdad pero cuando lo miro a los ojos, me arrepiento.
- ¿A qué vinimos, Gib?
Me tomó de la mano - A valorar nuestros silencios - se sentó en la arena y yo hice lo mismo, como cuando quiere que pienses en él hasta cuando hay silencio, gracias Gib, no suficiente con tenerte tatuado en mi mente.
