13. Vas a ser mía esta noche.

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Taylor.

El mes estaba a punto de acabar, y durante todo ese tiempo Marlene se había mantenido alejada de mí. Lo que significaba que habían pasado veintiún días desde la última vez que hicimos el amor.

Al principio creí todas sus excusas. Después se volvió algo tan evidente el hecho de que me estaba evitando que no supe qué hacer y la dejé tranquila. Pero ya había alcanzado mi límite, no lo soportaba más, quería tocarla. Y mi deseo aumentó al verla con ese vestido que marcaba todas sus curvas.

—Parece que se llevan bien —Marlene apuntó al frente. Mi primo estaba diciéndole algo a Jessica cerca del oído. Estaban en su mundo, y no se daban cuenta de que no podíamos escucharlos, pero si verlos.

Alfredo estaba siendo atrevido, lo que quería decir que en serio le gustaba Jessica.

Por primera vez en mi vida imité a Alfredo, me acerqué a Marlene y susurré cerca de su oreja con voz gruesa—: Hoy no vas a escapar de mí —besé el lóbulo de la misma y sonreí cuando sentí su cuerpo temblar. Luego suspiré aliviado porque todavía lograba causar ese efecto en ella. Moví mis cejas una y otra vez para molestar a Alfredo.

—Yo no escapo de ti —se defendió nerviosa—. Te mueves mucho —con sus dedos ordenó mi cabello.

—Ya llegamos —avisó Jessica. Salió tan rápido que parecía que estaba huyendo de mi primo.

—Vamos —dijo Marlene. Coloqué una de mis manos en la parte baja de su espalda para guiarla a través del jardín.

—Es una hermosa decoración —admitió mi acompañante, refiriéndose a las luces que colgaban de los árboles y las que estaban suspendidas encima de nosotros.

—Vamos a saludar a la anfitriona —sugerí, al verla cerca de un pequeño escenario decorado con rosas rojas.

—Mejor esperemos que no haya tanta gente a su alrededor.

—Debes ser más sociable, Marlene —su inseguridad me desconcertaba. Ella era hermosa y poseía un aura agradable; todo el que la conocía quedaba encantado, y aun así continuaba siendo tímida.

—Yo estoy de acuerdo con Marlene —intervino Jessica—. Mejor sentémonos un rato, ya luego la saludamos.

—Yo opino lo mismo —dijo Alfredo.

—Traidor —dije en voz baja para que nadie me escuchara. Fueron tres contra uno, así que, tuve que obedecer la petición de la mayoría.

Luego de unos minutos, con la mirada le indiqué a Alfredo que me acompañara cuando me puse de pie.

—Iremos a saludar a algunos amigos —informé antes de retirarnos. Pasamos entre algunos invitados y esquivamos algunas mesas hasta que nos encontramos lo suficientemente alejados de las chicas.

— ¿Qué quieres? —Interrogó disgustado—. ¿Ya me vas a decir que función tengo en tu plan?

— ¿Cuál plan? —Cuestioné con gracia para incomodarlo.

—No actúes como despistado —exigió molesto.

—Necesito que te mantengas cerca de Jessica, no te alejes de ella aunque se esté acabando el mundo —tuve que acercarme a él cuando subieron el volumen de la música—. Es una tarea fácil, ya que ella te gusta.

—Presentí desde un principio que estabas tramando algo —confesó, mientras se colocaba a un lado para cederle el paso a unas personas.

—Las estrategias no sólo se aplican en los negocios.

—No entiendo.

—La mejor forma de culminar una fiesta es con la compañía de tu pareja —expliqué con tono pícaro.

—Continuo sin entender —admitió. Observó la mesa donde se encontraban nuestras acompañantes, y volvió a prestarme atención.

—Marlene es una mujer inteligente —sonreí al decir eso, pues esa era una de las cualidades que más me gustaba de ella—. Debió suponer que iba a querer estar con ella después que acabara la fiesta, como siempre, y le pidió a Jessica que nos acompañara para tener una excusa valida por la cual no poder irse conmigo al finalizar la celebración.

—Y ahí entro yo —Alfredo suspiro.

— ¡Exacto! —Señalé a Jessica—. Si estás con ella, Marlene no va a poder escapar de mí.

—Estaba a punto de halagarte por prever su estrategia, pero no quiero aumentar tu ego —empezó a caminar en dirección a ellas—. Te voy a ayudar.

—Marlene, vas a ser mía esta noche —dije en voz alta, mientras seguía a Alfredo.

***

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Espero que lo disfruten.

[Completa] ¿Yo me opongo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora