Capítulo 3

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Gianluca resopló. Odiaba profundamente cuando Theo empezaba a decir que él la amaba, porque no era cierto. No aceptaba que podría ser verdad...

- Tú tal vez por tener esa gran cabeza de burro no te das cuenta - continuó Theo y Gian lo fulminó lentamente con la mirada - Pero yo creo que la amas tanto como ella te ama.
- Si vas a seguir con este absurdo, entonces te sugiero que salgas por esa puerta ahora mismo - dijo señalando con el dedo la dirección.
- ¡No intentes negar algo que es evidente y que sólo tú no puedes ver, Gianluca!
- Ah, sí. Dado que eres un experto en cuestiones de amor, ¿por qué no me cuentas cómo llegaste a esta brillante conclusión? - Le preguntó con irritación, levantándose también.
- No tienes ninguna rabia cuando habla o mira a ella - Gian rodó los ojos, resoplando suavemente.
- Puedo fingir muy bien.
- Sientes celos...
- Es lo que se supone que el novio de una mujer hermosa siente cuando otros hombres la miran.
- ¿Alguna vez has sido infiel?
- ¿Qué? - Preguntó con una mezcla de sorpresa, como si no esperase esa pregunta.
- Le pregunté si alguna vez la engañaste con otra.
- No - susurró.
- ¿Y por qué?
- ¿Cómo "por qué?"? - Preguntó en un tono de burla tratando de disimular cierta desesperación que le invadía - Si quería mi venganza tenía que dedicarme a tiempo completo, no puedo distraerme con tonterías. De todos modos nunca he sido del tipo aventurero.
- Sí, claro. - Theo dijo con incredulidad. - Lo que yo quiero que pienses es esto, Gian... - dijo acercándose al amigo y poniendo una mano sobre su hombro, hablando tan serio como un padre con un hijo rebelde – Todavía tienes tiempo para considerar poner fin a todo eso antes de que sea demasiado tarde.
- Me hice una promesa a mi madre... No voy a volver atrás con mi palabra. - Gianluca fue a su escritorio, se puso las manos en la madera y quedándose de espaldas a Theo.
- De acuerdo... - abrió la puerta, pero antes de irse le dio una última advertencia: - Pero algún día todavía dirás cómo te arrepientes de no haber escuchado mis palabras. - Y salió cerrando la puerta.

Gianluca bajó la cabeza y suspiró. Lo que más le molestaba era que Theo podría estar casi en lo cierto... Quería su venganza, pero antes de conocer Melanie pensaba que todo sería más fácil, antes de verla por primera vez él jamás había considerado el hecho de que podría desarrollar algunos buenos sentimientos por ella. Por supuesto que tenía cualidades y defectos como cualquier ser humano, pero no tenía por qué ser inteligente, divertida y cariñosa, y tener ese hermoso par de ojos y el cuerpo curvilíneo que llamaba su atención. ¿No podía ser aburrida, tediosa, fea o totalmente sosa por dentro y por fuera para hacer su trabajo más fácil?... Pero Gianluca sabía que podía negar cualquier sentimiento, excepto que se sentía atraído porque eso sí, sería una mentira. Ella le quitaba el aliento, incluso cuando sólo pensaba en ella, y eso a veces le daba miedo, pero él mantenía esa sensación en lo más profundo de su ser.

¿Será que lo que juraba ser atracción, ya no era solamente atracción?...

*****

- ¿En serio que no puedo mirar ni el diseño de mi vestido? - Melanie Le pidió a Jade que la fulminó con la mirada.
- Si me hablas otra vez sobre un vestido que no sea de una cliente, juro que voy a lanzar el florero de flor en ti.
- ¿Y vas a hacer el vestido de mi funeral también? - Le preguntó riendo y su amiga se limitó a sacudir la cabeza.
- En lugar de preguntarme sobre ello, ¿por qué no me dices cuándo vas a presentarme a su futuro marido? - Jade puso un vestido en la percha y luego la miró.
- No sé, depende de él.
- ¿Al menos ya conoció su familia?
- No... - murmuró haciendo una mueca.
- Estás saliendo con el chico durante un año y medio, se casarán y ¿él ni siquiera conoce tus parientes? - Melanie Se movió los hombros y miró con cara de "pues sí, ¿qué puedo hacer?" - ¿Por lo menos tú conoces su familia?
- No tiene familia. Sólo unos pocos primos y tíos que no tiene mucho contacto.
- ¿Conoces a alguien de su vida?
- Su mejor amigo, Theo.
- ¡Ah, qué bueno! Tú conoces su mejor amigo y ¡él ni siquiera me conoce todavía! ¿Cómo puedo dejar que mi mejor amiga se case si yo no sé si apruebo el novio? – Mel rió. - Yo no quería conocerlo sólo en el día de la boda.
- Te prometo que voy a hablar con él al respecto.
- ¿Cómo él puede decir que te ama si actúa como si no se interesa por las personas de su vida?

Melanie suspiró y su rostro se puso triste. Jade se acercó y cuando se detuvo frente a ella puso una mano en la cadera. Esta pose indicaba a Elise que ella iba a preguntar algo y ella que no se atreviese a tratar de ocultar la verdad o mentirle.

- Está demasiado ocupado a causa del trabajo, no es que no se interesa. – comentó.
- Muy bien, eso explica algo, pero no la cara triste.
- Nunca dijo que me ama... - respondió incómoda.
- ¿Cómo es? - Preguntó Jade, enloquecida apoyando la otra mano en la cadera.
- ¡No es para escándalos! - Melanie reprendió.
- Pero ¿cómo es posible?, ¡Señor del cielo!
- A él sólo no le gusta hablar, ¿sabes? ... Él es reservado y no le gusta hablar de sentimientos, pero él me muestra y creo que esto es lo más importante.
- ¿Y tú? ¿Le dije que lo amas?
- En realidad, yo estaba esperando el momento adecuado...
- Oh, Dios... - murmuró Jade - Si es así, entonces está bien. Todo bien...

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