Gianluca estaba en la habitación, miró en el espejo mientras vestía la camisa, ya era hora de volver a la galería. Después de abotonarse el último botón, frunció el ceño. Tuvo la clara impresión de haber oído un ruido procedente de la sala de estar, y luego decidió que era mejor verificar si algo estaba pasando. Caminó a zancadas, pero cuando llegó...
Se detuvo en la puerta.
Era Melanie. Jamás imaginó que después de todo lo que había pasado cuatro días antes de que ella estaría allí, por lo que su sorpresa no fue la más agradable. Se miraron el uno al otro durante unos segundos y se preguntó qué ella estaba haciendo allí, después de todo, no esperaba verla tan rápido, aún más a juzgar por la expresión vacía que estaba en el momento de la condujeron al interior del hotel.
- ¿Qué quieres Melanie?
- He traído tus cosas. - Habló fría.Sólo entonces se dio cuenta de que tenía una bolsa de basura en sus manos. Y poco después de hablar, la tiró en el suelo entre ellos como si realmente para ella sólo se tratara de basura. Pero había algo más... La forma que miraba, no era triste, sus ojos eran un poco enojados, pero no sólo eso, era algo que él aún no podía entender.
Él se acercó al sofá donde ella había tirado la bolsa y miró a Elise, su postura de cierta manera lo asustaba. Estaba demasiado controlada, su cara no mostraba que estaba tranquila, pero tampoco se mostró inquieta. No parecía nerviosa y lucía como si fuera superior a él y todo lo que había hecho... Estaba bien arreglada, con una blusa roja, pantalón ajustado y botas que la hacían un poco más alta para mirarlo a la cara casi en la altura de sus ojos con esa pose arrogante.
- No necesitaba más de eso en mi apartamento... – ella empezó a explicar – Pero tal vez no esté todo allí. Algunas cosas pueden haber caído en la calle o en el fuego por accidente. - Él levantó una ceja, ¿ella estaba provocándolo?
- ¿Eso es todo?
- No... - ella tomó la bolsa que estaba en la silla y sacó un montón de papeles que luego él identificó: eran sobres de cartas, varios de ellos, atados con una cuerda, entonces Melanie los tiró en el sofá. – Son para ti. Las cartas que mi padre... – se detuvo cerrando los ojos y luego los abrió mirándolo irónicamente – Que TU padre te escribió todos estos años. Cumpleaños, navidad, ocasiones especiales. Todo lo que se escribió, pero por alguna razón nunca llegó a ti y que fueron devueltos por correo... Pensé que te gustaría leer ahora que vas a estar solo... Y eso es todo lo que tendrás, ¿no es así? Será capaz de pasar mucho tiempo leyendo, ya que 26, 27 años en cartas. Debe dar como 150 o incluso más.Ella dio tres pasos, se acercó a él de brazos cruzados sin dejar de mirarlo a los ojos. Fuera quien fuera esa mujer que estaba delante de Gianluca, no se parecía en nada la que dejó llorando. Simplemente no se veía más como Melanie. O ella había cambiado de la noche al día o ella era mucho más fuerte de lo que podía imaginar.
- Espero que sus decisiones han valido la pena, Gianluca.
- No puedes imaginar cuánto tiempo esperé para esto... - ella sólo dio una sonrisa de lado sin mostrar los dientes.
- Me alegra que pienses así. Qué bien que todo resultó ser tan bueno para ti... Espero que su venganza esté siempre a su lado cuando necesitar para el resto de su vida. Después de todo, era todo lo que más querías.
- Vaya directo al grano.
- Si piensas que arruinaste mi vida te equivocaste. Yo no me voy a dejar afectar a causa de lo que me hiciste... No puedo ni odiarte porque era y es tan infeliz que sólo me das pena y nada más.Él entrecerró los ojos. Eso le causó cierta ira. ¡Sólo podía estar mintiendo! ¿Cómo no le importaba nada? Cualquiera en el mundo podría estar en la peor condición posible y ella estaba allí, delante de él, y más que eso, enfrentándolo y esto le hacía hervir la sangre. Había prometido a su madre que le haría sufrir y ¿no había sido capaz de todos modos?
Melanie Vía la rabia que él llevaba, pero se dijo a sí misma que no iba a detenerse. Ya había llegado hasta allí, entonces diría que todo lo que quería. Le iba a mostrar que a pesar de amarlo, no destruiría su vida como quería.
- Espero que ahora te conviertas en una persona más feliz. Si su venganza era su objetivo en la vida, entonces mis felicitaciones, has logrado a la perfección. – Se dio la vuelta, cogió la bolsa de la silla y se dirigió a la puerta, pero poco después de abrirla, se volvió y miró hacia atrás.
- Creo que no hace falta decir que quiero el divorcio.- Y se fue, cerrando la puerta y dejando atrás de sí un Gianluca furioso...
![](https://img.wattpad.com/cover/104076742-288-k419573.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Venganza
RomanceGianluca es un hombre que lleva en el pecho un gran resentimiento: abandonado por su padre a una edad temprana, creció junto a su madre (Irene), una mujer llena de disgusto de la vida que juró algún día vengarse de su ex marido. Los años pasan e Ire...