Elise terminó de arreglar la mesa en compañía de su madre, pronto almorzarían, allí mismo, en el jardín, en medio de la hierba bajo un hermoso árbol centenario. Todos estaban allí excepto por Theodore y Gianluca que llegaban de un viaje. Luego ella oyó voces que venían de la casa y miró en esa dirección.
- ¿Dónde está mi princesa? – Gian gritó cuando llegó al césped.
- ¡Papá! ¡Papá! - Daisy corrió hacia él y lo abrazó, él la tomó en sus brazos y comenzó a caminar.
- ¿Te comportaste bien?
- Sí... – dijo asintiendo – ¡Y mi abuelo dijo que me dará un poni de color cafecito!
- ¿Un poni? ¡Wow!
- ¡Pero él dijo que tengo que ayudar con las rosas antes! – Daisy quiso bajar y corrió hacia el abuelo sacudiendo ese vestido blanco y rosa que luego se llenaría con tierra, pero Gian sonrió, era la niña de 3 años más hermosa en el mundo. Pronto se acercó a su esposa y la besó suavemente en los labios mientras la abrazaba.
- Te extrañé...
- Yo también – ella dijo abriendo una sonrisa. – ¿Cómo fue el viaje?
- Todo bien. Creo que te va a encantar los nuevos cuadros.En ese momento Theo llegaba y daba un abrazo en su ahijada y luego en Jade. Después que todos ya se habían comido el almuerzo, Daisy corría en círculos con un perro que había sido adoptado. Todos la miraban mientras jugaban, sin duda, desde que había llegado, la niña había llenado la familia de alegría y Harrison era sin duda el más orgulloso.
- Espero tener más nietos jugando en el jardín muy pronto... – dijo mirando a su hija.
- Puedes pedir algunos a James y Natie, papá. – todos se rieron. Se habían casado hacía un año, y tal vez pronto llegasen los niños.
- Nuestra tienda va tan bien que es tan difícil encontrar tiempo para hacer estos bebés – Natie habló con humor y se rió.
- Si saber hacer bien, ¡no importa que tengas poco tiempo! – concluyó Theo y Jade le dio una palmada en el brazo, provocando risas en todos. Jade odiaba cuando su novio hablaba de asuntos íntimos y él lo hacía a propósito sólo para verla con vergüenza, pero no había nada malo en estos juegos, ya que todos eran una gran familia.Después de algún tiempo, Gianluca y Melanie comenzaron a caminar juntos de la mano a través del campo. Después que hicieron la paces casi cuatro años antes, no habían vuelto a separarse, incluso las peleas eran raras entre la pareja que siempre se las arregló para resolver todo con paciencia y afecto.
Elise suspiró y Gian la miró sonriendo. Llegaron a una hermosa y antigua glorieta circular que estaba en el borde de un pequeño lago. Sin previo aviso, Gian tomó Elise por la cintura y la puso sentada en el muro bajo. Se colocó en medio de sus piernas y la sostuvo por la cintura, la miraba y sonreía mientras ella acariciaba su rostro.
- Realmente te extrañé en estos días que estuve fuera... – dije. – Después de esa vez que nos separamos fue la primera vez que estuvimos lejos tanto tiempo.
- Yo sé. También te he echado de menos todos los días.
- Dos semanas interminables – sonrieron – No me gusta tener que dejar Daisy y tú durante tanto tiempo. – bajó la cabeza, haciendo una pausa, luego la miró de nuevo – Y mientras estaba allí, pensé en cuánto me gustaría que aceptaras casarte conmigo de nuevo.
- ¿Qué? – preguntó con sorpresa, abriendo una amplia sonrisa.
- ¿Qué te parece si renovamos nuestros votos? Me encantaría verte en un vestido de nuevo, tener a nuestra hija participando junto con toda nuestra familia... Entonces, ¿Aceptas casarse conmigo de nuevo?
- Por supuesto que sí, amor... – sonrió y la besó. Melanie se quedó en silencio un momento y luego lo miró. – ¿Recuerdas la última vez? – Ella sonrió – Ya había descubierto que estaba embarazada cuando nos casamos y no te había dicho – se rieron.
- Recuerdo, recuerdo sí... - dije acariciándola en la pierna – Todavía no puedo creer que no me lo habías dicho ese día.
- Y es por eso que esta vez te estoy diciendo... – concluyó y Gian se puso serio. ¿Había entendido bien? ¿Ella estaba diciendo lo que estaba pensando?
- Espera, estás diciendo que... – casi le faltaban las palabras y sonriendo ella asintió con la cabeza
- Serás papá de nuevo...
- Elise... – él abrió una amplia sonrisa.Y allí, con esa hermosa puesta del sol, en una glorieta rodeada de flores y un lago, Gianluca supo que existía la felicidad. En el interior sabía que la única cosa buena que su madre había hecho en la vida había sido convencerlo de estar con Melanie. Y qué bien que lo había hecho. Aunque en principio por las razones equivocadas, ahora estaba allí por la más bonita razón del mundo: Amor... Este amor que había nacido y creció dentro de su pecho y que había hecho su vida mejor. Y ahora todo este amor era tan grande, que se desbordó sus corazones y se convertía en otro ser, la mayor prueba de que lo que sentían era puro y verdadero.
Y qué bueno que tuvo la oportunidad de conocer ese sentimiento tan hermoso. Si pudiera, volvería al pasado, haría todo de manera diferente, pero ya no importaba. Todo estaba bien como estaba. Y a pesar de las malas decisiones, había tenido la oportunidad de reparar los errores y ser capaz de tener la vida que siempre soñó, con personas que eran queridas para él y con el pecho lleno de un inmenso amor...
Y sería así, para siempre...
FIN.
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Venganza
RomanceGianluca es un hombre que lleva en el pecho un gran resentimiento: abandonado por su padre a una edad temprana, creció junto a su madre (Irene), una mujer llena de disgusto de la vida que juró algún día vengarse de su ex marido. Los años pasan e Ire...