- ¿Ya no te dijeron para que te mantengas alejado de Melanie? – preguntó Zachary gritando y empujó Gian hasta que se quedó con la espalda contra la pared, en ese momento, sus ojos ardían de rabia.
- Dijeron, pero no quiero y no lo haré. Elise es mi esposa.
- ¡Zachary! – ella gritó, pero fue completamente ignorada.
- Escucha, Gianluca: Melanie es mía ahora, ¡Mía! – Gian levantó una ceja. – ¡Eres tan patético!
- Y tú un completo idiota. – Gian rió con arrogancia.
- ¿De qué te ríes? – Zach preguntó irritado.
- No es porque ella está contigo que dejó de amarme. Ella me ama como siempre amó y tú lo sabes... No importa cuánto hables, ella nunca será amable contigo como era conmigo. Puedes tratar de complacerla como quieras, no arrancarás sonrisas de ella como yo. La ternura que ella tiene en los ojos cuando me mira tú nunca conocerás. Ella puede llamar a tu nombre innumerables veces, pero nunca dirá con tanto cariño como dice el mío. No importa que estés con ella, porque en el fondo sabes que ella todavía piensa en mí... Puedes pasar todo el día a su lado, pero por la noche, es conmigo que ella soñará. Puedes abrazarla un millón de veces, pero no se sentirá segura en sus brazos cómo se siente en los míos. No importa cuántas veces la beses, ella no va a temblar como cuando yo la besaba. Dudo que harás el amor con ella como lo hice, porque puedo apostar que ella ni siquiera te deja tocarla...
Elise se limitó a observar completamente inmóvil delante de las palabras Gianluca. Eran las cosas más correctas, hermosas y asombrosas que había escuchado en toda su vida, todo su cuerpo se estremeció. ¿Él la conocía al punto de describir todo con perfección completa?
- Eres un tonto si realmente crees en todo esto... - Zach gritó golpeando el primo contra la pared – ¡Ella me quiere sí! ¡Porque YO sí la amo! – Gian negó con la cabeza.
- Puedes decir lo que quieras, pero ella nunca me olvidará... Y no hay nada que puedas hacer.
- ¡Cállate!
- ¡Zachary! – Elise insistió.
- ¡Fuera de aquí Gianluca! – Zach exigió.
- Tú eres quien debe irse. – dijo Harrison bajando los últimos escalones mientras observaba la escena. Los tres se volvieron para mirarlo y Zachary se alejó de su primo.
- No debería estar aquí. – él insistió.
- Debo recordarte Zachary, que Gianluca es mi hijo, entonces él puede venir a visitarme siempre que lo desee, siempre será bienvenido aquí... Tú dijiste que querías ver a mi hija, ella está aquí, ya puedes irte ahora.
Los tres intercambiaron miradas, tal vez Zach esperaba que Melanie fuera defenderlo de su padre, pero no lo hizo. Luego miró fijamente a Gian y arregló la chaqueta.
- Buenas noches – dijo y se fue.Gianluca exhaló por la nariz y Elise cerró los ojos y los apretó por el alivio que sintió, no que este sentimiento fuera durar mucho tiempo. A más tardar hasta al día siguiente cuando tuviera que explicar a Zachary porque había pasado sus cumpleaños con quien sería su ex-marido y no con él.
- ¡Me alegro de que habéis llegado! – Harry dijo alegremente. Él dio un rápido beso en la frente de su hija y luego se dirigió hacia Gianluca y lo abrazó tan fuerte como si fuera todavía un niño, dándole unas palmaditas no muy fuertes en su espalda. Luego miró a la cara de su hijo y ambos sonrieron.
- Voy dejarlos hablar – dije Melanie y ellos se miraron.
- Puedes venir con nosotros si quieres querida.
- No, papá. Estoy cansada, me voy a dormir. – Harrison se limitó a sonreír.
- Te espero en la sala Gianluca. – él asintió y su padre se retiró, era obvio que quería dejarlos solos. Ambos se miraron el uno al otro con una ligera sonrisa y ella se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Me alegro de que lleven bien, de verdad. – dijo Elise.
- Yo también. – Él suspiró – Nunca pensé que sería tan rápido y fácil gustarme.
- Bueno, él es un hombre increíble y siempre será su padre.
- Nuestro padre – él la corrigió para su sorpresa. – Me gustaría haber visto de esa manera antes. – Elise asintió. – Pero no me gustaría que me hubiera visto sólo como un hermano. – ella se rió y Gian sonrió.
- Creo que es demasiado tarde para eso. – él asintió. – Voy a dejarlos hablar, buenas noches.
- Buenas noches, Elise – se acercó y suave y lentamente le dio un beso en la mejilla... Ah, tonto corazón que se aceleró de nuevo...
- Buenas noches.
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Venganza
RomanceGianluca es un hombre que lleva en el pecho un gran resentimiento: abandonado por su padre a una edad temprana, creció junto a su madre (Irene), una mujer llena de disgusto de la vida que juró algún día vengarse de su ex marido. Los años pasan e Ire...