Capítulo 2

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Gianluca estaba apoyado en la mesa mientras hablaba con Theodore y jugaba una bola decorativa de vidrio de una mano a otra.

- Bueno, ¿Qué quieres que haga? – Preguntó Gian.
- Quiero que inicies un proceso contra ese maldito estafador lo más rápido posible.
- Como quieras... - Se puso el adorno en la mesa, se pasó la mano por el pelo y luego se sentó en el sillón frente a su amigo.
- ¿Y entonces? - Preguntó Theo y Gian le miró con cara que no entendía la pregunta.
- ¿Entonces qué?
- ¿Pensaste en lo que te dije la semana pasada?
- Lo siento, no me acuerdo... Hablas tanto como una mujer, o incluso más.
- Además de machista fue un chiste malo - concluyó Theo. Gian sonrió sin mostrar los dientes y tomó la taza de café que estaba en la mesita baja y la llevó a la boca - Sabes que me estoy refiriendo a su matrimonio.
- ¿Qué quieres saber exactamente?
- Quiero saber si renunciaste a esta idea loca.
- Ya te dije que voy a casar.
- Gianluca, no te hagas el tonto. - Él rodó los ojos - Apoyaría tu matrimonio con la mayor satisfacción si fuera por la razón correcta. Tú sabes bien que no es su decisión de casarse que estoy llamando loca, pero sí, tu enfermiza obsesión con una buena chica.
- Escucha bien, Theo... - Gian dejó la taza y se inclinó hacia delante - Esa chica que dices ser buena robó mi padre de mí. Ella y su familia... Y ella me va a pagar.
- ¡Por el amor de Dios Gianluca! - Theodore protestó levantándose y comenzó a caminar de un lado a otro - ¿No ves lo absurdo que es? Además de todo, esto puede ser incluso incesto.
- No es incesto.
- ¿Cómo puedes estar seguro? - Gian miraba desinteresadamente - Tu madre te llenó la cabeza de estupideces, ¿ya pensaste se Melanie fuera tu hermana?
- ¿Crees que soy estúpido? Tomé uno hilo de su cabello, y lo lleve para análisis de laboratorio. - Theo pareció sorprendido - No es mi hermana...
- ¡Pero casi! Su padre no te creó, pero creó a ella... No sé cómo puedes acostarse con ella sin siquiera recordarlo.
- Después de ver a esa mujer de ropa interior, créeme cuando digo que esta es la última cosa que podría pensar. - Theo negó con la cabeza. La había conocido hacía sólo seis meses y ya no estaba de acuerdo con las ideas de su amigo.

Gianluca fingía muy bien. Fingía que Mel era el gran amor de su vida, que quería casarse y formar una familia, cuando en realidad lo único que quería de su novia era venganza... De ella y toda su familia.

Harrison, el padre de Gian, se había divorciado de Irene cuando él era un bebé tan sólo con un año de edad y unos meses más tarde, se había casado con una mujer llamada Agatha que tenía dos hijos: James y Melanie Elise. Su nueva esposa era viuda y encontró un nuevo hombre para que sus hijos le llamasen padre, pero cuando lo hizo, ella tomó de un bebé la oportunidad de también tener a su padre...

O eso era lo que decía Irene.

Durante la mayor parte de su vida, Gianluca oyó a su madre decir que su padre los había abandonado por su amante y que por su culpa ya no eran una familia. Irene pasó los últimos años de la vida atascada a una cama de hospital, tomada por la enfermedad, pero incluso en su lecho de muerte, sus últimas palabras para su único hijo fue el pedido de que se vengara de la peor manera posible de aquellos que habían llevado a su padre de su lado. Y él juró... Delante de la tumba de su madre prometió que de alguna manera todos ellos pagarían, pasó más de un año de su vida pensando en todos los detalles de cómo hacerlo hasta que su mayor oportunidad llegó: Se presentó por primera vez a Melanie. Ella estaba en el maletero del coche lleno de cajas, se estaba mudando a su propio apartamento en Londres y él para parecer caballero, ofreció ayuda y pronto la invitó a cenar. No mucho tiempo después él ya se daba cuenta de que ella estaba enamorada y le pidió para ser su novia, y ella aceptó feliz... Más feliz aún se sintió cuando le propuso matrimonio... Y en realidad su idea era bastante simple: Después de la boda revelaría su verdadera intención, le haría la vida un infierno, y por por consecuencia a todos los miembros de su familia también. Pues bien, si dejar una mujer en el altar ya causaba daño, una mujer siendo usada y manipulada como ella estaba siendo sería mil veces peor.

En la mente de Gianluca todo lo que estaba haciendo era justicia: Su madre había sido abandonada en el matrimonio por un hombre que no la amaba, ahora Melanie pasaría lo mismo y toda la familia Crawford-Baker aprendería la lección.

Pero Theodore no estaba de acuerdo en varios puntos con toda esta acción que llamaba locura. A pesar de conocer poco Melanie, una noche había hablado con ella durante unos minutos en una de sus exposiciones de arte en la galería. Ella era una mujer encantadora, inteligente además de hermosa. Se había cansado de decir a su amigo cómo tenía suerte de tenerla y no que debería perder la oportunidad de ser feliz debido a su venganza, pero sus palabras fueron prácticamente habladas al viento ya que Gian se aseguró de taparse los oídos, literalmente...

- Tú puedes no estar de acuerdo, pero tengo mi objetivo, no voy a parar ahora - dijo Gianluca cuando se dio cuenta de que Theo había dejado de vagar.
- Y tú puedes decir lo que quieras, pero estoy seguro de que lamentarás todo lo que estás haciendo con ella... Principalmente porque tú la amas...

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