Melanie se quedó allí, con la espalda todavía tocando la pared y mirando hacia la puerta sin ningún esbozo de reacción. Era demasiado tratar de pensar y comprender. Se sentía más perdida que nunca, tenía que tomar una decisión y no se sentía capaz de hacerlo.
Pasaron unos segundos, se abrió la puerta y entró Jade, sacando a su amiga que esa enorme nube de pensamientos, pero ella estaba claramente nerviosa, así que cuando la miró, Jade se tensó y se acercó rápidamente.
- ¿Estás bien? – preguntó con preocupación.
- Sí... - Elise respondió con un movimiento de cabeza.
- ¿Estás segura Melanie? No te ves bien, estás pálida.
- Estaba pensando en algunas cosas, estoy bien, de verdad... – Dio unos pasos hacia la silla y recogió el vestido – ¿Puedes ayudarme? – su amiga la miró y vaciló un momento, pero se acercó.
- Sí, claro...Unos minutos más tarde las dos se dirigieron al comedor. La mesa ya estaba arreglada, Nancy y Agatha trajeron la comida, todos se reunieron allí a la espera de ellas.
Elise miró a su alrededor, James estaba hablando animadamente con Natie, y Theo se reía con Jade, mientras que Zach los miraba y sonreía también. Todos parecían tan felices... Excepto Harrison... Y ella. Gianluca la había puesto en una posición difícil en este momento, porque aunque Zachary le gustara, nunca sería el hombre que amaría, era tan diferente de Gian...
Se detuvo junto a la mesa y Theo se dio cuenta de que Melanie no estaba bien, oró para que su amigo hubiera tenido la oportunidad de hablar con ella, y a juzgar por la expresión de su rostro, debería haber hecho y sonrió. Zach se acercó dándole un beso en la mejilla y la acompañó hasta la silla a su lado.
Durante la cena, todos hablaban con entusiasmo, todo parecía ir bien hasta que el momento más esperado de la noche llegó: Zachary golpeó el cuchillo con delicadeza en la copa de vino capturando la atención de todos los presentes y se levantó.
- Realmente aprecio que todos estamos reunidos aquí en esta hermosa noche para celebrar un momento tan importante en nuestras vidas. – le ofreció la mano a Melanie y ella aceptó, levantándose también – Sabemos que lamentablemente vamos a tener que esperar un tiempo para finalmente casarnos, pero estoy feliz esta noche por hacer nuestro compromiso oficial – Sonrió mirando a Elise, y ella con un esfuerzo hizo lo mismo – No puedo esperar ser capaz de llamarte esposa, Melanie. Y por eso, espero que aceptes este anillo – abrió la cajita, tomó la joya en su interior, y sostuvo su mano – ¿Quieres casarte conmigo?
Esa frase se hizo eco de la cabeza de Elise. Su mente se perdió ese tiempo para viajar a un pasado no muy lejos:
Se vio en la terraza del apartamento de Gianluca, mirando a todas las luces de la ciudad cuando él llegó y se puso detrás de ella, su cuerpo se apretó contra el suyo e hizo su corazón acelerarse, él puso las manos sobre sus ojos y sintió su aliento en su oreja y escuchó su risita uniéndose a suya...
Elise tocó sus manos y Gianluca las tomó con cuidado de los ojos y la miró a los ojos cuando se volvió. Le acarició el rostro, bajando con cariño sobre su cuello, pero sin apartar esa hermosa mirada y luego sonrió.
Una ligera brisa comenzó a agitar el cabello de Melanie y Gian puso un mechón detrás de la oreja.
- Creo que podría quedarme aquí contigo el resto de mi vida... – él dijo.
- ¿Tanto te gusta la vista?
- No... Tú que me gusta – se detuvo brevemente y sonrió – Y me gustaría que dijera que sí, que pasarás el resto de la vida conmigo...
- ¿Qué? – dijo ella, tuvo que preguntar por qué no sabía si era realmente lo que estaba pensando.
- Quiero que te cases conmigo, Elise. – ella se llevó la mano a la boca, ni siquiera podría decir que sí, entonces él tomó el anillo en el bolsillo de la chaqueta – ¿Aceptas?
- Sí... – murmuró asintiendo – ¡Sí! – Habló más alto y después de poner el anillo en su dedo, Gianluca la abrazó con fuerza y la levantó del suelo, y la besó, feliz...Y a pesar de que en la cabeza de Elise había pasado toda la escena, de hecho, no había sido más de dos segundos...
- ¿Melanie? – Zachary la llamó y ella lo miró. – Di que sí, Melanie. – completó ya mirándola de una manera extraña. Ella pasó los ojos a todos que estaban en la mesa y ellos la observaron seriamente. Entonces, ¿Qué esperaba para decir sí? – ¿Melanie? - Zach insistió y ella le devolvió la mirada...
-Yo... – Elise murmuró y Zach la encaró con una expresión de quien seguía esperando la respuesta, ya estaba nervoso. – Yo no puedo... – murmuró.
- ¿Qué?
- Perdóname, Zachary, pero no puedo casarme contigo... Yo lo siento, de veras, lo siento...

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Venganza
RomanceGianluca es un hombre que lleva en el pecho un gran resentimiento: abandonado por su padre a una edad temprana, creció junto a su madre (Irene), una mujer llena de disgusto de la vida que juró algún día vengarse de su ex marido. Los años pasan e Ire...