Después de tomar una copa de vino Mel se quedó dormida en el sofá de la sala mientras veía la televisión con Gianluca, pero más que la bebida, estaba con cansancio debido al trabajo, no físicamente agotada, pero mentalmente, ya que tener que imaginar y diseñar el vestido perfecto para las más exigentes clientes no era precisamente fácil.
Gianluca miró y sonrió, por supuesto, ya se había dado cuenta de que había dormido abrazada a él. Ella no estaba hablando algo sobre su día o comentando algo sobre la película y su respiración era más profunda, por lo que dejó en claro a él que ya estaba soñando hacía algún tiempo.
Él le dio un beso en la cabeza y se rió cuando ella no se movió. Se rascó el cuello, ¿Por qué seguir allí si ella estaba dormida y si la película le pareció un aburrimiento real? Gian agarró el control remoto y apagó el televisor, todas las luces ya estaban apagadas, a excepción de la lámpara a su lado, entonces como si Melanie no pesase más que una almohadilla, la levantó, sosteniéndola en sus brazos. Mientras caminaba tranquilamente por el pasillo hacia su habitación, sintió que ella se movió, pero no se despertó. Unos pasos más adelante y ya había llegado a la habitación para ponerla con cuidado sobre la cama y se fue al cuarto de baño, pero cuando volvió estaba despierta y sonreía.
- Me trajiste de nuevo... - dijo suavemente mientras se sentaba en la cama.
- No te dejaría dormir en el sofá - apoyó las manos en la cama inclinándose para llegar a sus labios, luego se subió.
- Voy a empezar a pensar que hay otra intención detrás de eso.
- Quizás hay... - Gianluca comenzó a acariciar sus piernas ligeramente separadas, seguido de la pantorrilla, muslos, estómago y pronto estaba acariciando sus pechos. - Hay muchas razones en realidad... - capturó los labios de Melanie con un intenso beso mientras yacía sobre su cuerpo. - ¿Quieres que te diga las razones? - Habló sobre su boca.
- Oh, sí... - murmuró.
- Tal vez voy a decir después de hacerte gemir y suspirar diciendo mi nombre - Ella se rió antes de Gian volver a capturar los labios...*****
- Este será la menor ceremonia de la historia. - Jade dijo sin emoción.
- No me importa cuántas personas van a estar allí.
- Si se parte de la idea de que sólo te casarás una vez en tu vida, entonces debería ser algo grande.
- Nada de cosas grandes además de mi vestido - Mel comentó mientras terminaba un esquema de diseño del vestido para una cliente.
- Y yo tenía la esperanza de encontrar un buen tipo a su boda. Se acabó mi alegría.Elise levantó la cabeza y miró pensativa. Por supuesto, ¿Cómo nunca se le había ocurrido esa idea brillante antes? Tenía sí a alguien que podría presentar a su mejor amiga, y pensando exactamente eso, sonrío.
- ¿Qué pasa? – preguntó jade.
- Nada... Nada. - Suspiró. Su amiga era una persona muy ansiosa para hablar algo acerca faltando tantos días para el matrimonio.
- ¿De veras vas a salir hoy por la tarde?
- Sí... Realmente necesito resolver algunos detalles de la boda.
- ¿Segura que no deseas participar en las entrevistas?
- Sí... - Sonrió mirando al amiga que no era segura. - Tenemos mucho en común y estoy segura que si te gustar una candidata, entonces a mí también me gustará. Aunque las cuatro parecen prometedoras.
- Esta bien entonces. Me esforzaré para elegir la mejor.
- Ya lo sé... Nunca elegirías a alguien que odias. - Jade asintió. - ¿Quieres almorzar conmigo hoy?
- ¡Oh, por supuesto que quiero! - Las dos rieron y luego de unos minutos salieron de la tienda.*****
Theo llamó a la puerta de la oficina de Gian, pero se detuvo dónde estaba. Su amigo estaba con la cabeza hacia abajo, con los codos sobre la mesa, con las palmas en la frente y no había hecho caso de su presencia allí.
- Si fuera domingo podría preguntarte si estás con resaca, pero no creo que sea el caso. - Theo se sentó en la silla que estaba frente a la mesa de Gianluca y él tomó una respiración profunda. - ¿Qué pasó?
- Me desperté de malhumor.
- ¿Peleaste con Melanie? - Gian lo miró seriamente sacando las manos de la cara.
- Anoche prendimos fuego en las sábanas... Estoy cansado. - Theo rió.
- Yo también quería tener esa clase de malhumor. - Gianluca no se contuvo y sonrió. - Entonces, ¿por qué estás con esa cara?
- Mi primo.
- Sabes que yo no entiendo frases por la mitad.
- Me dijo que vendría al final de la semana, pero cambió de opinión y llegará hoy.
- ¿Y no te gusta porque... - hizo un gesto con las manos animar a su amigo a continuar.
- Porque no lo quiero en mi apartamento mientras Elise esté allí.
- ¿Pero ella no tiene su propio apartamento? - Gian asintió.
- Sí, sólo que la reforma que estaba programada para ser terminado ayer, no terminó. Los hombres que iban a poner los muebles de cocina y el nuevo suelo de la habitación llamaron esta mañana advirtiendo que algunos materiales que necesitaban aún no habían llegado... Ese lugar está un verdadero lío.
- ¿Por qué no va a casa de sus padres?
- Demasiado lejos para ir y venir todos los días, incluso más ahora que ella aun no compró otro coche.
- Está todo ayudando para volverte loco, ¿verdad?
- Sí... Lo peor es que no puedo llevarla a casa, ya que me hará conocer a sus padres, y no puedo correr el riesgo de que Harrison me reconozca, pero no quiero mi primo detrás de ella.
- ¿Por qué te molesta tanto? Es decir, cuál es el problema, ¿por qué crees que irá detrás de ella?
- Debido a que tiene un par de ojos y bastante grandes. - Theo rió. - ¿Qué?
- ¿Continuarás negando que sientes celos de ella? - Gian apretó la mandíbula.
- Mientras ella sea mía, aunque sea sólo dos semanas más, prefiero cuidar muy bien.
- "Es mía" - murmuró Theo imitando la voz de Gian - "Prefiero cuidar" - volvió a reír negando con la cabeza. Pronto deshizo la sonrisa antes que su amigo tratase de estrangularlo. - ¿Cuál es el plan entonces?
- No permitir que Zachary se quede más de dos minutos cerca de Elise...
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Venganza
RomanceGianluca es un hombre que lleva en el pecho un gran resentimiento: abandonado por su padre a una edad temprana, creció junto a su madre (Irene), una mujer llena de disgusto de la vida que juró algún día vengarse de su ex marido. Los años pasan e Ire...