Capítulo 59

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Melanie siguió Gianluca con la mirada cuando él se acercó y puso su mano sobre su vientre. Ella respiró profundamente, sentía tonta para estar nerviosa con un gesto así, pero no podía controlarse, era más fuerte que ella.

Y se sorprendió cuando él se inclinó y se puso la su cara cerca de su vientre.

- Hola, bebé... – dijo mientras le tocaba y ella presionó la boca para no reír – ¿Sabes quién está aquí? Soy tu papá. – Melanie rió, pero fue emocionante ver cómo estaba contento por toda la situación, casi hablaba como si el niño ya estuviera en sus brazos, tan natural que la sorprendió. Viniendo de un hombre que ella sabía que poseía dificultad para expresar emociones, estaba haciendo muy bien.

Pero no estaba completamente cómoda con Gianluca y ciertamente no lo había perdonado por todo lo que había hecho, pero no podía negar que estaba trabajando realmente duro para ganar su perdón. Y no dejaba de estar enfadada con él por dejar que la tocara, porque cuando se trataba del bebé tenía que cambiar su actitud, después de todo, era de ambos, y no podía oponerse al afecto Gianluca quería dar al hijo a pesar de que todavía era tan pequeño en su vientre.

- Estoy muy ansioso esperándote porque me sentí muy feliz cuando supe de ti. – hizo una pausa como si estuviera buscando las palabras adecuadas para continuar – Y desde ese momento supe que te amaba...

Melanie tragó saliva al instante. No que él fuera insensible, pero nunca le gustó para exponer sus sentimientos y ahora estaba demostrando todo este afecto. Sus ojos eran cristalinos y las lágrimas rodaron por sus mejillas, volvió la cara hacia un lado, no quería Gianluca la viera de esa manera, pero era casi incapaz de controlarse y puso una mano en la boca para ver si podía reprimir el llanto.

- Te amo... – él susurró, besó la barriga y se sentó de nuevo, pero todavía tan cerca de Elise y ella lo miró a los ojos sin tener la intención de hacerlo. – También te amo – susurró y se inclinó besándola en la mejilla, y cerró los ojos cuando sintió que sus labios llegaron a su piel, ella pronto se hizo lo mismo cuando sus mejillas comenzaron a tocarse, sintió un rozar suave de la piel hasta que su narices se tocaron y sus bocas estaban a una distancia de pocos centímetros... – Y amo mucho – susurró. Y en menos de un segundo ese corto espacio se terminó. Pero casi tan rápido como sus bocas se tocaron, Melanie sacó la cara. Ella era débil y sabía, pero tuvo que resistir tanto como pudo, porque incluso cuando llegó, había dejado en claro que su presencia allí era sólo por el hijo que llegaría y no porque ella todavía sentía algo por él.

En cierto modo, Elise también se estaba vengando. Gianluca realmente no estaba mintiendo que se sentía mal por estar lejos y cuando ella se dio cuenta de que era verdad, decidió que aunque estuviera cerca le privaría de su presencia y esta sería su forma de castigarlo por todo... Ya acerca del bebé no pensaba hacerlo. El problema era entre los dos y el ser que venía era inocente, por lo que Gianluca podría ser un padre totalmente presente en la vida del niño. Sólo sería castigado cuando se trataba de su esposa... Pero ya no estaba tan segura de cuánto tiempo podría mantenerlo lejos y ella misma no se sentía capaz de alejarse, porque, a decir verdad, ella todavía lo amaba y amaba tenerlo alrededor aunque le doliera. Por la misma razón había dejado su compromiso con Zachary sin ningún remordimiento.

Sin embargo Melanie todavía se sentía preocupada, especialmente su familia. Y si algún día decidiera que aún amaba tanto Gianluca que estaría dispuesta a olvidar todos los problemas ¿Cuál serían sus reacciones? James probablemente querría matar a ambos, Agatha se sentiría un poco decepcionada a pesar de tener nada en contra de él y Jade se enojaría a pesar de que esperaba por eso... Tal vez Harrison sería feliz, probable que apoyaría esa decisión. Sin embargo, mientras nada fuera decidido, ella permanecería allí, aunque fuera difícil en todos los aspectos...

Miró de nuevo a Gian y se dio cuenta de que él había apretado un poco los ojos y dejaba el aire a través de la nariz. Su paciencia podría ser una calidad y un defecto a la vez, había esperado tantos años para tener su venganza y dos para realizar el proyecto, también se podría esperar que ella se convenciera de su amor, porque tendría una vida para hacerlo.

- Te dejaré descansar. Voy a esperar por ti, si decidas que quieres dar un paseo. – Se levantó y se fue sin decir nada más. Elise tocó su vientre y suspiró... Todo había sido emocionalmente agotador...

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