Venganza

Capítulo 49

En las dos semanas siguientes todo estaba extrañamente tranquilo. Zachary llamó Melanie para una cena y se disculpó con la mejor cara de arrepentimiento que podía hacerlo, y trató de convencerla de que solo actuó de esa manera por culpa de Gianluca que le hizo sentir excesivamente nervioso.

Y ella fingió creer... Pero día tras día siguió probándolo de todas las maneras que podía imaginar, y en realidad él se mostró diferente.

Theo miró a Jade, Natalie y pronto a Melanie.

- Entonces ¿de veras aceptarás el matrimonio? – él preguntó.
- Sí... - confirmó Elise. – La cena será el sábado y espero que vayas.
- No quiero decepcionarte, pero sería un hipócrita si digo que estoy feliz.
- No se preocupe Theo – dijo Natie – No sería el primero en decirlo. – dijo sonriendo.
- ¡Todavía espero los dos allí! - Melanie dijo.

La puerta de la tienda se abrió y Jade y Natie pidieron permiso y se fueran a atender los clientes llegan. Theo se acercó a Melanie, sonriendo y suspiró.

- ¿Estás segura? – le preguntó.
- Yo pienso que sí.
- Wow... Me sentí seguridad en este "pienso" – se rió y ella lo miró irónica, pero con cierto estado de ánimo. - ¿Y el bebé? ¿Cómo está?
- Bien... – sonrió feliz – He podido escuchar su corazoncito. – Theo abrió una amplia sonrisa.
- Estoy muy contento de saber. – se detuvieron, él miró para ver si su novia estaba alrededor, y cómo ella estaba distraída, se volvió de nuevo a su amiga – Entonces, ¿la cena será a su casa?
- Sí.
- Voy a estar allí... Aunque no me guste... Y que me gustaría que perdonaras a Gian... - Elise comenzó a mirarlo, entrecerrando los ojos – Voy a controlarme para no golpear a ese bastardo, pero estaré allí.
- Gracias – dijo asintiendo.
- ¿Me creerías si te dijera que tú eres el amor de la vida de Gianluca?
- Yo no sé. Ni siquiera me dijo que me amaba... Así que en realidad no lo sé.
- Pero entre hablar y mostrar ¿Qué piensas que tiene más valor? – Ella lo miró pensativamente. ¿Dónde quería llegar con esa charla? – Yo sé lo que he visto Melanie. Deberías haber visto su alegría después de su cumpleaños, casi saltaba de contentamiento en la oficina... - ella sonrió y sintió algunas lágrimas en los ojos – Él usa la alianza todo el tiempo y si alguna mujer en la galería se insinúa, dice que está casado. Tiene una foto tuya en el porta retrato de su escritorio, la mira todo el tiempo con cara de tonto... – ella se rió – Y más recientemente colgó un cuadro en la pared que está en frente a su silla, es de una chica de espaldas con un vestido blanco de novia que fluye. No dijo quién es la chica, pero vi su vestido y puedo decirte que es igual.
- ¡No me hagas esto Theo! – pidió con calma, sintiendo un peso en el corazón.
- No hablo para torturarte, pero para ayudarte a ver que él sigue siendo el mismo hombre de quien te enamoraste.
- Pero ese hombre mintió y me engañó.
- No... – Theo dijo suavemente – Estaba confundido, pero siempre fue el mismo... Yo era su amigo mucho antes de él conocerte, y yo estaba allí el día que llegó diciendo que había salido contigo por primera vez. Tal vez al principio él pensó que te odiaba, pero tú le ganaste tanto que se olvidaba constantemente de todo ese deseo de venganza. Innumerables veces él salió temprano del trabajo porque no podía soportar el deseo de volver a casa, sólo para verte. – Aun sonriendo Melanie empezó a derramar algunas lágrimas por la poca alegría que esas palabras estaban causando – En los viajes él era insoportable y ansioso por volver, y decía que quería volver a casa, pero no era a casa que quería ir, quería correr para ti, siempre. Todo el tiempo, Melanie. Y puedes estar segura de que se ha convertido en una persona mejor y se arrepentido de todo mal porque tú lo amaste y tu amor fue lo que hizo cambiar todo, aunque tú pienses que todo fue en vano.
- ¡Ah, Theodore! – Trató de regañarlo – No me hagas sentir aún peor.
- No quiero que te sientas mal. Tienes el derecho de seguir su vida, sí... Pero hay que hacerlo sabiendo la verdad, porque sé que Zachary debe tratar de hacerte creer lo contrario – Lo miró con cierto temor – Si ya no logró hacerlo. – Ella se enjugó las lágrimas y Theo la abrazó despidiéndose, y luego volvió a mirarla – Yo sólo espero que sepas que Gian no va a renunciar tan fácil...

No tuvo tiempo para responder, Theo se alejó caminando hacia Jade y Natie, y después de despedirse de ellas, salió de la tienda.