Capítulo 11

209 13 0
                                    

Elise exhaló el aire pesadamente. Estaba cansada y lo único que quería era no tener una discusión con Gianluca.

- Dije que vendría dormir, él me deseó buenas noches y cuando vi ya estaba abrazándome. Eso es todo... - dijo mientras se sentaba en la cama y se quitaba los zapatos, Gian resopló, todavía de pie y mirándola infeliz.
- ¿No podrías al menos haberte alejado de él? – Ella se pasó una mano por el pelo.
- ¿Por qué estás dando tanta importancia a esto? Estaba bebiendo vino, es probable que estuviera incluso un poco borracho. - Ella abrió la cremallera del vestido.
- ¡Eso no es excusa para abrazarte! - Él habló más alto.
- ¡Por el amor de Dios Gianluca! - Gritó levantándose y él la miró. – La comida me hizo sentir mal, tuve un largo día de trabajo, estoy tan cansada como tú, así que por favor, ¡me ahorre de sus ataques celos sin razón!

Ella se quitó el vestido y lo tiró al suelo. Si él quería verla enfadada entonces había logrado. Gianluca solo dejó escapar el aire lentamente y se acercó a ella. Le tocó el hombro mientras ella sacaba las pendientes, pero no le hizo caso...
Luego él se acercó un poco más, le tiró de la barbilla y le hizo mirarlo a los ojos.

- Discúlpame. – Dijo él.
- ¿Por qué no confías en mí?
- ¿Qué? - Preguntó confundido.
- Yo sé que pediste a Jade para quedarse conmigo hasta que volvieses. ¿Por qué tienes tanto miedo de dejarme a solas con tu primo? ¿Acaso no confías en mí?...
- Por supuesto que confío en ti, mi bonita... - puso las manos alrededor de su cintura.
- ¿Entonces?
- En él que no tengo confianza. A pesar de ser mi primo nosotros no somos amigos, no nos llevamos bien y créame que tengo mis razones.
- Así que dime lo que está mal.
- No quiero hablar de ello. Y él es tan problemático que casi me hace tener una discusión contigo, ¿ves? - Ella sonrió y él le acarició el pelo - Vamos a olvidarlo, ¿de acuerdo?
- Sí... - murmuró.
- Voy a tomar un baño - ella sólo asintió y Gian le dio un beso en la frente.

*****

A la mañana siguiente, Gianluca terminó de poner la ropa, y miró hacía Melanie que estaba sentada en la cama, su expresión facial era horrible.

- ¿Dónde has dicho que habéis cenado?
- En un restaurante mexicano. – Él se sentó en la cama y la miró.
- ¿Cuántas veces me dijiste que te pones enferma cuando comes algo con especias fuertes? – Ella movió el hombro, ni siquiera se recordaba cuántas veces se lo había mencionado en estos dos años - ¿Y fuiste cenar en un restaurante mexicano?
- Es que Jade quería ir allí.
- Si ella quisiera arrojarse desde un puente ¿te irías también?
- Si sigues hablando así, tal vez me fuera - él se rió de lado - Hablas como mi madre.
- Tal vez porque nosotros dos sabemos lo que tú puedes y no puedes comer, y porque nos preocupamos por ti.
- Hmm - murmuró.
- ¿Seguro que te quedarás en casa?
- Al menos esta mañana.
- ¿Jade no se quejó? - Le preguntó con diversión.
- No, ella dijo que si yo fuera a vomitar mejor que fuera en tu cama y no en sus vestidos.

Melanie se echó a reír y Gianluca puso serio. Ni era un problema tan grave, ella no tenía ganas de vomitar, era sólo un dolor de estómago. Sin embargo, no pareció que a su novio le gustó la idea.

- Será mejor que te vayas o llegarás tarde. - Ella dijo.
- Está bien... Voy a dejar la medicina en su mesita de noche, tómela y luego trate de dormir un poco más. - Ella sólo asintió.
- ¿Y tu primo?
- ¿Qué pasa con él? - Gian preguntó en serio.
- ¿A qué hora sale?
- Se fue cuando yo estaba desayudando, ya está buscando una oficina. Y no creo que se dio cuenta de que estás aquí, así que trate de descansar ahora y no salir de aquí si él regresa... - dijo sonriendo y ella hizo lo mismo. - Te llamaré al medio día para saber cómo estás - ella asintió y Gian le dio un beso en los labios. Pronto salió de la habitación y le sonrió antes de cerrar la puerta.

VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora