CAPITULO 8

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Al día siguiente salí de mi habitación después de la noche que pase donde no pegue el ojo sintiendo que la cabeza estaba a nada de explotarme al escuchar una voz bastante conocida gritando desde abajo.

–¡¿Me estas diciendo mentiroso?¡ – grito Subaru viendolo una vez que llegue a las escaleras como miraba  cabreado al de cabello castaño.

–Eso lo dijiste tu solo – sonrió burlon Yuma cruzandose de brazos al ver como provocaba a mi hermano.

–Déjanos ver a nuestra hermana – habló esta vez Raito con voz calmada pero amenazante mientras Ayato estaba igual de furioso.
Sin evitar la felicidad que me inundó al ver a mis hermanos después de tantos días, corrí escaleras abajo ignorando la situación empujando a todos los Mukami lanzándome a los brazos de Subaru para abrazarlo mientras dirigía mi mirada hacia arriba para verlo, topandome con una mirada seria y algo confundida sin ser correspondida del todo.
–¿Ya conseguiste respuestas o te estas empezando a quedar por gusto? – escupió con acidez ocasionando que me alejara adolorida al escuchar aquel tono de voz tan despectivo y la extraña insinuación de sus palabras.
Negué algo asustada mirando de reojo a mis otros dos hermanos quienes no hacían nada más que mirarme igual de recelosos con una actitud bastante lejana hacia mi. Subaru comenzó a gritarme obligándome a hablar esta vez estando a punto de tomar mi hombro para zangolotearme al ver que no reaccionaba siendo detenido por Yuma antes de que su mano tocará mi cuerpo.

–¿Qué mierda te pasa? – gruño Yuma cubriendome con su cuerpo, observando su gran espalda sintiendo que estaba en un túnel al escuchar las voces cada vez más lejanas y distorsionadas sin entender el porqué del comportamiento de mis hermanos aún cuando les explique la situación de mi estadía en aquel lugar.
Cuando salí de mi trance observe como Yuma le lanzaba un puñetazo a Subaru siendo respondido por éste quien le devolvió el golpe siendo empujada por Yuma a causa del impacto, estando a punto de caer al suelo a causa del empujón. Gritando y moviéndome rápidamente casi como si todo estuviera pasando en cámara lenta, me coloque en medio de los dos justo en el momento en que la mano de Subaru voló de nuevo en dirección a Yuma está vez impactando en mi rostro rompiendome el labio al instante. Caí de senton al suelo tapandome el rostro al sentir el sabor de la sangre llenando mi boca y lo suficientemente shockeada como para no mirar ni decir nada más.
La sangre goteo impactando en el suelo al tratar de detener el flujo de esta siendo la boca un área bastante escandalosa. El goteo resonó al quedarse el salón en completo silencio para después romperse una vez que todos comenzaron a gritarse entre ellos ante la escena producida.

–Eres un estúpido Subaru, mira lo que le hiciste a Rina – dijo Ayato enojado.

–Hasta para pelear eres un idiota – gruño Yuma.

–Rina, ¿te encuentras bien? – pregunto Azusa.

–Fue tu culpa, eres un imbécil, ¿quién empezó? – se defendió Subaru gritando un poco.

–Pero que espectáculo tan más entretenido par de tontos, lastimaron a Rina – señalo Raito enojado.

–Rina, levanta tu cabeza necesito verte. Son unos estúpidos ustedes dos – culpo Ruki escuchandose bastante molesto mientras yo seguía sin reaccionar.

–Cierren la boca todos, Rina no reacciona – gruño Kou enojado haciendo que todos se callaran al momento de sentir la mirada de todos puesta en mi. Levante la cara lentamente clavando mi mirada enojada y adolorida en mi hermano notando el profundo arrepentimiento pintando sus facciones. Sin esperar otro movimiento o comentario, Kou empujó del medio a su hermano Ruki  tomandome entre sus brazos para alejarme de ahí. Abrió la puerta de la que parecía ser su habitacion, dejándome lentamente sobre la cama viendo cómo se iba y regresaba con gasas, alcohol y curitas.

La Pequeña SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora