CAPITULO 21

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El día de irme había llegado. Tantas cosas habían pasado y realmente a pesar de disfrutar de la compañia de los Mukami, ansiaba regresar al dia a dia con mis hermanos.

Tenía todas mis cosas en la maleta y ya me encontraba vestida lista para partir.

-¿En verdad te vas a ir? - apareció Kou recargándose en el marco de la puerta mirándome con el ceño fruncido en pena y los ojos reflejando tristeza. Me volví a la maleta, terminando de cerrarla sintiendo su presencia detrás de mí - Rina hablame - susurro agarrándome de la cintura para pegarme a su espalda en un intento de que dejara lo que estaba haciendo.

-Kou porfavor - voltee mirándolo algo incomoda.

-¿Es por lo de la última vez?
La ultima interaccion entre ambos aparecio en mi cabeza, haciéndome admitirlo en voz alta.

-Sí.

-Ya veo - se separó de mi con expresión de dolor empezando a alejarse cada vez mas de mi, echándose el cabello para atrás en un gesto de exasperación. Abri la boca para decirle que no se trataba de algo malo con él, sino mas bien conmigo y la extraña incomodidad que sentí al escucharlo tan necesitado de una respuesta que era tan obvia.
-Lo lamento, yo...

-No tiene que ver contigo Kou, ademas Ruki tiene razón - sintiendome un tanto hipocrita y hasta falsa, solté aquellas palabras que ardieron como acido pasando por mi lengua - No esta bien, somos hermanos.

-¡Eso no es cierto! - exploto negando con la cabeza revelando su heterocromia por segundos, acercándose a mí para tomarme de los hombros - ¡¿Qué no vez!? - pregunto desesperado porque yo dijera aquello que quedo atascado en su garganta.

-Basta - susurre friamente bajando la mirada al no poder permitirme doblegarme justo en estos momentos - Ya basta - lo mire fríamente.

-Rina - pidió frunciendo aun mas su ceño.

-¿Que es lo que estas esperando que diga? - Inquirí escéptica - ¡Responde! - grite exaltandome. Una punzada en mi cabeza hizo que me tambaleara haciendo que mi vista se nublara, soltando un quejido de dolor.

-Rina - Kou hizo ademan de acercarse de nuevo siendo detenido de inmediato por mi voz

-No, aléjate - tome la maleta empujando a Kou en el camino saliendo rápidamente de ahí escuchando las protestas del joven detrás de mí. Otra punzada se hizo presente obligándome a recargarme en la pared y a bajar rápidamente las escaleras para no tener que quedarme más tiempo ahí a pesar de que mi cuerpo estaba a punto de desistir. Me metí rápidamente en la limusina no sin antes mirar de reojo a los hermanos parados en la entrada de la mansion una vez que el vehículo avanzo, dejando a un Kou completamente descompuesto. Sabia lo que queria decir, solo no tuve el valor de decirlo en voz alta y logre lastimarlo al ver que no lo admitia.
Se estaba enamorando de mi al igual que probablemente yo lo estuviera haciendo.

Comence a mover mis parpados notando que me había quedado dormida en el camino escuchando justo en ese momento como el motor de la limusina se paraba indicando el fin de mi recorrido. La puerta corrediza se abrió revelando la amable sonrisa del chofer quien me extendió su mano para ayudarme a salir de ahí con cuidado, sin dudarlo la tome y salí tapando mi frente al percibir pequeñas gotas cayendo en mi frente dando a entender que no faltaba mucho para que empezara a llover. La limusina y el chofer desaparecieron dejándome sola. Mire al frente y percibí la forma de la maleta justo en la entrada dándome la pauta para caminar hasta allá. Una vez que llegue a la entrada, el sonido de un trueno partiendo el cielo me sobresalto tomando mi maleta rápidamente antes de que la lluvia cobrara vida.

Al abrir la puerta, aspire el aire de mi hogar sintiéndome de inmediato mas tranquila que antes.

Al abrir la puerta, aspire el aire de mi hogar sintiéndome de inmediato mas tranquila que antes

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La Pequeña SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora