POV NARRADORA
Subaru salió de aquella mansión tomando su garganta a punto de vomitar a causa del asco que sintió al tener que soltar aquello con tanta acidez dirigido hacia uno de sus pocos hermanos con los que se llevaba bien. Sentía que quería expulsar todo ese veneno y no tardó en correr hacia el jardín sacándolo todo al recordar la cara de terror de su hermana pequeña.
Se sentía sucio, incluso las manos le picaban como si no fuera merecedor de sostenerla en sus brazos. Se convencía que lo que hizo fue lo correcto, eso ayudaría a mantenerla alejado de él al menos por un tiempo porque estaba plenamente consciente que aquellos dos vampiros eran como imanes. Siempre se terminaban juntando de nuevo.
El albino se puso de pie limpiando bruscamente su boca mirando a la nada al intalarsele en la cabeza la idea de buscar a aquel rubio de ojos heterocromicos. Rina en el pasado estuvo completamente enamorada de él, incluso igual o más que Raito pero de inmediato se arrepintió de tan idiota idea al saber que aquello sólo provocaría que su padre se la llevara lejos esta vez para nunca volver a saber de ella.
No la podía perder de nuevo, ella era lo único real que le quedaba, a la única persona que amaba y que quería cuidar para siempre.
Debía de haber otra forma.Irie se sentó a un lado de la pérdida chica, tomándole la mano como si fuera una muñeca depositando en su mano dos pastillas mientras Rina se dejaba hacer.
–Dime Irie, estas pastillas, ¿para que son realmente? — Rina miro su mano con suma atención notando como el color vibraba y resaltaba en su pálida mano.
–Tu salud...
—No mientas — corto la chica posando sus ojos en la cara de Irie notando como el rostro de ella se contraia.
Se había dado cuenta que su cabeza no retumbaba en dolor cada que pensaba más allá del presente como días antes, por fin podía mantenerse fuera de la realidad por unos segundos sin que sintiera que se desmayada del dolor de cabeza.
Irie sonrió suavemente para cambiar de expresión en cuestión de segundos al ver hacia la ventana, Rina miró hacia donde ella lo hacía topandose con la serena mirada de su padre observandolas desde una de los ventanales de la mansión.
Una ventisca de aire las azotó a ambas pareciendo que aquello había sido una señal para que Irie se retirara una vez que tomó la bandeja de plata con la que había llegado para entregarle un vaso de agua y aquellas odiosas pastillas.
Sabiendo que su padre seguía mirándola, metió las pastillas en su boca dándole un gran trago al agua.POV RINA
No pude evitar correr a mi habitación vomitando todo el contenido de mi estómago al empezar a tener flasbacks de lo que parecía ser aquel chico que me observaba desde fuera de mi ventana aquella noche. Sus ojos grises azulados y su cabello gris obscuro azotaron mis sentidos.
El efecto de las pastillas comenzó una batalla contra mi cerebro casi como si quisiera empujar aquellas imágenes que luchaban por permanecer.
La última arcada me hizo retroceder asustada al ver sangre en el inodoro seguido de una terrible punzada que me sego la vista en cuestión de segundos.
Una voz distorsionada empezó a atacar mi cabeza siendo incapaz de entender lo que decía sintiendo que me volvía loca al no saber si se trataba de un recuerdo, producto de mi imaginación o de alguien ahí conmigo que aún no podía ver.
Tape mi rostro negando ante las palabras que seguía sin poder comprender mientras aquel rostro se hacía cada vez más nítido.
Traté de ponerme de pie escuchando como mi padre tocaba la puerta con cierto desespero mientras yo seguía gimiendo aún con el sabor de la sangre presente en mi boca y con el mareo que no me permitía ponerme de pie.
La voz de mi padre llegaba en eco a mis oídos haciéndome suspirar al sentir que me mareaba aun más por no poder escucharlo con claridad.
—Espera, no... — traté de hablar recargando mi espalda en la pared.
La puerta se abrió de golpe dejándome ver a mi padre frente a mi con mirada preocupada mientras se ponía de cuclillas frente a mi y miraba toda la escena bastante angustiado.
Su voz llamándome seguía retumbando en mi cabeza hasta que el peso de mi cuerpo ganó dejándome caer inconsciente con la imagen borrosa de aquel chico plasmada en mi cabeza. Y un nombre pululando en mi mente.
Ruki.
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La Pequeña Sakamaki
VampireRina Sakamaki al tener una vida llena de lujos y comodidades, tendra un giro completamente distinto y agresivo del que alguna vez se imagino. Los Mukami llegan y con ellos un sin fin de escenas y sentimientos. ¿Que pasara con la joven y hermosa vamp...