Rina Sakamaki al tener una vida llena de lujos y comodidades, tendra un giro completamente distinto y agresivo del que alguna vez se imagino. Los Mukami llegan y con ellos un sin fin de escenas y sentimientos.
¿Que pasara con la joven y hermosa vamp...
Mis ojos chocaron contra los de Haru los cuales me observaban seriamente, logrando intimidarme por su porte. Rompi el contacto visual para mirar detrás de él a los nuevos amigos que se había hecho.
-Pero si es Sakamaki Rina - hablo uno de ellos, acercándose mientras levantaba una ceja examinándome de arriba a abajo mientras se agachaba un poco para quedar a mi altura.
-Es tan bonita.
-Ahora veo porque todos se la quieren tirar - abrí los ojos ofendida escuchando como comenzaban a reírse ante el osado comentario viendo como Haru agarraba del cuello al chico que hablo estampándolo fuertemente contra la pared notablemente furioso.
-Atrévete a decir otro comentario como ese y te destrozo la cara - escupió Haru apretando el agarre en la ropa del chico. Parpadee sorprendida ante la reacción observando como el chico se encogía arrepentido, levantando las manos tratando de mostrarse inocente.
-Tranquilo Haru, solo estaba bromeando - bisbiseo asustado.
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Haru apretó los dientes marcando su mandíbula y sin mayor esfuerzo, lo aventó hacia sus amigos ocasionando que todos perdieran el equilibrio cayendo para levantarse en un segundo de forma torpe y atropellada para huir de ahí rápidamente.
Haru me miro de reojo algo avergonzado, chasqueando la lengua para caminar lejos de mí, quedando parada en medio del pasillo completamente confundida por su espontanea actitud.
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-¿Quisieras acompañarme a un lugar?
La voz de mi hermano Raito justo detrás de mi hizo que saliera de mi enredo de pensamientos al haber huido de los brazos de Ruki asi como la escena que pase con Haru el cual aun no lograba entender, poniendome los pelos de punta al volver a la realidad en donde mi hermano se encontraba demasiado cerca de mi. -¿Por favor? - insistió al no recibir una pronta respuesta. Habia una atisbo de desconfianza en todo esto el cual no hacia mas que acrecentarse cuando recordaba las palabras que solto con tanta naturalidad aquel día que me encontraba en el cuarto de lavado. "Rina esta destinada a ser mía" Empuje aquella frase y voltee a verlo con cierta congoja paseando mi mirada por todo su bello rostro pensativamente. No dejaba de ser mi hermano por lo que termine aceptando.
Caminamos tranquilamente por el centro de la ciudad descubriendo que habia un pequeño festival y que a unos cuantos metros se encontraba una rueda de la fortuna que iluminaba todo a su alrededor con sus miles de luces led. Ignoraba la extraña sensacion que comenzaba a picar en mi pecho al ver de reojo las miradas insistentes hacia mi hermano quien se encontraba sonriendo ignorando el efecto que creaba a su paso por su encandilante belleza y embriagante presencia.
-¿Te entretienes? - bajo la mirada hacia mi sonriendo de lado ocasionando que parpadeara avergonzada al descubrirme viendolo tan insistentemente, sintiendo como me abrazaba por los hombros acercándome aún más a él.
