CAPITULO 44 +18

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–¿Quieres platicarme tu sueño Rin-Rin? – volvió a preguntar esta vez en un tono mas serio y hasta insistente al verme aun completamente muda sin querer siquiera proferir sonido alguno al aun encontrarme aturdida por lo que me encontraba soñando segundos atras.
Baje la mirada avergonzandome del recuerdo esperando que no leyera mi expresion incomoda y temerosa.

–Es broma.

Levante la mirada y frunci el ceño confundida por sus palabras.

–Es broma Rin-Rin no me tienes que contar, pero si quisiera saber otra cosa – sonrió de forma fingida mirando a su alrededor y despues a mi de nuevo – ¿Que haces en el cuarto de Ruki?

Parpadee desorientada, percatandome de lo evidente y también de la confusión de ver que aun me encontraba ahí sin el dueño de la habitación con un Kou sentado justo alado de la cama vestido de una forma distinta a la casual, intuyendo que se encontraba por salir

Pense muy bien mis palabras y sin animos de mentir dije la verdad que no sonaba tan mal como una mentira en aquellos momentos.

–Intente escapar.

Kou levanto sus cejas sin esconder el asombro para despues abrir paso a la decepción.

–¿De aquí o de nosotros?

De Ruki, queria responder. No queria tener que cruzarmelo de nuevo pero sabia que volver a mi mansión tampoco era la mejor opción. Si huia nisiquiera sabia a donde dirigirme resultando demasiado frustrante y triste.

–De todo – murmure sin voz o fuerzas para continuar con el rumbo de la conversación.
Kou noto de inmediato aquello al no obligarme a romper el silencio volviendo a hablar esta vez un tanto mas animado y cambiando por completo de tema en un sutil intento por hacerme olvidar el tema.

–Hoy tengo un concierto, te invitaría pero es mejor asi, por el momento puedes verlo en la tele – anuncio posando su mano sobre la mía en una suave caricia – Volvere por la noche, esperame despierta, ¿esta bien? – mire su bello rostro y sin negarme, asentí con una debil sonrisa.
Este se paro, dejo un beso en mi frente y salió de la habitación quedando de nuevo sola.

Me metí al baño observando que en la taza del baño había una muda de ropa junto a unas botas de color cafe.
Me coloque el pescador cafe junto a las botas largas y la blusa de manga larga que me quedaba un tanto grande, optando por fajarme la parte de enfrente esperando no verme ridicula con aquel atuendo.

Sali de la habitacion una vez termine de peinarme, topandome con la figura de Yuma saliendo de su espacio, quien al verme ahí, parpadeo confundido para despues acercarse un tanto ansioso como si alguna idea cruzara su cabeza.

–Parece que el universo te vistio para que me ayudes. Ven, te espero en mi jardin.

Y sin más, desapareció

Observe el lugar una vez que llegue sorprendiéndome al ver el colorido cultivo de tomates los cuales se encontraban ya listos para ser recolectados.

–Creo que ya estas lista – voltee a un costado viendo a Yuma sosteniendo una canasta entre sus enormes manos mientras le hablaba al tomate frente a él – Ven y ayúdame de una vez – me entrego la canasta recibiéndola aun un tanto aturdida por la diversidad de verdura que había ahí y de la cual habia pasado desapercibida por mis ojos.

–Este está muy bien – sonrió Yuma mirando el tomate que acababa de cortar haciéndome fruncir el ceño ante su aniñada actitud mientras me mantenía sosteniendo la canasta que cada vez pesaba más a causa de los tomates que iba cortando y depositando.

–¿No es demasiado cultivar tantas? – mire a mi alrededor notando el largo camino que se extendia a nuestro costado, preguntando aquello mas que nada porque tenia un cultivo como para alimentar un pueblo pequeño entero.

La Pequeña SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora