CAPITULO 45

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Los días transcurrieron casi con normalidad, exceptuando el pequeño roce que existio aquel día entre Kou y yo al descubrir que pase la noche en él cuarto de su hermano asi como el verme despertar de un notable sueño humedo con mi hermano. Más allá de eso, todo seguia con cierta monotoneidad un tanto extraña al verme envuelta en puros dramas desde hace un tiempo para acá.

Me estire después de haber pasado la noche con Kou, rozando con mis dedos, lo que se veia como una nota puesta descuidadamente sobre la cama.

"Lo siento si no estoy ahí. Tuve que irme temprano. Te amo"

ATTE: Kou

Sonreí ante el recordatorio de la noche anterior metiéndome a bañar.

Después de haberme puesto un pantalón blanco y una playera floja manga tres cuartos del mismo color junto con unas chanclas con un poco de tacón color negro. Tome mi cabello en una coleta y salí del cuarto.

En la estancia se encontraban todos exceptuando a Kou quien había mencionado su ausencia en aquel papel.
–Rina – saludo Azusa con una sonrisa al ver que aparecía correspondiéndole de igual manera mientras me acercaba a Ruki por detrás quien se encontraba sentado de espaldas a mi. Me agache y coloque mi cabeza a un lado de su cara mirando lo que estaba leyendo.

–Iré a la peluquería – avise quedándome de piedra al ver su sonrisa hacia mi, notando lo cerca que estabamos. La imagen de ambos durmiendo hizo que me enderezara  algo inquieta de que de alguna forma, aquella incomodidad fuera a raiz de empezar también a sentir cosas por el.
– No tardo – murmure dándome la media vuelta sin esperar a que respondiera. Cerré la puerta principal demasiado fuerte para mi gusto, soltando un enorme suspiro de puro alivio algo pronto al ver como la puerta se abría ocasionando que mirara a Ruki saliendo de esta.

Pasó a un lado y se volvió hacia mí al ver que no avanzaba sonriéndome dulcemente en invitación.

–¿Qué esperas? – levante mis cejas con sorpresa para después trotar quedando a su lado.
Al parecer no iría sola.

Diminutas gotas comenzaron a caer viendo como Ruki abria una sombrilla color negro sobre nosotros tapándonos del clima. Su otra mano se escurrió por la mía hasta tomarla, provocando un sonrojo en mis mejillas a causa de la naturalidad con la que lo había hecho.

Levante la mirada hacia Ruki observando una pequeña sonrisa dibujada en su rostro ocasionando que mirara al frente aún más nerviosa.

El sonido de la lluvia chocando contra la sombrilla me tranquilizaba haciendo más ameno el camino viendo como los pasos de Ruki trataban de acoplarse a los míos mirandose bastante gracioso. No hacía falta decir nada para que el momento se volviera bastante cómodo para los dos empezando a sentirme cada vez mas agusto con los sentimientos de Ruki hacia mí a pesar de no saber si aun eran correspondidos.

Nos detuvimos en un salón enorme en el centro de la ciudad escuchando el famoso tintineo de las campanas una vez él vampiro empujó la puerta, anunciando la llegada de un cliente. Ruki dejo la sombrilla a un lado de la entrada y camino junto conmigo a lo que parecía la recepción.

–Bien... – la chica que se encontraba ahí volteo deteniéndose de hablar al ver a Ruki junto conmigo –...venidos – término de decir con una sonrisa enorme dirigida a ambos.

–¿Qué puedo hacer por ustedes? – tomo una libreta y una pluma y espero a que le contestaramos aun sin quitar aquella sonrisa que parecía mas de sorpresa que de amabilidad.

–Quisiera que me cortaran el copete y me despunten el cabello – mire a la chica atenta a las ojeadas que le daba al vampiro detrás de mí.

La chica era bastante angelical. Su cabello era bastante corto y lacio brillando bajo la luz del salón en tonos plateados y sus ojos eran de un azul potente resaltando aun más por su blanca piel.

La Pequeña SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora