CAPITULO 16

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Al darme cuenta de la hora, decidí empezar a vestirme sin ningún tipo de prisa. Salí de la habitación una vez lista y me encamine a la limusina que ya estaba esperando fuera por mí. Una vez dentro del vehículo pude sentir el aire tenso del espacio deseando enseguida llegar a la escuela.

Kou, Azusa y Yuma bajaron primero siendo detenida una vez que quise bajarme por la mano del último miembro de los Mukami quien me miraba seriamente.

–¿Pasa algo? – consulte quedándome de cuclillas para no estar encorvada dentro del vehículo.

–¿Has tomado toda tu medicacion como te la he ido administrando? – inquirio clavando sus ojos en los míos casi como si me estuviera culpando de no estarlo haciendo. Asentí distraída al ver por el rabillo del ojo a través de la ventana como llegaban mis hermanos acompañados de Yui. Al ver que no le prestaba atención, Ruki tomo mi barbilla obligándome a verlo asintiendo esta vez más segura. Al soltarme, salte fuera del vehículo feliz de ver a mis hermanos ahí, corriendo hacia Shu quien sonrió levemente divertido al sentir como lo abrazaba por la espalda ocasionando que sonriera de oreja a oreja transformando mis ojos en dos finas líneas. Shu se volteo hacia mí para cargarme como un bebe.

–Buenas noches Rina – frunció el ceño Reiji confundido con la muestra de afecto.

–Buenas noches Reiji – sonreí hacia él mientras Shu me ponía en el suelo a un lado de Yui quien al notar la cercanía me sonrió nerviosa al sentir mi mirada desinteresada puesta en ella. Tratando de regresarle la sonrisa bufando por el intento fallido. Ayato se aproximó a mi abrazándome por detrás con una sonrisa que revelaba sus colmillos.

–Saluda a Ore-sama también – rodee los ojos divertida ante sus fingidos celos. Kanato se acercó teniendo una casi invisible sonrisa sin dejar de lado su muñeco. Unos brazos me envolvieron sorpresivamente apretándome bastante fuerte reconociendo el olor de Raito tensándome de inmediato y poniendome la piel de gallina en cuanto su piel rozo la mia sin querer.

–Buenas noches – susurro en mi oreja dejando un beso detras de esta siendo un acto imperceptible para los demas.

–Oi, Raito, aléjate de ella – gruño Subaru empujando a su hermano de ahí esperando que no notara mi incomodidad.

–Que malo eres Suba-kun.

–Sera mejor entrar a clases – anuncio cansado Reiji haciendo aquel típico gesto con sus gafas a pesar de tenerlas perfectas. Subaru me extendió su mano sin decirme nada, tomándola con gusto entrando al edificio.

–Ella hace un rato estaba con los Mukami, ¿no? – el cuchicheo de una chica por detrás de mi hizo que frunciera el ceño molesta.

–Sí, parece que también es media hermana de ellos – la voz de otra chica fue suficiente para que un montón de ellas se unieran y Subaru gruñera igual de molesto que yo al percatarse de lo que se hablaba. Subaru se encargó de dejarme justo en la puerta de mi salón una vez que mis hermanos se desaparecieron junto con Yui.

Me senté en mi pupitre sacando mi pañuelo para toser ahí guardándolo en el justo momento en el que una voz me llamo.

–¿Exactamente que eres de Kou? – trague duro para tratar de quitarme el rastro de sangre dirigiendo una gélida mirada hacia la chica de cabello castaño a un lado mío quien osaba a verme casi de forma retadora y que llegaba a entablar un interrogatorio como si nos tratáramos de intimas.

–No es de tu incumbencia – cortante y hastiada, desvié la mirada sin darle mas importancia.

–Vaya, pero que actitud tan arrogante.

Voltee a verla con mala cara en el justo momento en que un Ruki sudado y con la mirada ansiosa entraba en la sala provocando que todas suspiraran embelesadas y sonrojadas ignorando por completo su mirada la cual se paseaba de forma desesperante como buscando algo.
Me pare apresuradamente preocupada por su estado sin tener cuidado de mover a la tipa frente a mí que obstruia el paso. Ruki se acercó a mí y tomo mi cara entre sus manos acercándola a la suya quedándome estática a causa de la sorpresa.

La Pequeña SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora