Naruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo.
Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento.
Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...
Ella estaba sola en la sala de música abandonada. Se aseguraba de ir allí una vez que todos los alumnos se habían marchado. Tomó la guitarra una vez más. Si sabía tocar el bajo, poco le costaría la guitarra. Al menos, eso pensaba...
Pero nada.
Se enfadó y tomó el bajo, entonces comenzó a tocar una melodía triste que parecía estar llena de frustración.
No muy lejos de aquella sala, un chico rubio que se había quedado castigado, sonreía porque al fin podía irse a casa. No obstante, al caminar por el pasillo escuchó la melodía. Se sintió atraído por ella, era una melodía con tanto sentimiento, expresaba perfectamente lo que sentía una persona triste pero a la vez enojada. En un principio, pensó que sería un chico, pues no conocía a ninguna mujer que tocase el bajo. Lo fue inundando la curiosidad y terminó avanzando cautelosamente hasta la sala de música.
Cuando llegó, abrió la puerta con sigilo, y divisó únicamente la espalda de quien tocaba. Era una chica; vestía la falda del colegio y la blusa, y su cabello era largo y negro, con tonos azulados.
Se quedó hipnotizado con la melodía, y entonces la chica se volteó. Tenía los ojos cerrados, se sentía inspirada. Se había dejado llevar totalmente por sus emociones.
Entonces él la vio y era hermosa. Su rostro era tan perfecto que parecía hecho de porcelana, y su cuerpo estaba maravillosamente dotado.
La chica abrió los ojos, y se sorprendió al notar que también eran hermosos. Parecían dos perlas, color luna. Sin embargo, el que ella abriera sus ojos significaba que había visto al rubio, y entonces dejó de tocar. Se asustó por ser sorprendida cuando estaba totalmente perdida en sí, y el chico también se asustó, pero de la reacción de ella.
Dejó su bajo en el piso, tomó la mano del chico y lo metió a la habitación. Se asomó por la puerta para asegurarse que no viniera nadie y cerró con llave.
Volteó al joven y le dijo; "¿Vienes aquí para delatarme? Lo siento...sé que el club de música cerró hace tiempo porque no hay integrantes, pero, ¡no pienses mal de mí! Yo...amo la música y este lugar...es el único en el que puedo estar tranquila..." - terminó, bajando la vista.
Él estaba asombrado aún por la belleza de su música, y por supuesto, la de ella.
"No!! Cómo se te ocurre, ¡no vine para delatarte! Yo solo pasaba por aquí, oí tu melodía y ¡me encantó! Vine para ver quien tocaba tan hermoso y me di cuenta...que quien tocaba era una hermosa persona..." - dijo el chico sonrojado, sin dejar de mirar los hermosos ojos de ella.
La chica se sintió avergonzada. Por primera vez recibía un halago. Se sonrojó y le tendió la mano.
"Soy Hinata...Hyuga Hinata...y tú?" - preguntó, desviándole la mirada.
El chico de inmediato le tomó la mano y respondió:
"Yo soy Naruto Uzumaki, y estoy encantado de conocerte Hyuga-san!" - con una gran sonrisa en su rostro.
"Está bien, es un gusto conocerte Hinata-chan" - dijo sin dejar de sonreír.
"Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta...?" - murmuró el rubio.
Ella lo miró a los ojos y le dijo que preguntara, entonces el chico miró el bajo en el piso.
"Aquella melodía que tocabas hace un rato... ¿Tiene nombre? O... ¿Tiene letra?" - preguntó, sonando emocionado.
"¿Eh? (dijo sorprendida la chica) N-no...esa melodía... digamos que solo me dejé llevar, estaba algo frustrada..." - respondió ella.
El chico quiso saber por qué se había frustrado, a lo que ella le dijo:
"Hay tantos instrumentos maravillosos aquí...desde pequeña aprendí a tocar la batería, luego el violín y el bajo...y ahora intentaba tocar la guitarra...pero simplemente no puedo...me frustré por eso... la música es algo que amo con todo el corazón, y me dolió tanto cuando cerraron este club...que comencé a venir aquí en secreto... (Acercándose al rubio y tomándole ambas manos) Por favor, te ruego no le digas a nadie!" - suplicó ella.
El chico se sonrojó, ella notó lo que había hecho, se sonrojó también y le soltó las manos rápidamente.
