Casually in Love// Tom Hiddleston (Terminada)

25: Tom el ebrio

Apenas tres horas en el evento y juro que fue una de las cosas más alocadas y ajetreadas que he hecho en mi vida. Tom y yo desfilamos juntos, esta de más decir que como pareja porque ya la gente lo sabía. Luego de que nos captaron muchos de ellos besándonos después de que Tom me pidiera disculpas. Como era mi primera vez en un evento como este, él siempre estuvo ahí para guiarme y contarme unas cosas interesantes. Incluso estuvo ahí para evitar que me cayera y se formara una escena.

- ¡Tom, Tom, por aquí!- gritaba eufórica una reportera rubia.

- Hola.- dijo mientras nos acercamos juntos.

- ¡Gracias por aceptar! Queremos ser los primeros en publicar sobre su relación, si así lo permiten claro.- dijo amablemente.

- Nos encantaría hacerlo.- respondió Tom después de dirigirme una mirada para consultarme si estaba de acuerdo.

- ¿Cuál es tu nombre preciosa?- me preguntó con una sonrisa.

- Margot Miller, un gusto conocerte.- No sabía como actuar ni que decir pero algo se me debía ocurrir.

- Cuéntenme su historia de amor, ¿Dónde se conocieron?

- En las audiciones de una nueva película en la que ambos seremos los protagonistas. De hecho es bastante irónico como empezó todo, fue realmente mal.- rió Tom.

- Me derramó café encima.- agregué riendo.

- Ojalá en otra entrevista nos puedan contar con más detalles su historia.- dijo la reportera.- Y esperemos que para entonces vengan con más noticias más grandes.- Nos guiñó un ojo a ambos.

Le agradecimos y continuamos nuestro camino dentro de las instalaciones. Hasta que nos detuvieron de nuevo, pero esta vez no era una reportera.

- ¿Qué demonios haces aquí Anguelique?- preguntó con desprecio Tom.

- Quería ver las cosas más de cerca y advertirles un vez más que se cuiden.- respondió mientras me miraba con asco.

- Creí que te dejé bastante claro las cosas cuando intentaste engañarme con esas fotos.- habló él.

-Al parecer son más inteligentes de lo que creí.- dijo Anguelique sonriendo.

- Y tu más idiota de lo que pensé.- hablé ahora.

Se dió la vuelta toda ofendida dejándonos en paz. El lugar estaba espectacular, no se compara con lo que se ve en televisión.

Los premios estuvieron bien y luego de eso fuimos al after party con Elliot y Anne, que no se habían separado en toda la noche. Ya en la fiesta, los cuatro nos pusimos a bailar y a disfrutar del momento. En varios ocasiones de nos acercaron celebridades amigos de Tom para felicitarnos por la relación y que nos deseaban mucha suerte, pues llevar una relación en Hollywood era bastante difícil.

El acceso al alcohol era ilimitado, producto de ello tuvimos que cargar hasta casa a Tom y Anne.

- Bueno noche, ¿no?.- dijo George.

-¡George! Hace mucho que no te veía.- exclamé alegre al verlo.

- Unas vacaciones no le vienen mal a nadie, además de que a él le gusta llevar a su princesa.- rió refiriéndose a Tom.

- ¡Georgeeee! ¡Tanto tiempo amigo!- balbuceó Tom.

- Tamto tiempo desde que no te veo en ese estado.- burló.

Decidimos pasar primero por el apartamento de Anne y Elliot se ofreció a quedarse, muy raro. Ya después, George nos llevó hasta la casa de Tom y me ayudó cargándolo hasta su cama. Le agradecí y se fue, no sin antes pedirme que lo llamara si pasaba algo.

- ¡MI AMORRRRRRRRR! Estás muy noche esta bella.- balbuceó Tom.

- Estás tan ebrio que no puedes ni hablar.- reí mientras le aflojaba la corbata.

- Te amo mucho preciosa.- Si hay algo de lo que sé, es que los niños y los ebrios siempre dicen la verdad.

- Creo que es mejor que duermas.- dije sonrojada.

No tardó más de un minuto en caer dormido, así que aproveché para quitarle su ropa y que durmiera más cómodo. No pude evitar rozar sus marcados abdominales con mis manos, era mucha tentación.Cuando estuvo listo, fui al baño para cambiarme. Salí en ropa interior para buscar una camiseta de Tom para dormir, ya que él estaba dormido.

De repente unos fuertes brazos me agarraron por detrás.

-Te necesito ahora.- jadeó Tom mordiendo mi oreja.

Me di la vuelta para quedar frente a frente, y al ver sus ojos azules tornarse oscuros de la excitación, fue suficiente para que mandara todo al diablo, incluyendo su estado de embriaguez.

Entre caricias y desenfrenados besos logramos volver a la cama y me dejé caer sobre esta con él encima. Sentía lo excitado que estaba y con mi mano recorrí sus abdominales una vez más. Pasó sus besos a mi cuello y continuó su recorrido hasta llegar a mi brasier. En una rápida maniobra se despojó de el y comenzó a besar y mordisquear mi pecho.

Sentí sus dedos adentrarse por encima de la tela de mi interior. Se quitó su boxer y entró lentamente en mi. De a poco sus movimientos empezaron a aumentar y la fuerza con que lo hacia, también. Mis paredes se achicaban más y más indicando que estaba a nada de llegar.

- Solo un poco más.- jadeó Tom mientras me embestiaba una y otra vez llegando al climax juntos por primera vez.

- Te amo Margot.

- Te amo Tom.

Agotados nos tumbamos en la cama y me apoyé en su pecho. Nuestras agitadas respiraciones lentamente volvían a la normalidad y el cansancio nos obligó a domir.

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