Margot emprende un viaje junto a su mejor amigo a la ciudad de Nueva York, ambos en busca de cumplir sus sueños. Margot no solo espera conseguir su sueño de ser actriz, sino también olvidar parte de su pasado debido a su desastrozo matrimonio.
Tom...
Al salir del aeropuerto, había un montón de paparazzis, listos y preparados para atacar con sus flashes como si de espadas se tratara. Le dije a Angelique que tapara la cara del bebé para que no le molestara la luz y subimos al auto de George. Sí, George. Poco antes de aterrizar lo llamé para avisarle de que volvería y que me esperara en el aeropuerto, no sin antes recibir la primera de muchas retadas por haberme desaparecido.
- ¿A dónde los llevo Tom?- preguntó encendiendo el auto negro de vidrios blindados.
- Al apartamento de Marg...-
- No creo que sea una buena idea.- dijo interrumpiéndome.
- Pues yo creo todo lo contrario.- habló Angelique.
- No tienes ni idea de lo que ella ha pasado muchacho.
- Créeme que todo este tiempo estuve al tanto y yo mismo me quiero matar.
- ¿Cómo?- me preguntó confundido.
- Ben...
- Oh... ahora tiene sentido.- rio.
- Yo creo que lo mejor será que salgamos de aquí ahora.- sugirió Angelique señalando a los paparazzis que estaban rodeando el auto y a los que venían corriendo.
Con suerte pudimos salir sin tener que arroyar a alguien y en poco tiempo ya nos encontrábamos los cuatro frente al condominio que yo frecuentaba hace un año.
- George, ¿Recuerdas la casa de campo en las afueras de Oklahoma?- le pregunté.
- Por supuesto.- respondió.
- Perfecto porque necesito que los lleves allá.
- ¡¿Qué?! ¡Son más de quince horas de viaje!- gritó George eufórico haciendo que Lucas comenzara a llorar. - Disculpa.- se dirigió a Lucas y Angelique.
- Te daré el tiempo de vacaciones que quieras.- le dije tratando de convencerlo.
- Es un trato.- sonrió contento.
- Sal de Nueva York cuando estés seguro de que ningún paparazzi te esté siguiendo.- le ordené y en respuesta solo asintió con su cabeza.
- ¿Más de quince horas de viaje en auto?- replico Angelique sorprendida.
- Te recomiendo que te pongas cómoda.- dijo George colocándose sus gafas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Observé como el auto se alejaba y cuando ya no había rastro de este, me dispuse a entrar al condominio.
