Casually in Love// Tom Hiddleston (Terminada)

ST/ 11: Momento de la verdad

*Es aquí cuando la historia toma un giro de 180 grados*

_______________________________________________________________________________

Entré lo más rápido que pude a la casa. Debía aclarar ciertas cosas y acabar con todo esto de una vez, por el bien de los dos.

Al no encontrarla en la sala de estar, supuse que estaría con él. Me dirigí con pasos pesados de lo enojado que estaba hacia la habitación. Cuando escuchó la puerta abrirse, giró su vista hacia mí y le indiqué con la mirada que me siguiera.

- ¿Qué ocurre?- dijo calmada mientras bebía agua del vaso.

-¡No puedo creer que me hayas drogado y por encima de todo, prácticamente, haberme violado! ¡Ten por seguro que esto no se quedará así y que irás a la cárcel!- le grité alterado tomándola totalmente por sorpresa, haciendo que el frágil vaso de cristal cayera al suelo.

-¡NO! ¡Por favor no lo hagas!- imploró Anguelique entrando en llanto.

- ¿Por qué lo hiciste? Entiendo que no querías que acabara con lo que tenía...- dije más calmado.

- No fue por eso Tom, me obligaron a hacerlo.- interrumpió.

- ¿Esperas que te crea eso?

- Debes hacerlo por favor.- suplicó.

Me tomé unos minutos para tratar de asimilar la situación, todo esto se estaba volviendo feo. Finalmente decidí calmarme, usualmente no reacciono así, mucho menos con una mujer. Sea cual sea la situación en la que este. Hablar con Anguelique sería lo mejor, algo en su voz me decía que hablaba con total sinceridad. Era momento de la verdad.

-Discúlpame por haberte gritado de esa forma. Lo mejor será que tomemos asiento y me cuentes todo.- le dije agarrándola suavemente por las manos.

- Gracias Tom.- agradeció al mismo tiempo que secaba todo rastro de lágrimas de su rostro.

- Alex y Ryan Biacchi me pagaron mucho, pero mucho dinero para hacer todo esto.- empezó a hablar.

- ¿Ryan Biacchi? El amigo de Margot, con razón es que estamos en Italia.

- Sí.- respondió Anguelique. - Me dijeron que tendría que tomar un vuelo a Italia para encontrarme contigo pero antes me dieron un pequeño con un polvo para que te haga dormir. Esa noche supuestamente tuve que haberme acostado contigo para poder quedar embarazada pero no lo hice. No podía hacerte tanto daño.

- ¿Quieres decir que Lucas no es mi hijo?- pregunté sorprendido. Anguelique solo se limitó a asentir con su cabeza. Respiré profundamente para digerir lo que me había dicho. Todo este año engañado con que el pequeño Lucas era mi hijo. A pesar de que me había tomado por total sorpresa su nacimiento, sin duda alguna que era una bendición para mí. Lo amo como a un hijo, era imposible no hacerlo. - ¿Entonces de quién es?- pregunté.

- Su padre me abandonó con toda la carga y fue por eso que acepté el dinero. Al ser modelo nadie me contraría cuando ganara peso y tardaría mucho en recuperarme del parto.

- Bastardo.- susurré.

- Lo sé.- sonrió negando con la cabeza su torpeza.

- Eso no es todo Tom.- dijo asustada.

- ¿Qué es lo demás?-pregunté intrigado.

-Ellos planean algo muy malo.- me aseguró con la mirada.