Casually in Love// Tom Hiddleston (Terminada)

ST/ 4: Bienvenida Sara S.

Tuve que despertar demasiado temprano, casi que en la madrugada y todo porque la película tardó más de lo debido y luego se nos antojó un helado. Así que apenas toqué mi asiento en el avión, caí rendida. Eso haga que la azafata, amablemente, me pidió que despertara porque estábamos por aterrizar. Una vez abajo del avión, busqué mis maletas y salí al garaje donde encontré a mamá esperándome.

- ¡Mamá, que lindo es volver a verte!- saludé abrazándola muy fuerte.

- Te he echado tanto de menos.- dijo correspondiendo mi abrazo.- A que no adivinas lo que está pasando.- comentó cogiendo una de mis maletas camino al carro.

- ¿Qué?- pregunté intrigada.

- ¡Chelsea está apunto de dar a luz!- soltó emocionada. - Todos te intentamos llamar pero fue en vano...ya sabes, por el avión.- Y en efecto, al activar mi teléfono, este comenzó a timbrar demasiadas veces indicando en la pantalla que tenía varias llamadas perdidas.

- ¿Margot?- dijeron al otro lado de la línea luego de haber contestado la nueva llamada.

- Sí.- contesté.

- ¡Margot, gracias a Dios! Debes venir ahora al hospital, Chelsea se rehúsa a dar a luz si no estás aquí.- dijo rápido Alexander.

- ¿Qué?¿Por qué?

- ¡No lo sé! Solo ven rápido que ya que quiero conocer a mi hija...y créeme que ella también tiene toda la intención de hacerlo.

- No te preocupes, de hecho ya llegué.- sonreí al ver el hospital en frente.

Bajamos del auto corriendo y mi madre me guió hasta la sala donde está mi mejor amiga. Solo podía entrar yo, por lo que mamá se quedó afuera. Iba a entrar hasta que me indicaron que debía ponerme un gorro y un traje azul por protección.

-¡Por fin!- gritó Alexander al verme.

Miré a Chelsea en la camilla con las piernas abiertas, con el rostro rojo y lleno de sudor. A su lado estaba Alexander agarrando su mano y un poco más allá se encontraba la madre de Chelsea junto a otra señora, todos utilizando el gorro y bata azul.

- Ya estoy aquí Chelsea, tranquila que todo va a salir bien.- dije agarrando su mano.

- ¡Te demorabas un poco más y no vivías para contarlo!- gritó por el dolor, además de que ella suele ser un poco agresiva.

- Yo también te amo mucho.- sonreí inocente.

- Vamos Chelsea. ¡Puja! ¡Puja!- dijo el doctor.

Chelsea apretaba demasiado duro mi mano, ya ni siquiera la sentía. Alexander estaba sonriendo a pesar de que su mano estaba morada.

-¡Un poco más hija!- gritó su madre.

-¡Esto duele como la mierda!- gritó Chelsea del dolor.

Toda la sala se había quedado en silencio hasta que este fue interrumpido por el llanto de la bebé.

-¡BRAVO!¡BRAVO!- aplaudieron ambas abuelas.

- Lo hiciste bien pequeña.- felicitó el doctor.

Enseguida le entregaron la bebé a Chelsea que estaba se encontraba llorando de la felicidad junto a Alexander. Una escena digna de fotografiar, posteriormente saqué mi teléfono y capture el momento. La bebé era una bolita rosadita muy bonita, muy similar a su hermano cuando recién nació.

- ¿La puedo cargar?- pregunté sonriendo.

- ¡Claro que sí! Tú eres la madrina.- dijo Chelsea entregándome a la bebé.

- Hola bebé, soy tu tía Margot. ¿Te gusta el mundo o estaba mejor ahí dentro?- le dije con el típico tono con el que se le habla a los bebés. Su carita había sido adornada por una sonrisa, la sonrisa más dulce que he visto.

- ¿Cómo se llamará?- pregunté una vez más.

- Sara Maurette Skarsgard Britt.- respondió Chelsea emocionada.

- Bienvenida al mundo pequeña Sara Skarsgard.- besé su suave y delicada frente.

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