Novia fugitiva

Lecho nupcial

4 de Enero 2017
New York

Camila

Con ayuda de Dinah acomodé en la maleta más pequeña lo que cabía, lo necesario para sobrevivir por dos semanas con un desconocido. Mis manos temblaban, no podía entender la decisión de esa mujer. El por qué de repente se ponía a jugar con algo demasiado importante. Desde lejos se notaba que tampoco iba soportar mi presencia​. Estaba loca.

-Siempre no debes hacerlo Camila. Sugirió mi mejor amiga. Mis lágrimas corrían por las mejillas, eran de enfado por tener que estar con Lauren bajo una amenaza.

-Debo hacerlo, esa chica es capaz. Y lo era, no podía arriesgarme a que cumpliera su palabra.

-Pero precisamente por eso, estar con ella no es seguro.
-Dinah lo haré por que quiero demasiado a Bill como para que se enteré de esa forma, lo lastimaría y se arruinarían nuestros planes. Me senté derrotada en la cama y respiré profundamente. El dolor en mi brazo por momentos se hacía fuerte.
Será qué también me estoy volviendo loca y estoy alucinando esto. Me pellisque para despertar pero al abrir los ojos estaba en el​ mismo lugar con una Dinah preocupada. Se sentía culpable por haber dado tantos datos sobre mi a Normani.
Era extraño pero tenía instintos asesinos hacía Lauren en este momento. Me molestaba sobremanera su cara, ese gesto de superioridad al decirme lo que iba a hacer. Maldita farsante. No tenía que otra ofensa hacer, yo no tendía mucho a atacar a las personas pero Lauren despertaba eso en mi. Algo nuevo.
Y es que no me imaginaba cómo iban a reaccionar mis padres con esa noticia, tenía miedo, ellos no lo perdonarían. Bill tampoco, se sentiría traicionado y no volvería a confíar en mí. Apostaba a que Lauren tendría alguna forma de convencer, pero no con mis padres​, no vistiendo de esa forma tan relajada y casual.
Bufé una vez más e intenté arreglar lo que me faltaba.

Lauren
...

Mordí mi labio ansiosa. Estaba cometiendo un error enorme al llevarme a Camila a casa. De pronto mis objetivos iniciales cambiaron. Dios. Sacudí mi cabello otra vez.

-No puedo creer lo que haces Lauren, esa chica no se merece esto.

-Quien te entiende, ahora la defiendes, pero te diste cuenta que ella estaba provocándome, yo solo respondí bajo ataque. Respondí en un tono bajo.

-¿Que tal y te demanda por agresión en el matrimonio? Enojada puede hacer cualquier cosa.

-Tu me dijiste que también podía conocerla, Keana opinaba que lo hiciera antes de...

Mani sacudió su cabeza sin poder entenderme. Yo tampoco lo hacía, no me sentía capaz de mantener a Camila en mi departamento por dos semanas ¿Que iba a hacer? Estaba despertando una sensación muy diferente en mi. Me había molestado la forma en que me hizo sentir menos que ese tipo con el que esperaba casarse.
Apreté mis nudillos. Estaba segura que yo era mejor que el en todo. Me debatía entre tratar de hacerla feliz esas dos semanas o darle razones suficientes para divorciarnos, para que siempre recordará esto y jamás pensará en burlarse de alguien como yo, de criticarme antes de conocerme.
¿Que va a pasar con esas salidas improvisadas? Desde luego tendría que dejarlas, no podía arriesgarme a que Camila se me escapará.

El sonido de unas maletas en el piso llamaron mi atención y Mani estuvo a mi lado rápidamente. Temía que la amiga nos atacará. Tenía una cara de pocos amigos y apostaba a que se sentía culpable por revelar la información sobre el compromiso de Camila.
Ella no llevaba una mejor cara, era obvio que había llorado mientras hacía su maleta y que estaba dispuesta a hacerme la vida imposible.
También me dí cuenta que no me gustaba ver tantas emociones en ella. Bueno que cambiarán de forma tan repentina y que quisiera asesinarme solo con verme. Era más linda cuando sonreía.
Una vez llegaron frente a nosotras, Dinah carraspeó la garganta.