Es navidad

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25 de Diciembre 2017
Miami

Lauren

Cuando desperté en la mañana me sentía como niña pequeña. Algo nerviosa por los regalos de navidad. Mejor dicho. Por el mío hacía Camila ni siquiera me preocupo no ver ninguno de ella para mi bajo del árbol. La miré dormir tranquila. El sol estaba saliendo y con cuidado de no despertarla. Baje a la cocina para preparar algo de café y llevar galletas en formas navideñas. Quería consentirla mucho ese día.
Cuando iba volviendo a la habitación me topé con Alejandro, salía al baño. Se miraba gracioso con su pijama de Rodolfo el reno.

-¿Que es tan gracioso? Preguntó serio. Yo deje de sonreír. -Bien, me la regaló Camila desde hace años, siempre quiere que la use para el día de hoy. Se encogió de hombros y entró al baño. Yo entré a la habitación sonriendo como tonta amaba esas locas ideas de Camila y su pequeña obsesión por navidad. Con cuidado puse el café y galletas en la mesa de noche y corrí al baño para peinarme un poco y hacer mi aseo matutino. Un poco incómoda tomé el suéter navideño con luces LED que me regaló. Llevaba un pino navideño en el centro. Me reí.
Mantuve el pantalón de complemento. Reí más.
Salí a con mi novia, tallaba sus ojitos recién despierta.

-Hola amor. Ella sonrió y antes de que la besara salió disparada al baño. Tardo como 15 minutos dentro, cuando salió. Llevaba el mismo atuendo que yo pero en color rojo, el mío el verde.
Su arbolito encendía como el mío. Llevaba su cabello en una coleta que la hacía verse muy sexy.

-Me gusta como te ves. Dijo para finalmente saltar sobre mi en la cama.
Señale el café y las galletas. Sonrió al tomar una galleta en forma de mono de nieve. Comimos entre risas y besos.
Ella decidió llevarme a la sala todos debían estar ya ahí.
Y como pensé, todos esperaban a que apareciéramos. Mi madre nos recibió con un flash. Dios. Estaba tomando fotos.

-Pero que monas se ven. Dijo Sinu. Todos rieron y comenzaron a tomar regalos y más. En orden los abrimos al final quedamos Camz y yo. Ella los repartió, entre libros, ropa y objetos divertidos todos se quedaron esperando el regalo para mi. Ella me pidió que esperara y con ayuda de Tay me cubrió los ojos con sus manos.
Camz había salido de la casa y finalmente volvió. Para mi sorpresa algo húmedo comenzó a lamer mi cara. Todos hicieron un ruido.

-Awww.
Abrí los ojos y mire a un dulce cachorro. Si tenía sus ojos azules y ese cuerpo saltarín peludo. Movía su colita muy feliz.

-Mira Lolo, te ama. Sonreí como pequeña y atraje a Camila en un beso.

-Yo te amo a ti preciosa.

-¿Como se va a llamar Lolo?Taylor y Chris insistieron.
Miré al husky siberiano en color negro con blanco. Se movía divertido.

-Navidad. Les dije. Todos rieron. Camila besó mi mejilla.

-Es el mejor nombre mi amor.

-Gracias. Dije con una sonrisa sincera.
Camz lo cuido mientras yo repartía los regalos para todos. Eran sencillos pero demasiado pensados. Mis padres sonrieron y besaron mi mejilla, igual mis hermanos y mi abuela. Alejandro también agradeció con la mirada. Sinu besó mi mejilla.

-Y bien, pues aquí esta tu regalo Camz. Ella soltó al cachorro en los brazos de Chris.
Extendí la pequeña caja. Era muy pequeña. Cualquiera pensaría que sería algo con diamantes o algo muy fino. Pero no era así.
Camz adoraba las cosas sencillas y aún así cuando era pequeña la caja, su sonrisa no se fue. Algo ansiosa deshizo el material que lo envolvía. Yo permanecí de pie junto al árbol.
Cuando llegó al contenido. Sus cejas se levantaron y leyó.
Todos se sorprendieron por que lo único que había dentro era un folleto.
Ella leyó en silencio. Sus hombros hicieron un movimiento. Estaba llorando.
Dios pensé que lo tomaría diferente.
Todos me miraron raro.
Cuando quitó el folleto delante de su cara ella me miró. Sus mejillas bañadas en lágrimas y una sonrisa asombrosa. Sé puso de pie y corrió hacia a mi.
Taylor que estaba sentada cerca tomó el folleto y leyó.
Camila estaba enganchada a mi como un Koala.

-Te amo Lauren, de verdad que no pudiste darme un mejor regalo que este.
Sostuvo mis mejillas y me besó. Yo derrame unas lágrimas de alegría.

-O Dios mío, van a tener un bebé. Taylor gritó feliz. Mis padres sonrieron y mis suegros se miraron entre ellos. Poco a poco se pasaron el folleto.
Camz se separó de mi.

-Quiero comenzar un tratamiento mi amor. Le dije.
Ella negó.

-Yo quiero tenerlo Lolo ¿Si?
Asentí, en realidad no sabía como de segura se sentía ella para intentarlo, y mi primera opción era yo tomar el tratamiento. Pero ella me miraba feliz y quería hacerlo ella.

-Si. Dije para todos. -En realidad Camz y yo no hemos hablado mucho sobre bebés pero conozco demasiado los sueños de mi princesa, y si ella quiere, vamos a ir al centro de fertilidad apenas comenzando el año, para intentar tener un bebé en la familia.
Mis padres nos abrazaron a ambas y mis hermanos. La abuela ya lo sabía así que nos deseo mucha suerte.
Mis suegros llegaron frente a nosotras. Alejandro se acercó a mi serio.

-Lauren, esto realmente es algo demasiado importante para Mila, puedo confiar en que tu la cuidaras y cuidarás al bebe, prométeme que pronto también van a casarse y darle una familia al próximo en la familia. Asentí conmovida por su palabras y me dió un abrazo. Sinu llegó hasta Camila y besó sus mejillas.

-Lo van a lograr Cariño, y todo saldrá muy bien.
Me besó la mejilla y sonrió.
-Gracias por hacerla tan feliz, Lauren.
Camz me abrazó de nuevo.
El regalo había sido la mejor opción. Dios moría de ansiedad pero sabía que era el momento indicado de dar ese paso con Camz, de comprometernos y de unir nuestras vidas para siempre, moría por ver su barriga crecer, besarla y tener entre mis brazos a un pequeño o pequeña con esos ojos cafés tan dulces que me cautivaban.

-Te amo mi amor, quiero formar una familia contigo y festejar juntos, todos los años.
Me abrazó y correspondió mi beso.

-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida Lolo, quiero tener bebés contigo, muchos y practicar. Sin poder contenerme. Comencé a reír como una loca, llamando la atención de todos.
Nos sentamos junto al árbol, mirando las luces y con navidad jugando sobre nuestros pies.

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