27 de Octubre 2017
New YorkLauren
Otra vez era lunes así que Camz y yo despertamos temprano. En realidad yo lo hice, ella tenía problemas para despertar, así que aquí estaba de nuevo tratando de hacerla volver a la vida.
-Camz. Susurré en su oído. Nada. Me reincorporé en la cama y tomé su cintura con suavidad, dios, me encantaba verla sobre mi cama todas las mañanas, era tan hermosa así. Solo dormía con lencería. Era sexy, miré su culo y quise tocarlo pero sabía que eso podía retrasarnos más. Lo cubrí con la sábana. Quería evitar tentaciones.
-Corazón, bebé...debes despertar. Susurré en su oído. Ella se quejó. -Venga Camz, es lunes hay que ir a trabajar.
Besé su espalda y su mejilla.
-Arriba cariño, debes despertar ya, el desayuno no se hace solo. Reí por mi comentario, me gustaba jugar a las casitas con ella. Sobre todo cuando se venía la práctica para los bebés.-Venga, levántate ya.
Me dió la espalda esta vez para seguir durmiendo.
Era suficiente, con diversión grité.-Dios pero mira que tía tan buena, ¿Es la que conocí el otro día?
Ella se sobresalto en la cama y comenzó a buscar a la sospechosa. Yo reí. Si, los celos eran mi mejor arma.
Gruñó cuando se dió cuenta de la mentira y antes de que quisiera dormir otra vez, tomé su mano y la llevé hasta el baño.
Besé sus labios para convencerla de bañarse y la ayudé a quitarse las pequeñas prendas. Entramos a la regadera las dos juntas. Poco a poco se refresco y abrió sus ojos.-Duermo tan bien contigo que no quiero despertar. Susurró.
-A mi me gusta abrazarte en la noche, eres muy cálida. Sobe su mejilla.
Se acurrucó en mis brazos mientas intentaba lavar su espalda.
Cuando terminamos salí por la bata para ella y coloqué la mía. La rutina era simple. Despertábamos, íbamos a la ducha juntas y mientras yo me vestía, ella cocinaba algo para las dos. Finalmente volvía a arreglarse y las dos desayunábamos juntas.
La llevaba a la editorial y yo me iba a la oficina.Esta vez ella quiso hacer algo diferente por que no fue a la cocina. Me miró de reojo.
-¿Pasa algo? Pregunté. Le ayudé a cerrar su vestido. Ella negó sonriente.
-Nada, solo que no deseo cocinar.
-Ammm...supongo que me toca a mi hacerlo, ahorita que termine voy. Dije confusa. Ella me sonrió amable y siguió en lo suyo. Bien, tenía ya un tiempo sin cocinar, iba a sorprenderla. Una vez estaba lista, le di un beso en la mejilla y salí de la habitación.
Entre a la cocina con seguridad, necesitaba varias cosas, así que debía darme prisa para que funcionara. Al entrar me detuve de golpe ¿Que era aquello? Sobre la encimera había un pastel. Si y una nota.~Feliz segundo mes~ sonreía como una tonta al leer la primera parte. ~Te amo mucho Lolo~
En ese momento Camz me alcanzó en la cocina y sonrió.-¿Te gusta? Claro que lo hacía, tenía chocolate y nuez. Era un lindo pastel, uno ideal para dos personas. El mes anterior me había encargado yo de la sorpresa, esa noche la lleve a cenar a nuestro restaurante favorito de Pizza.
Camino hacia mi y finalmente me beso.-¿Crees que sea bueno comer solo pastel? Pregunté y sonreí sobre su mejilla y la atraje un poco más hacía mi.
-Por supuesto con café y fruta.
Sugirió. Mis manos buscaron su cintura con determinación y la guié a mis labios. Seguimos besándonos por un buen rato.
Era obvio que los meses que estábamos juntas eran para festejarse.
Ella no se cansaba de consentirme, de hacerme sentir cómoda con su presencia, de convencerme de que estar juntas era lo mejor que me había pasado. Y si, apenas había pasado un mes y yo ya sabía la clase de boda que quería con ella. Mi padre había venido de Miami en una sola ocasión hace unas semanas y tenía por fin el anillo que Camz jamás debió regresarme.
La abuela se había enterado de todo y con gusto me había regresado el anillo familiar. Ahora no sabía de que forma pedírselo a Camz.
Debía ser algo perfecto. Algo que superará la forma tan extraña que se lo había pedido antes. Sonaba muy loco que después de meses de divorciarnos, quisiera volver a casarme con ella.Entre las dos arreglamos la mesa y comimos el pastel. En varias ocasiones no pude resistirme a besar sus labios con sabor a chocolate, ella reía como una bebe. Sabiendo que tan mal era comer el pastel para un desayuno. Seguramente nuestras madres nos habían reprendido.
-¿Te parece ir a cenar por la noche? Pregunté cuando terminé mi café. Asintió. Le encantaba el pastel, solo comía con un encanto.
Tapo su boca llena antes de contestarme.-Intentaré salir temprano de la editorial, tu también trata y nos podemos ver antes, dar un paseo por central park, que me compres flores y besarnos frente al lago, luego cenamos con luces bajas y un montón de pétalos. Soltó todo eso. Yo reí, vaya planes súper románticos.
-Te falta la mejor parte preciosa. Hice una cara sugerente. Su sonrisa creció. Si, la parte más divertida de todo esto es que no había tenido tanto sexo en mi vida en los últimos meses. Prácticamente si Camila y yo teníamos tiempo libre en cualquier parte del día, estábamos sobre la cama o en el sofá haciendo el amor.
De sólo pensarlo deseé evitar el trabajo y quitarle el vestido naranja que llevaba esa mañana.-Bueno esa parte también. Rodó los ojos. Tratando de hacerme reír.
-¿Te das cuenta que hemos tenido mucho sexo?
-Podríamos romper un récord. Se encogió de hombros y comenzó a levantar los platos y tazas de la mesa. Le ayudé con algunas cosas.
-Ahora mismo tengo ganas. Le dije. Se giró hacía mi. O mierda. No debía decirlo. Llegó frente a mi y comenzó a besarme. Entre tropezones llegue al sofá grande en la sala. Ni siquiera sabía que hora era, esto debía ser rápido.
Baje una orilla de su vestido, justo sobre el hombro y comencé ahí. Soltó un suspiro y sostuvo mi culo.Una llamada nos hizo separarnos.
Diablos. Me miró divertida y luego busco cual de los dos móviles sonaban. Era el de ella.
Seguramente vio la hora por que sus ojos casi salen.-Dios Lolo, tenemos que irnos, no puedo llegar tarde. Subimos a terminar de arreglarnos y salí para esperarla en el auto.
Venía llamando por móvil. Le abrí la puerta para que entrara y una vez convencidas que no faltaba nada. Arranque.
Conduje con prisa.-Si, en realidad estoy a poco de llegar al edificio, ok...si nos vemos. Colgó. Me miró. -Lolo creo que saldré un poco tarde hoy. Se quejó.
-Hey esta bien preciosa, podemos ir todavía a cenar y luego ir a la cama.
Rió por mi sugerencia.
Estacione frente a su edificio.
Tomó su cosas apresurada y antes de abrir se despidió con un beso largo.-Lolo debes saber que este tiempo juntas a sido el más dulce de mi vida, te amo mucho y quiero planear muchas cosas como estas contigo. Sonreí sobre sus labios.
-Te amo también Camz, y quiero seguir comiendo pastel para el desayuno toda mi vida.
Reímos. La alcancé antes de que abriera su puerta y la besé otra vez. Al parecer si era la despedida por que salió disparada hacía el edificio.
Yo arranqué, el despacho debía tener mucho trabajo pendiente.
ESTÁS LEYENDO
Novia fugitiva
FanfictionDecir "Si" a una propuesta de matrimonio frente a tus amigos y familia puede ser la experiencia más romántica y encantadora ¿Pero que sucede cuando la propuesta no es precisamente la esperada? En medio de una fiesta en la ciudad del Pecado, Las Vega...