Conmigo

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6 de Julio 2017
Lauren

New York

Tomé mis cosas de la oficina y salí de forma apresurada había quedado con Jade para comer y todo el trabajo y la distracción que últimamente tenía me hacía ser torpe y lenta.
El sitio estaba cerca pero cuando llegue al estacionamiento y busqué en mi bolsa las llaves para abrir no tenía las llaves. Molesta decidí tomar un taxi, el cuál tardó tiempo en aparecer.
Subí enfadada y mandé un mensaje a Jade.
Al llegar al centro comercial, casi corrí al restaurante italiano. Jade me miró con una sonrisa boba en la cara.

-Eres un desastre Lo.
Le hice una señal obscena.

Para mi suerte ella me había pedido algo de comida. Estaba agradecida, no tenía cabeza para pensar en algo tan simple.

-Debería grabarte haciendo tantas tonterías, tal vez así la hago feliz un rato.

-Cállate si no quieres que me vaya. Dije entre dientes.

Desde ese día en el departamento de Dinah parecía haber tropezado con una racha de mala suerte, distracción y eventualidades.
Estaba torpe y lo reconocía.
Pasaba la mitad del tiempo observando el teléfono pensando en si llamar o no. Volver ahí y arriesgarme a recibir un golpe de su parte.
Jade lo usaba para su diversión.
Mi habitación era un desastre, sucio, con todo en el piso y el baño... pfff era un horrible pero mi cabeza no podía pensar, ni siquiera para ordenar algo. Tomé mi bebida y terminé lanzando algo en mi pantalón. Jade comenzó a reírse sin detenerse.

-Dios.
Use la servilleta y al limpiarme mi teléfono comenzó a sonar. Contesté.

-No es por asustarte pero tu pesadilla esta en el baño del lugar. Me habló burlona la voz de Dinah. Jade calló al ver mi rostro de preocupación o algo.

-¿Cómo de que hablas?

-Camila esta conmigo, bueno en el baño y estamos sentadas justo a tu espalda.
Me giré y vi a Dinah sentada mesas atrás levantando la mano en saludo.
Por dios. El mundo se hizo pequeño y colgué. Me miró confundida.

-Pero tranquila cariño. Jade me tomó del hombro.
Negué varias veces, lo mejor era actuar de forma normal y evitar hacia donde ellas estaban. El corazón me latía a mil. No miré al baño, no me moví de la silla para evitar cualquier encuentro.
Escuchaba que platicaba sobre diversos temas que aunque eran simples de comprender no podía concentrarme completamente, pensaba en ella. En que haría muy incómodo que se enterara de que yo también estaba aquí.
Desde la última vez que la vi no dejaba de pensar que podría haber actuado diferente. Un poco menos débil, muy en el fondo sabía que seguía mintiendo. Estaba lastimada y quería evitar más dolor del que ya tenía.
Jade golpeo con su palma mi frente leve mente y desperté de mis pensamientos.

-Oye podría pasarme muchas horas aquí hablando pero parte de la comunicación es que alguien más conteste a lo que digo.

-Perdón. Trate de sonreír pero fue torpe.

-Hay Lo, aunque te veas toda ruda eres la chica más sensible que he conocido.
Suspiramos al mismo tiempo y termine riendo con ella como una tonta. Estaba muy ansiosa.
Reinicié mis pensamientos y termine con un montón de imágenes de Camila.
Si me acerco a ella dudo que pueda responder de la peor forma, tal vez frente a toda la gente del restaurante reaccione de forma educada y...

-Dinah y Camila vendrán a la mesa supongo.

-¿Que? ¿como?

Resonó su risa. -Te pusiste más pálida de lo que estás.
Me había asustado demasiado.
Yo apenas estaba pensando en cómo acercarme.
Conté hasta diez para darme la oportunidad de pensar claramente. Luego me puse de pie, quería demostrarle a Jade que no era tan cobarde como pensaba. Nadie se burlaba de mi.
Con pasos dudosos y lentos me acerqué a su mesa. De espalda a mi Camila no me miró solo Dinah me regaló una sonrisa incómoda.

-Hola chicas. Mi voz apenas salió. Use una de las sillas libre en su mesa y antes de sentarme decidí saludar. Con un beso ligero salude a la rubia y al llegar a Camila le planté un beso.
Claro, fue en la mejilla pero aún así abarqué gran parte de su piel y detuve mis labios por mas tiempo, sin dudar ella intentó escapar pero con una de mis manos tomé su cara reteniéndola.

-¿Como estas cariño? Perdón por no saludar antes, solo que las vi charlando no quería interrumpir.

-Lo has hecho. Contestó Camila con un tono frío. Me senté justo a su lado. Ella por supuesto estaba tensa y molesta, una mezcla verdaderamente mortal. Dios, solo suplicaba para que no me dijera cosas hirientes.

-¿Ya ordenaron?

-Ya, creo que no tardan en traernos el platillo ¿Tu?

-No, pero Jade sabe que pedirme.
Camila giró disimuladamente hacía a un lado para observar a mi compañía. Dinah y yo lo notamos.

Camila

¿Que mierda hacía con nosotras si tenía a su increíble acompañante?
Era una tontería. De repente había perdido el apetito.
Observe a Lauren y Dinah hablar de cualquier cosa, yo me mantuve callada todo ese rato, no tenía ningún tema de conversación y ni ganas de hablar con Lauren de algo. Limpie mi mejilla con fastidio él sitio dónde me había besado y miré a la ventana.
No, repetí en mi cabeza, esta terrible sensación en mi estomago no puede ser eso.
Cerré los puños de forma instantánea.
Lauren estaba con esa mujer y...
Dios mío, estoy teniendo un ataque de celos. Me sentía demasiado culpable por estar sintiendo esto. No debía, no podía sentirlo y de la nada la tristeza me atropelló. Por la calle pasaba una mujer cargando a su pequeño bebé. Sonreía y hablaba por teléfono mientras el niño jugaba con su collar.

-¿Mila?
Distraída miré hacía ellas y ese color verde me invadió.

-¿Que?

-Nada, supongo que es momento de irme, nos vemos luego entonces. Lauren dijo al notar que no había escuchado nada de lo que decían .
De forma instintiva sostuve la mano de Lauren al levantarse de su silla. Ella se asustó por supuesto y Dinah decidió ir al baño.
Todo ocurrió en instantes y sin que lo tuviera planeado. Lauren regresó a la silla de mi lado.

-¿Pasa algo?

Yo comencé a enfadarme conmigo misma por haberla detenido.

-Tal vez...
Vamos, no salía nada y no tenía ni idea de lo que iba a decir. -Puedas evitar venir a saludarnos cada que nos ves.
Su mirada fue demasiado obvia, se había enfadado y creía que ese era mi objetivo.

-Tranquila ya no lo haré, es mejor que vaya con Jade.
Solté su mano cuando retiró bruscamente la suya. Estaba molesta y yo sabía que lo lograría.
La miré comer con esa mujer muy animada y mi comida parecía la víctima en todo esto. Dinah me observaba curiosa y divertida.

-Al menos estás comiendo.

-Solo tenía más hambre de lo habitual. Respondí para luego quedarme callada. Mi amiga buscada cualquier otro tema de conversación, últimamente luchaba mucho por tener uno y hacerme hablar.

-Wow Lauren y Jade si que podrían ser la pareja perfecta, solo mira se ven demasiado bien juntas.
Suficiente. Lancé mis cubiertos a la mesa y dejé a Dinah sola.
Al salir caminé entre las personas con un nudo en la garganta. Mucho más grande como para no dejarme respirar.

Novia fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora