Novia fugitiva

Celos

23 de Febrero 2017
Miami
Lauren

Sonreí a la chica rubia frente a mí, fue inevitable y no por qué quisiera coquetear con ella, sino por qué llevaba más del tiempo normal observándome, era como un gesto de atención. Ella solo asintió, se había dado cuenta de que estaba acompañada, felizmente acompañada. Camz desde luego. No miro la situación con buen ojo. Se enfadó. La tenía a mi lado pero tan distante. No sonreía ni platicaba conmigo después de notar que alguien me miraba, era tonta, yo solo quería estar junto a ella.
Mi hermano se burlo en silencio de la pequeña pelea. En resumen después de cenar habíamos conducido al centro de diversión más cercano a la playa y a la casa. Era un bar llenó de estudiantes y jóvenes tratando de pasar un buen rato. Buena música y alcohol. Camz aceptó venir después de que Chris insistiera tanto. El bebía acompañado por una chica.
Trate de tomar la mano de Camila pero la retiró soltando una maldición. Se veía linda con esa carita de molesta.

-¿Porqué estás tan molesta?

Separó su oído de mis labios. Coloqué mi brazo en sus hombros pero fue el momento para decidir salir al baño. Se escapó de mi esta vez y para evitar algo más grande después de esa increíble tarde la deje ir sin seguirla.
Mi hermano puso algo de atención en mi y se acercó.

-¿Algo celosa tu esposa? Se rió.
-Definitivamente no es necesario fingir se nota desde lejos que te cela como si fuera real.
Por mi parte era real, pero me costaba trabajo admitirlo de nuevo. Me dio un pequeño empujón en el hombro y se fue de la mesa junto a la chica. La rubia había desaparecido de su sitio. No le di importancia y tomé un poco más de mi vaso. Estuve ahí algunos minutos, dándole el tiempo suficiente a Camz para que se calmara. Busque entre la gente que saliera del baño pero no sucedía, comencé a preocuparme cuando no salió después de 15 minutos. Estaba pensando que tal vez se había ido de ahí sin mi. Solté el vaso en la mesa y caminé al baño con algo de ansiedad.
Llegué al pasillo con dificultad y empuje la puerta. Del otro lado jamás imaginé encontrarme algo así.
Camz mantenía una conversación bastante caliente con la rubia. Tenía la cara enrojecida y apuntaba hacia la chica diciendo no se que cosas. Las otras mujeres observaban la escena algo preocupadas.

-Es bastante simple, si no eres nada de ella entonces tengo todo el derecho a mirarla, es más aunque lo fuera.
Dijo la rubia con ironía.

-Es obvio que no estás buscando algo así y para tu información ella no es algo mío, es mía, mi esposa, la pensaría más antes de meterte con ella.

Abrí los ojos de golpe y quise reír de felicidad por escucharla defenderme así de alguien más. Tal vez las pocas copas que había bebido estaban actuando por ella misma.

-No me interesa, si ella me mira entonces es por que tu no...
Camz tomó su brazo con furia. Yo la llamé no iba a dejar que algo así pasará.

-Cariño ¿Que está pasando? Casi grite. Varios me voltearon a ver. Camila me miró de forma penetrante y la rubia me sonrió coqueta.

-Solo trato de dejarle claro que...
tomé sus hombros, trate de llevarla hacía mi pero se resistió. Ella quería asesinar a alguien con la mirada. No precisamente a mi.

-Esta bien Camz, ya nos vamos y ella sabe que estoy contigo. La rubia frunció el ceño irritada ¿Qué es lo que esperaba? Con algo más de fuerza logré atraer a Camila hacía mi y la saqué del baño. Me empujó.

-Es tu culpa. Me gritó en medio del pasillo.
Estaba comenzando a enfadarme, yo era inocente en todo aquello.
Amaba ponerla celosa pero su actitud estaba cansándome.
Respiré profundo y tomé su mano para salir del lugar. Le hice una seña a Chris para indicarle que estaríamos afuera. Cuando finalmente lo logramos busque el auto y la lleve conmigo. Una vez adentro las dos decidí solo quedarnos ahí. Abrí mi ventana y la mire. Estaba cruzada de brazos y con un montón de enfado acumulado. No la había visto así desde la noche en que lleve a la chica al departamento.