Una perdida

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28 de Junio 2017
Camila
Miami

Rodé en la cama con un dolor abdominal horrible, me sentía fría, dios casi congelada, busqué de algo para sostenerme, necesitaba hacer algo para calmar el dolor pero no podía, no tenía la fuerza para levantarme.
Sollocé y escuché mi propio grito cuando sentí algo líquido sobre la cama, en mis sábanas, arrastré mi mano temblorosa y luego la llevé a mi vista. Dios.
Con una respiración desesperada me levanté de golpe sobre mi almohada. Otra vez esa misma pesadilla.
Limpie las lágrimas de mis ojos como de costumbre y un minuto después apareció mi madre con un vaso de agua.
Hasta cuando iba a poder soportar esto, quería desaparecer, quería dejar de sentir tanto dolor y me lastimaba pensar en algo para llegar al final.

-Mila debes calmarte cariño, bebe un poco. La mano de mi madre recorrió mi mejilla y no pude evitar comenzar a llorar otra vez. Sin saber que más hacer ella me llevó a sus brazos y me sostuvo mientras lloraba como una niña pequeña sin ninguna esperanza.

-No puedo mamá. Susurré. Para ese momento mi padre también llego a los pies de mi cama y le reclamó a mi madre.

-Es suficiente, debes estar en una clínica, tu lo sabes Sinu.
Yo negué, me negaba a ir a uno de esos lugares donde nada más te hacían sentir peor, tomar un montón de píldoras.
-Es por tu bien hija.
Empuje a mi madre hacía un lado y me envolví en mis sábanas. Ya no quería hablar con nadie otra vez, no quería escucharlos discutir.

-Hablemos de eso en otro momento. Escuche que le dijo.

-Quiero estar sola. Suplique.
Salieron entre la discusión de mi habitación y comencé a llorar sin consuelo, estaba vacía. Sostuve mi vientre con desesperación, buscando algo que jamás encontraría.

29 de Junio 2017
Lauren
New York

Dinah había dejado una enorme grabación de voz en mi móvil. Antes de escucharla decidí recostarme en el sofá del departamento, tenía unos minutos apenas de haber llegado. Con un suspiró presione mi móvil para escuchar.
-Hola Lauren soy yo de nuevo, se que debo enfadarte demasiado con esto pero en serio quiero tu ayuda, de forma urgente, he convencido a los padres de Camila para tenerla conmigo unas semanas, ella no esta muy convencida pero al menos quiso, iré por ella el fin de semana, de verdad te sorprendería mucho tan solo verla.
Dinah suspiró de forma profunda durante el mensaje y continuó.
-Normani quiere ir por nosotras dos el día que lleguemos al aeropuerto, puedes ir con ella.

Corte la grabación y marque el número de esa chica que se dice ser mi mejor amiga.

-Lauren.

-¿Se puede saber por que estas del lado de Dinah? Le dije directamente.

-No estoy de lado de nadie, mira aunque se que eres una terca, orgullosa y farsante aun confío en que amas a Camila y que también eres la persona correcta para convencerla de seguir viviendo.

-Estas completamente loca, tu y Dinah por pensar que...

-Vas a verla y sabes que... si tengo que llevar a un par de compañeros para que te tomen a la fuerza y estes ese día en el aeropuerto lo haré.

2 de Julio 2017
Camila
New York

Dinah me ayudó con mi maleta todo el tiempo, ahora estaba claro que todos me creían una incapacitada. Me distraje si.
Y choque con alguien de forma brusca.

-Oh perdón. Me dijo la persona y yo solo me quejé.

-Vete a la mierda. Dije cortamente. Cuando levante la vista, me quedé clavada en su mirada. Por primera vez después de estas semanas, sentí que algo volvía a mi. Sus ojos. Las pocas ganas de vivir estaban aferradas al color de su mirada.

-Camila. Me inspeccionó. Debía lucir muy mal. No pude decir nada.

-Hola chicas, han llegado más rápido de lo esperado. Normani sonreí hacía nosotras demasiado entusiasmada, beso la mejilla de Dinah y con un movimiento incómodo me abrazo, Dios mío no quería ser grosera pero desde kilómetros podía ver la lastima que me tenía por pasar esta situación y estaba bastante claro que ella y mi mejor amiga hablaban a menudo, finalmente por eso Lauren estaba aquí.
Lauren reaccionó después de un buen rato y se acerco a mi.

-Hola. Susurró antes de tomar mis maletas y caminar con nosotras tres detrás. Quería matar a Dinah, en serio que si.
Iba tan distraída que no me dí cuenta el momento en que Dinah y Normani se habían adelantado dejándonos a Lauren y a mí en un silencio. Ella arrastraba mi maleta sin decir nada. Solo sentía su mirada de vez en cuando.

-Camila. Dijo en voz baja. Ya sabía lo que venía después, tenía días escuchando lo mismo, todos sabemos que una pérdida así no se soluciona con palabras.

-No quiero escuchar nada, en serio no se como te convencieron de estar aquí.
No dijimos nada el resto del camino. Subimos al auto de Normani y minutos después estacionó en el edificio de Dinah. Yo salí sin despedirme de nadie y esperé en la acera a qué alguien bajará las maletas. Mi corazón dolía sobre manera, tenía tiempo vacío que me sorprendió mucho sentir eso al ver a Lauren entrar al auto azotando la puerta. Normani se disculpó con Dinah y yo un poco ansiosa entre al edificio.

Lauren

-Pensé que ibas a reclamarme algo. Mi amiga dijo por fin. Yo me sostuve del volante con fuerza.
Había sido una impresión muy grande toparme con Camila, no por volver a verla si no por verla cómo estaba, era un fantasma andante.

-No quiero hablar ahora, solo puedo decir que Dinah y tu sé equivocaron al pensar que algo cambiaría si nos veíamos.

-¿No dirás nada más? Tu lo viste con tus propios ojos, Camila parece que esta sin vida. Suspiré profundo.
Claro que me dolía verla así, delgada, pálida y con su mirada triste como si no esperara algo peor en la vida. Yo definitivamente no significaba nada en su vida ahora. El bebé y Bill si.

-No es algo que me incumba mucho.

-Dinah dice que...

-Basta, sabes lo que más me molesta es que tu y ella son las culpables de que todo esté así, ustedes nos hicieron reencontrarnos. Casi escupí, mi amiga me miró con enfado.

-¡Nosotras! A caso yo te puse algo en la cabeza para que te embriagarás aquel día y terminarás en la cama y casada con ella.
Gruñó. -Bájame aquí, detén el auto. De forma brusca lo hice, estaba demasiado enfadada así que fue fácil, quería dejar de escucharla.
Una vez bajó aceleré como nunca.

Novia fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora