Novia fugitiva

De frente

3 de Enero 2018
Miami

Lauren

No podía evitar sonreír así. Camila se quejó de mi todo el viaje de regreso a Miami, mientras nuestras amigas compartían fotos de nuestro compromiso y magnifica boda.
Camz estaba molesta por que yo no la quería soltar.
Reí por su mala cara y seguí besándola como una posesiva.

-Ya estamos casadas cariño no me puedes negar amor.

Hasta el día de hoy que regresamos a Miami, ella me miraba con ojos de amor también, había comentado a sus padres todo lo que había pasado, les enseño las fotos permitidas y siguió platicando.

Yo sentí que mi móvil vibro en mi bolsillo. Al sacarlo me preocupe, era Ezra, meses después de vigilar a Bill me llamaba para advertir algo.

-Hola Ezra. Le di un beso a Camz en su mejilla y caminé hacía un lugar donde no pudiera escucharme.

-Esta cerca de la casa de tus suegros tal vez tenga intención de verla. Advirtió.

-Estaremos preparados. Ezra me indicó que estaría justo enfrente de la casa por si algo lo alarmaba. El timbre sonó. Y sin poder evitarlo fue Camz quién abrió.

Camila

Mi sorpresa fue demasiada cuando lo vi frente a mí.
Mis ojos se abrieron con sorpresa y el rió de forma cínica.
-Bill. Solté.

-Hola Camila, que sorpresa.
Mi corazón latió aterrado. ¿Que mierda hacía el aquí?

-Escuche que te vas a casar, esta vez ¿Es cierto?
Intenté cerrar la puerta pero era tarde el ya había entrado. Lo que el no esperaba es que alguien más también estaba dentro.
Mi padre y mi madre dejaron de platicar. Lo siguiente que vi, fue como mi hermosa esposa se lanzaba hacía el. Un golpe seco se escuchó. Lleve mis manos a mi boca e intenté sostener el pequeño grito.
Bill cayó cerca a la puerta. Sostenía su cara con dolor.
Lauren intentó lanzarse a el de nuevo pero en cámara lenta mire como mi padre la retuvo. Ella gruñó.

-Lauren. Dijo papá para que se calmara.

-Suéltame Alejandro. Intentó quietarse las manos de papá de sus hombros. Yo me acerqué a ella.

-Lolo mírame. Bill se quejó en el piso. Lauren lo miraba de una forma que aterraba, yo me sentía demasiado nerviosa, ella no iba a calmarse mientras él estuviera ahí. Con dificultad se paró aún sosteniendo su mejilla y rió.

-Maldito idiota. Sentenció.
Bill no la miró a ella, si no a mí. Lauren enfureció más y lucho contra él agarre de mi padre.
Empuje a Bill fuera de la casa.

-Debes salir de aquí. Dije como pude. Mi padre en un movimiento rápido giró a Lauren y salió tras de Bill y cerró la puerta de manera contundente.
Lauren intentó hacer lo misma pero yo me interpuse. Sus ojos me miraron con rabia.

-Camz, hazte a un lado, necesito...

-Cálmate Lolo, papá se va a encargar...por favor. Suplique con la mirada, ella relajó su cuerpo un poco y soltó la puerta. Siguió gritando un montón de cosas mientras caminaba hacia la sala, sostenía su cabeza y finalmente con un llanto bajo se dejó caer sobre el sofá. Cubrió sus ojos con un brazo. Mi madre me indicó que iba a dejarnos solas y besó mi mejilla mientras caminaba a la cocina un poco nerviosa. Papá gritaba un par de cosas afuera.

-Lolo. Me senté a su lado y acaricié su cabello. Ella se quejó. -Debes calmarte ¿Si? Por mi cariño.
Pataleo el piso como una niña pequeña.

-¿Porque no me dejaste continuar? Gritó. Yo me estremecí a su lado.

-Por que no esta bien, creo que ese golpe fue suficiente, no quiero que el té lastime.
Se quejó.

-Necesitaba golpearlo más.
Con algo de miedo, toqué su brazo. Su cara se elevó de a poco. Tenía la cara enrojecida y algunas lágrimas corrían por sus mejillas. Las limpié de inmediato y la abracé.
Papá entro sobando su mano. Dios. También el lo había golpeado. Cuando Lauren se dió cuenta que entro. Se apartó de mi.

-¿Donde esta? Alejandro. Gruñó e intentó salir pero papá la detuvo.

-Ya se fue y le deje varias cosas claras, déjalo así, estoy seguro de que no querrá volver.
No entendía a que había ido a la casa, es decir tenia meses sin verlo sin saber de el y el tampoco de mi. Me había abandonado, engañado, amenazado y de la nada pensaba que era un buen momento para volver. Justo cuando Lauren estaba aquí, seguramente solo quería provocar furia en Lauren o quizá pensaba que mis padres no estaban de parte de ella, no entendía.
Suspiré profundamente. Y caminé hacía donde estaba mi madre.

Lauren se quedó estática. Mi padre habló.

-Solo quería hacerles pasar un mal rato, pero lo amenace, sabe que no debe volver mucho menos cuando aquí estará Lauren para darle un buen golpe. Mi padre intentaba mejorar la situación.

-Ya basta Papá, esto no debe festejarse, pudo haber lastimado a Lauren y...

-No lo hizo...Habló Lauren entre dientes. -Más le vale no volver por que de verdad esta vez ya no...

-Puedes callarte tonta. Grité. Mis padres se miraron incómodos.

-Bien iremos arriba, tal vez deban hablar. Soltó mi mamá y se llevó a mi padre hacia arriba. Yo miré a Lauren de reojo y caminé a la cocina. Ella me siguió.

-¿Te hizo daño? Preguntó apenada.

-No físicamente. Dije sincera.

-Perdón, se que no debía reaccionar así pero tenía tantas ganas de golpearlo desde hace tiempo y me juré que si un día lo veía, no iba a detenerme.

-Espero que estés satisfecha ahora. Lauren rió levemente, yo me enfadé un poco más.

-No lo estoy, necesitaba partirle la cabeza.

-Cállate con eso por favor, ya es suficiente, solo quiero que me abraces. Dije al dejar mi vaso sobre la encimera. Lauren se lanzo contra mi cuerpo y me besó con ansiedad.

-Solo quería estar en paz con eso en mi cabeza, ya esta, no quiero que lo vuelvas a ver, te prometo que no podrá estar cerca tuyo nunca más.
Asentí y recargué mi barbilla en su pecho.
Si Bill esperaba causar algo malo entre nosotras se equivocaba, podría irse a la mierda, yo también me sentía mejor desde que lo ví tirado sobre el piso.

-Mi fuerte y sexy esposa, creo que me he excitado. Dije. Lauren rió y de un movimiento me subió a la encimera, comenzó un beso feroz.
Definitivamente estaba excitada.