Cuando sonríes

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Camila

Acompañar a Lauren a su oficina no había sido tan divertido. Llevaba dando vueltas en el sitio por 20 minutos mientras hablaba con alguien al teléfono. Llevaba esos jeans negros que se ajustaban tan bien a su cuerpo. Sonreí coqueta mientras se dió vuelta y me miró. Entrecerró los ojos, luego trató de seguir en lo suyo pero no le funcionaba.

-Escuche señor debo colgar ahora mismo, con gusto le voy a recibir mañana. Escuchó una vez mas algo y luego colgó. Yo estaba sentado en el sofá pequeño de su oficina. Justo en frente.

-Perdón Camz, te he descuidado por mucho rato.

-¿Todo te pasa ahora verdad? Pregunté tratando de sonar divertida, yo misma había sido testigo de la mirada de mi padre clavada en mi novia. Rogaba por que no tratara de asustarla más. Ni siquiera con Bill actuaba así. A decir verdad nunca confío en él así que no intento acercarse a el para hablar.
Sentí sus manos en mi mejilla.

-Puedo percibir cuando sales de la realidad Camz y recuerdas cosas desagradables. Tomé su mano en la mía y la besé.

-Estoy bien. Sonreí, se sentó un poco más cerca de mí. Sus brazos me llevaron hacía a ella, de pronto estaba sentada en su regazo por un lado. -Lo ves, eres mucho más linda cuando sonríes.

-Tu me haces sonreír mucho últimamente.

-Es mi deber como tu novia, tu sabes hacerme feliz. Besó mi mejilla un par de veces, sus manos me sostenían de manera cariñosa. Amaba estar así con ella. Tomé sus mejillas para entretenerme.

-¿Sabes que Papá tratara de destruirte mañana verdad? Pregunté interesada en ver sus ojos una vez más, me llamaba la atención mucho el color, la forma en que se combinaba con otros tonos. Vi mi reflejo en ellos y no pude evitar sonreír.
Respiró profundamente.

-Creo estar preparada, le caía bien antes de enterarse que soy tu novia, de repente su hija sale con una mujer y tiene toda la intención de llevarla a vivir con ella, es extraño.
Rozó su nariz con la mía y sentí su mano jugar en la piel de mi cintura.

-Lolo. Su boca esta vez jugo con mi cuello. -No se que vaya a pasar mañana en la cena...y...
Me distraje cuando colocó un beso largo en mi piel. Justo en mi hombro había recorrido mi blusa. -Lo...
Suspiré. Era tan tentador lo que hacía.

-Solo trató de distraernos, ¿Quieres ir a casa ya o aquí?
Reí. Y me aparté un poco para mirarla. Coloqué su cabello tras de su oreja y besé su nariz.

-No tendremos sexo Lolo, tenemos que preparar todo el asunto de mañana y tal vez deba hablar con mis padres ahorita.
Hizo un puchero tierno.

-Bien entonces te llevare al hotel y yo iré a casa, hablaré a algún sitio de banquetes para la cena e iré a hablar con mis padres también. Nos besamos por unos minutos y finalmente me puse de pie para darle la mano. Seguimos hasta el estacionamiento. Finalmente salimos de ahí.

-Lolo, pero prefiero cocinar algo entre las dos ¿Si? Que mis padres y los tuyos vean que nos esforzamos por llevar esto bien. Asintió con una sonrisa.
Me dejó frente a la acera del hotel donde se suponía estaban mis padres. Antes de salir me plantó un beso.

-¿Quieres que venga por ti luego?

-Si, pero solo cuando yo te diga, nada de estar de ansiosa.
Asintió como niña pequeña y se fue, entre al hotel, pregunte por mis padres. Mi papá vino por mi a recepción. En el elevador no dejo de hablar sobre la cara tan graciosa que había puesto Lauren.

-Se asusto lo suficiente como para tartamudear,mañana haré lo mismo flaca.
Choque mi hombro con su brazo. Le encantaba hacer ese tipo de bromas.

-No papá, déjala en paz, ella se esta esforzando.
Mi madre abrió la habitación para nosotros. Al pasar ella se lanzó a mis brazos.

-Cariño, no sabes el gusto que me da verte tan feliz, aunque tu padre este celoso, no importa, esa chica parece muy atontada por ti, ahora quiero que te sientes y me cuentes con detalle todo lo que hiciste a nuestras espaldas ¿No Ale?
Mi padre asintió fingiendo molestia. Nos sentamos en la pequeña sala de la habitación.
Minutos después no podíamos parar de reír, una vez superado todo lo de la noche en las Vegas.

-Lauren debió morir casi cuando le avisaron de su esposa en el hospital.

-Yo días antes la había visto e intente encontrarla pero fallé, ella era demasiado molesta. Me quejé.

-¿Hiciste sus días difíciles verdad flaca?

-Lauren pierde fácilmente la calma, así que hice todo lo que me dijo que no hiciera, ya sabe que va a pasar si decide hacerme enfadar.

-Cariño una cosa más ¿Estas segura de vivir con ella? Me refiero a qué pasó poco tiempo después de Bill.
No me gustaba que dijeran su nombre en voz alta. Lo odiaba. Y a la vez me sentía muy culpable de todo, algo que olvidaba cuando miraba a Lauren a los ojos, sabía que todo valía la pena, pero ella no estaba aquí.

-¿Como se entero del embarazo?

-Ella solo se entero cuando yo estuve aquí, esa noche que volví para hablar con ella no fui capaz de contárselo, no se merecía algo como eso mamá.
Explique perdiendo un poco la voz, mi padre Me atrajo a sus brazos. Sonreí a ambos. Lo comprendían, sabían que esta vez no había forma de que yo me equivocará con Lauren, la amaba tanto que era imposible no desear pasar el resto de mi vida con ella.

-Nosotros estamos contentos por eso hija, quiero que lleves las cosas bien con ella y de verdad seas muy feliz, dejaré que vivan juntas pero...debes presionarla con la boda.
Abrí mis ojos de golpe.

-Ni se te ocurra plantearle eso papá, ella va a querer y luego va a enloquecer.

-Es mi única condición para estar contigo, así que tendrán que hacerlo y tu ya estás lista para eso ¿No es así?
Sonreí,lo estaba, quería estar con Lauren de forma permanente y por nuestro tiempo indeterminado. Sonreí más. Solo cuando terminamos de hablar como tres horas después, mande un mensaje a Lauren para que viniera por mi.

Novia fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora