La historia

6K 351 44
                                    


25 de Diciembre 2015
Miami

Lauren

Me moví entre la gente, era de esos días en el aeropuerto que estaba más lleno de lo normal, muchos iban y venían. Yo en cambio llegaba a mi ciudad. Mis padres nos habían invitado a Jade y a mi para la cena. Tenía malas noticias. Una, que estaba llegando tarde a la cena. Mis padres, hermanos y la abuela seguramente debían estar comiendo pavo y otros aperitivos.
Ya no tenía llamadas de ellos, eso era otra mala noticia, debían estar muy molestos. Luego estaba la más jugosa del año. Jade. Mi novia de la universidad o más bien ex novia, la que iba a ser mi esposa, había terminado conmigo días antes de noche buena. Enfadada con un montón de reclamos, solo me avisó que se iba de viaje a Canadá. A pasar navidad con su familia y amigos. Que ya no quería saber nada de mi, que había sido la peor novia de la historia y que me deseaba que nunca encontrará el amor de mi vida. "No estás hecha para el compromiso Lauren", "Eres demasiado egoísta o lenta, ya no te comprendo" me dijo antes de tomar sus cosas de mi pequeña sala en el viejo departamento y se fué.
En cierta parte tenía razón, desde ese viaje a las Vegas me convertí en la peor novia. No me concentraba cuando la abrazaba, sólo teníamos buen sexo y nunca volví a mencionar el compromiso. Sus padres también me odiaban.
Respiré profundo. La peor noticia iba a ser cuando le dijera a la abuela que ya no podía regresarle el anillo, no por que Jade se lo había quedado sino por que lo había perdido en las Vegas hace un más de un año.
Caminé a la salida y para suerte alcance un taxi, una señora iba a mi lado pero decidimos compartir. Sentí el ambiente más caliente que en New York. Era más húmedo y acogedor.
Pasaron los minutos. Al fin el taxi se detuvo en la casa de mis padres. Pagué y bajé mi pequeño equipaje. Iba a tocar el timbre pero solo decidí entrar sin hacer ruido. No me escucharon. Dejé mi maleta en la entrada y caminé al comedor. Efectivamente. Ahí estaban como lo imaginé.
Los miré comer, mi padre tenía el ceño fruncido. Y mi madre comía sin muchas ganas. Solo esperaba contentarlos un poco con mi presencia.

-Hola familia ¡Feliz navidad! Dije con entusiasmo y dando pasó adelante. Solo Tay gritó. Mi hermana pequeña salto de su lugar para venir a abrazarme. Mis padres me miraron sorprendidos. Pensaban que ya no llegaría.
La abuela sonrió. Y mi hermano le pidió su pago a mi padre. El había confiado en que estaría aquí e hizo una apuesta, en eso se movía Chris.

-Hola hermosa. Besé a Tay en la mejilla y la apreté contra mi. Ellos si que me hacían falta.
Todos me saludaron con gusto. Mi padre observó tras de mí.

-¿Y Jade?

-Si hermana, ¿Donde esta tu novia sexy neoyorquina?
Preguntó Chris. Algunas veces pensé que el la amaba más que yo.
-Ella no pudo venir, pero prefiero cenar con ustedes. Les dije y asintieron. Comimos el resto de la cena entre risas. Papá siempre hacia bromas. La abuela me miró. Estaba tratando de descifrar que me pasaba. Yo moría de nervios. Su maldito anillo. El que le había dado el abuelo a sus 18 años. Mi bisabuela también lo había llevado en el dedo. Tragué con dificultad.
Me había permitido no preocuparme por ello, había pasado casi dos años sin venir a casa y menos sin mirar a la abuela cara a cara, al menos por llamada podía ocultar el nerviosismo.
Mis padres me visitaban cada 6 meses. Tay había estado conmigo en vacaciones de verano ese año.
Al terminar la cena vinieron los regalos.

-Y mira Lolo, este regalo lo compramos entre todos para Jade. Dijo mi madre. Era el último. Diablos todo iba bien. Pero se llegó el momento.
Carraspié la garganta y los miré a todos. Aún sentados en la alfombra y el resto en el sofá.

-Bien...bueno, Jade ya no es mi novia.
Mi padre gruñó, la abuela y mi madre hicieron el típico sonido de sorpresa. Chris casi de pone a llorar.

Novia fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora